Cáritas lamenta la improvisación en la atención a los temporeros

El coordinador de Cáritas Interparroquial de Jaén, Javier Porras, pide que se ponga a las personas en el centro y que se evite que duerman en la calle

 Cáritas lamenta la improvisación en la atención a los temporeros

Foto: Archivo

Temporeros en el albergue en una foto de archivo.

Cáritas Interparroquial de Jaén lamenta la improvisación en la atención a las personas temporeras. El coordinador de Cáritas Interparroquial de Jaén, Javier Porras, muestra su malestar ante la falta de una respuesta “planificada, adecuada y digna” a muchas de las personas que llegan a esta tierra en busca de un sustento. “Desde Cáritas nos resulta incomprensible que se continúe parcheando en la gestión de esta situación y que las medidas se adopten siempre en el tiempo de descuento”, manifiesta el coordinador. “Se actúa tarde y no siempre de la manera más adecuada y a la altura de la dignidad que merece cada persona por el mero hecho de serlo, con independencia de su color de piel, su procedencia o su situación administrativa”, añade Porras.

Según el coordinador de Cáritas Interparroquial de Jaén, las personas voluntarias integrantes del dispositivo de atención a temporeros de Cáritas se están enfrentando a situaciones complejas en las últimas semanas. “Una vez más, son los mismos los que pagan la improvisación y la falta de una planificación adecuada”, denuncia Javier Porras. Entre el viernes 8 y el jueves 14, los temporeros que no podían acceder al albergue municipal por no cumplir los requisitos exigidos pudieron pernoctar en un pabellón de La Salobreja. “Aunque desde Cáritas somos conscientes de que no se trataba de las condiciones dignas deseables, al menos se evitaba dormir al raso, más aún teniendo en cuenta la situación meteorológica adversa de la última semana.

A pesar de ello, Cáritas asumió el pago de parte de los costes de las personas allí atendidas”, asevera el coordinador. Desde Cáritas se lamenta que, año tras año, se repitan situaciones similares de personas temporeras durmiendo en la calle “con albergues cerrados a cal y canto en distintos municipios de la provincia, lo que conlleva que la situación en la capital se desborde”. “Tal vez no se aprenda, o peor aún, no se quiera aprender de las experiencias pasadas. Seguimos con una red de albergues desacompasada a los ritmos de llegada de los temporeros. Se mira para otro lado, sin aportar soluciones, echándose la culpa unos a otros”, denuncia.