La quesadeña Carmen Malo López, nueva cónsul honoraria en Malmö (Suecia)

La abogada recibió el martes en Estocolmo la Carta Patente en un acto oficial en el que relevó al hasta ahora cónsul honorario, Jimmie Holmberg de la sección

 La quesadeña Carmen Malo López,  nueva cónsul honoraria en Malmö (Suecia)

Foto: Extra Jaén

Carmen Malo en el momento de recibir la Carta Patente

La embajada de España en Estocolmo (Suecia) tiene como nueva Cónsul honoraria a Carmen Malo López, de Quesada. Concretamente en la sección de Malmö al sur del país nórdico.
La sección consular de la Embajada de España en Estocolmo es competente para todo el territorio sueco. España cuenta con Consulados Honorarios en Gotemburgo, Malmö y Helsinborg.

Tras ejercer gran parte de su vida profesional como abogada en Fuengirola ( Málaga) se fue al país nórdico, por motivos familiares, donde reside desde hace ya casi seis años. Después de trabajar en el área española de un despacho de abogados sueco de reconocido prestigio. Una experiencia “que me ha servido para conocer el funcionamiento de los despachos aquí y la cultura sueca”.

Poco después comenzó su andadura en solitario con un despacho propio. Desde 2019 este cargo lo ha venido compaginando con la presidencia de Escania una nueva asociación de españoles al Sur de Suecia.




Esta estrecha colaboración con la embajada ha hecho que la considerasen como la persona adecuada para ejercer el cargo de Cónsul honoraria. El martes recibió en un acto oficial en la Embajada de España en Estocolmo, la Carta Patente como nueva Cónsul Honoraria en Malmö, con jurisdicción en todo el sur de Suecia, ampliando la Red Consular de España en Suecia y con el objetivo mejorar la asistencia a los ciudadanos españoles. Relevando a Jimmie Holmber que ha venido desempeñando el cargo casi una década.


Carmen dice sentirse muy agradecida “y lo asumo con mucha responsabilidad y como un honor de representar a mi país en la zona donde vivo”.
Carmen ha encontrado en Suecia “un país bonito y amable con una naturaleza preciosa”. Malmö es también una bella ciudad universitaria. Y si hay que poner algún pero es el clima frío “con un invierno muy largo, duro y oscuro, que te roba la energía”. Aunque como dice “cuando llega el verano todo cambia y vuelve la luz y la alegría”.

En Quesada la vivienda familiar es el punto de reunión de todos los hermanos y Carmen siempre vuelve a reunirse con sus amigos de toda la vida, familia y paisanos.
A su manera tiene gestos inevitables cada vez que se presenta la ocasión como aquella vez que como cuenta regaló un libro a la embajadora y los marca páginas eran del Mueso Zabaleta-Miguel Hernández. “Y ya aproveché para hablarle de mi pueblo natal, porque pienso que mis padres se sentirían felices”. Sobre todo porque, como recuerda, “mi padre estaba muy orgulloso de ser de Quesada”. Su madre murciana se hizo al final muy quesadeña.