Las voces del silencio recuperan su lugar en la memoria

Comienza la exhumación de restos de represaliados franquistas en la fosa común 548 del Cementerio de San Eufrasio

Video: VIRGINIA OYA

En el profundo silencio del Cementerio de San Eufrasio de Jaén donde durante más de ocho décadas  la tierra guardó un dolor mudo, han comenzado a hablar las voces del pasado. La fosa 548, como otras tantas que se esparcen por la geografía jiennense, ha sido abierta no solo para recuperar los restos de quienes defendieron sus ideas sino también para restituir una parte esencial de la memoria colectiva.

Durante años, familiares, historiadores y defensores de la memoria han luchado contra el olvido, la indiferencia y el paso del tiempo. Hoy se abre un paso a la esperanza para los familiares que podrán recuperar a sus seres queridos y darles sepultura de forma digna.

Las fosa 548 no es solo un número sino que se ha convertido en un símbolo de valentía de quienes no se resignaron. Según los historiadores, en ella se prevé la recuperación de 173 cadáveres de personas que dedicaron su vida a la política o a la vida pública. "Hoy es un día muy importante después de trabajar en labores de documentación histórica y según los estudios que se han realizado en esta fosa se encuentran buena parte de representantes sindicales, políticos, periodísticos, diputados o acaldes que estaban en contra del régimen franquista y fueron que fueron ajusticiados y represaliados de manera sistemática en los primeros momentos de la dictadura", ha afirmado el investigador y profesor de la Universidad de Jaén, Salvador Cruz Artacho.



En los próximos meses, los encargados de realizar las labores de exhumación tendrán un arduo trabajo por delante para el depósito, la custodia e identificación de los restos. "Nuestro trabajo consiste en la recuperación propiamente dicha de los restos de esas 173 víctimas identificadas y registradas hasta el análisis y el estudio antropológico de los restos con la derivada extracción de muestras genéticas, que puedan dar el positivo con el ADN de los familiares que, ya tengo constancia, se ha realizado en un estudio previo", ha explicado Erik Borja Miranda, coordinador de los trabajos.

"Después de tantos años por fin las familias podrán recuperar a sus seres queridos una vez se ha puesto en marcha le Ley de Memoria Histórica porque la respuesta que recibían los familiares antes de eso era que ellas mismas se hicieran cargo de los gastos para la recuperación de los restos lo que no era posible debido a los medios necesarios para llevar a cabo los trabajos", cuenta Miguel Ángel Valdivia, presidente de la Asociación por la Memoria Histórica de Jaén, quien explica que los familiares "sienten alivio".

Hace pocos días se iniciaban los trabajos previos a la exhumación: desbroce de la superficie, delimitación de la zona o montaje de la carpa para extraer los restos. Y ya desde este miércoles se ha comenzado a extraer los restos que después de 85 años recibirán las familias "para darles sepultura y para darles culto como cada familia considere", ha dicho Pedro Fernández, delegado del Gobierno de España en Andalucía quien ha estado presente en el Cementerio de San Eufrasio.

Fernández ha resaltado que el Gobierno ha invertido 357.273 euros para financiar parte de los trabajos, entre los que se contempla la exhumación, custodia de los restos encontrados, identificación de los hallazgos, identificación de los familiares en la actualidad y la elaboración de la documentación de los resultados. "En total, se han concedido unos 7,1 millones de euros para subvenciones del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática en los últimos cinco años a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), a la Junta de Andalucía y a ayuntamientos. Estas cantidades han permitido desarrollar 276 actuaciones y la exhumación de 3.200 restos", ha detallado.

Por su parte, el alcalde de Jaén Julio Millán, que también ha estado presente un día en el que "se hace justicia" ha destacado que la importancia de estos trabajos es doble porque, por un lado, “supone un aporte de conocimiento que es indispensable, es fundamental para conocer nuestra historia”, y por otra parte “de reparación y de justicia a las víctimas que fueron vilmente asesinadas después de un proceso de guerra y que están aquí enterrados en estas fosas comunes de la ciudad”.