El Expositor

Manuel Expósito

Agosto conspiranoico

Crónica política de la semana de Manuel Expósito Moreno

 Agosto conspiranoico

Tren a Madrid, en Linares-Baeza.

Agosto se consumió en el breve instante de un abrir y cerrar puertas, maletas, sombrillas, hamacas, tumbonas, carteras -con sus visas y sus vicios-; envuelto, para mayor gozo, en la luz deliciosamente inútil del amor a tientas y deshoras. Agosto, insisto, se evaporó como el agua de nuestros pantanos, entre calores y desembalses, devolviéndonos a la casilla de salida. No somos nada. El PP, entre tanto y tan poco, de Sevilla a Jaén, aireó sus habitaciones con camas separadas, a raíz de sendas crisis de gobierno en la Junta y el Ayuntamiento. Ambas, la una más que la otra, producto de la necesidad urgente de soltar amarras respecto al pasado inmediato. Renovarse para seguir adelante, vivos o muertos, aunque indesmayablemente comprometidos con el qué dirán. La cacareada remodelación del Ejecutivo andaluz al alcanzarse el ecuador de la legislatura, en la que la paisana Lina García cambió la cartera/caldera de Salud por el remanso de Medio Ambiente, y, sin anestesia, sin embargo, como si no ganara para sobresaltos, estrenábase en pleno puente de agosto con un alarmante incendio forestal en la sierra de Andújar. Al contrario de lo sucedido en el staff de San Telmo, donde en realidad nadie quería irse (y, de hecho, nadie se fue), los cambios en el Gobierno de coalición del Ayuntamiento de Jaén son otra cosa, indeseable y forzosa, producto de deserciones que se veían venir dada la nula atracción que despierta entre los no iniciados la gestión cansosa, nada vistosa, de un consistorio arruinado. Acabando julio, Curro Martínez Garvín, uno de los dos ángeles custodios anaranjados (el otro, ni que decir tiene, es Mónica Moreno) en que se pertrechaba el alma política atormentada del alcalde González Romo, y, principiando agosto, Manuel Carlos Vallejo, el cartel electoral de reconocido prestigio de Jaén Merece Más. ¿A vueltas con la conspiranoia ante el peligro de una moción de censura impulsada por la pérfida oposición sociata?

Vivir instalado en la conspiranoia: todo es manifiestamente manipulable partiendo del afán revanchista del oponente. Mola más, alimenta el espíritu, la autoestima y hasta el carácter, que, agazapado tras cada derrota/fiasco/desengaño, reaparezca, solícito y oportuno, el exculpatorio de una alineación plagada de intrigantes en el equipo contrario. Erik Domínguez, el primero en darse el piro del hotelito consistorial de los líos, abriendo fuego especulativo allá por febrero, y, luego, al salir de clase, cinco meses después, en los prolegómenos del nuevo curso, la tocata y fuga de dos exponentes paradigmáticos de la clase media más timorata: Martínez Garvín (¡Cuán distinto es enfundarse la elástica del PP al frente de una plácida delegación territorial de la Junta que hacerlo picando piedra desde la insufrible concejalía jaenera de Hacienda!) y Vallejo Martos ("Si lo sé, no vengo"). Meterse a gobernar lo ingobernable, sin querer pisar los callos que estructuralmente te aplastan, condiciona cualquier toma de decisión que comprometa presupuesto. Una verdad desnuda que fue sacando gradualmente de escena a quien tenía más que perder que ganar permaneciendo en la corporación municipal y a otros dos que ya ni les iba (con iva) ni les venía esta maldita aventura. Para la leche que da la vaca que se la beba el ternero. El sobrino carnal de Joaquín Sabina, el hombre del traje gris ("Soy del color de tu porvenir") y el catedrático universitario, insospechado piquito de oro que encabezó la lista de JM+, abandonan un microcosmos del que nunca se sintieron parte, abocados a comulgar con ruedas de molino y a subirse a escaleras de peldaños cimbreantes. Bien es cierto que avisaron de la desconexión con suficiente antelación al alcalde-amigo-confidente. ¿Precipitó Vallejo su salida, en buena medida, porque el politburó de Jaén Merece Más estaba a punto de ser asaltado por los enemigos internos que alentaron la llama de la moción de censura meses atrás? Okdiario, medio digital en la órbita clientelar del PP, avivó, al confirmarse la dimisión del primer teniente de alcalde, la teoría del cuerno quemado. Para que los populares conservaran el poder después de una hipotética ruptura con JM+, además de los dos votos de Vox, les habría hecho falta la adhesión no adscrita de Manuel Carlos Vallejo. ¿Se va, pues, para no verse atrapado en semejante tesitura? La dicotomizada conciencia del pusilánime. Esta es la conspiranoia precautoria que propaló durante el ferragosto el aparato de propaganda del PP con tal de no reconocer que, con Vallejo o sin él, el matrimonio de conveniencia se torna en trampantojo cuando la dote prometida (por la Junta) resulta quimérica. Como en Pentesilea, el drama de Heinrich von Kleist: "La felicidad, lo confieso, me hubiese complacido, pero ya que no cae de las nubes a mis pies, no voy por ello a asaltar los cielos". Por eso, así las cosas, el PP zurce el descosido tirando de cantera, dando entrada (corre la lista) a la bisoña Ana Núñez, que ya era personal de confianza, y deriva el marrón de Hacienda, puro rebote, al hasta ahora concejal de Deportes, José María Álvarez Barrientos, íntimo de Juanele, Juan Bravo, ministrable económico de Núñez Feijóo, el tío en Graná del bueno de Chema. Y, frente al riesgo episódico de esquizofrenia paranoide entre los más alarmistas, enésima reunión de coordinación de los dos socios, este primer lunes de septiembre, templando gaitas, sin salir de Jaén. Atentos al minuto y resultado. ¿El nuevo concejal de JM+? Pese a tener delante en la lista a Pilar Abellán, Ignacio Ruiz, José María Cano y Ángeles Peinado, la dirigencia del partido provincialista anhela que el '8' de la candidatura, el gurú, el guía, el presidente, Juanma Camacho, acepte, al fin, el reto de dejar de maniobrar en la retaguardia dando un paso al frente. No lo hará, bisbisean fuentes internas, pondrá sordina saliéndose por la tangente, como siempre, pero lo que queda del partido provincialista, en su papel, le meterá presión añadida.



En el PSOE, el secretario general, el presidente, el denostado líder del principal grupo de la coalición progresista de gobierno, para abrir boca en la reentrée, ha tocado, de nuevo, a rebato. Ejecutiva de lunes en Ferraz para convocar comité federal este sábado. El proceso congresual se adelantaría a noviembre para coger impulso, tomar la iniciativa y renovar cargos territoriales tras las críticas de los barones por el cupo catalán. Ratificado y reforzado el liderazgo de Pedro Sánchez antes de acabar el año, llegada sería la hora de despejar las incógnitas a propósito del manido aterrizaje de María Jesús Montero en la secretaría general del PSOE andaluz y, otrosí, del relevo o la continuidad de Paco Reyes como jefe de filas de los socialistas jiennenses. Decíamos ayer. Sea como sea, comentadísimo en agosto, muy especialmente entre la militancia psoística de la tierra, la inoportuna jactancia, sentencia estival, del ciclónico Óscar Puente sobre la coyuntura ferroviaria del país: “El tren vive en España el mejor momento de su historia”. Sinécdoque indelicada en la vía muerta de Jaén. “De cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades”. De primero de marxismo, señor ministro.