Agua, enlace, campaña y depresión

La Expoliva de este año ha resuelto todas mis dudas existenciales sobre lo que somos y lo que queremos ser. No sé las cifras oficiales de negocio que manejará la organización, a la postre, por más que discrepe por definición de los 600 millones de euros que avanzó África Colomo antes de la inaguración, pero no me atrevería a refutarlas públicamente porque cualquier cálculo sobre una feria comercial engloba todo preacuerdo mercantil sin distinguir entre lo que se queda aquí realmente y lo que se transfiere directamente a cuentas allende nuestras fronteras provincianas. Al fin y al cabo, ¿quién repara, a la hora de engordar al caballo, en que la pasta jiennense que captan a diario en esta colonia olivarera Gea Westfalia, Alfa Laval o Pieralisi, por no citar otros ejemplos menos relevantes, por no entrar en el lascivo cambalache de la compra de graneles, sale, ipso facto, a golpe de click bancario, en cuanto se firma el contrato de venta/instalación/mantenimiento, hacia Alemania, Suecia e Italia, respectivamente, sin que la plusvalía subsiguiente retroalimente un ápice el dinamismo económico de la ínsula, salvo para el inevitable gasto corriente de unas delegaciones comandadas por forasteros anhelantes de salir de este confín cuanto antes? Jaén, tierra conquistada: gentiles invasores y colaboracionistas necesarios, en contubernio, sostenido y rentabilísimo. Weil elend. Attans. Porca miseria. Maldita sea.

Expoliva abrió sus puertas en Ifeja en el marco de una coyuntura oleícola peliaguda. Falta aceite de oliva para el enlace de campaña. Llegaremos a las postrimerías de septiembre, al final de la campaña de comercialización, con enlace técnico '0', sobre todo porque el nivel de importaciones va menguando, mes a mes: Grecia, Turquía y Túnez nos venderán cada vez menos hasta cerrar por completo el grifo. El jueves, segundo día de Expoliva, conocimos las salidas del mes anterior, abril, 78.350 (15.000 de ellas procedentes de la importación), similares a las de marzo, que fueron de 74.475 toneladas. A este ritmo, a 30 de septiembre, las reservas de la reducida campaña 2022-2023 se habrán agotado y, lo que es más preocupante, la expectativa de una cosecha, en el mejor de los supuestos, parecida a la última, un tercio de la obtenida en la campaña 2021-2022. Ello hará a nuestra industria envasadora más dependiente del exterior, de otras producciones superintensivas, caso del Alentejo portugués, donde no paran de crecer, merced a ese inmenso lago artificial, Alqueva, que se nutre del españolísimo Guadiana, ¡menudo sarcasmo!, al 80 por ciento de su capacidad en la actualidad, con la dotación máxima de riego garantizada -aunque no cayera una gota- para los dos próximos años. Un metro cúbico del Alqueva le cuesta al productor agrario luso en torno a 7 céntimos/metro cúbico, en tanto ese mismo metro cúbico a un murciano le sale, coste de desaladoras incluido, a 60 céntimos. Maldita seja.

Ni siquiera en el olivar de secano más húmedo de Jaén cuajará el fruto si no llueve esta misma semana, mientras que en nuestro olivar de regadío difícilmente consolidaremos una producción media con sólo 400 metros cúbicos por hectárea. El Gobierno central, en consejo de ministros extraordinario y monográfico, el jueves, aprobaba ayudas para el campo por la sequía y las altas temperaturas valoradas en casi 800 millones de euros, ampliar la subvención para el pago de la póliza de los seguros agrarios por esta causa al olivar de secano hasta el 70 por ciento, así como exenciones fiscales y la flexibilización de los requisitos para acceder a la nueva PAC. El viernes, el ministro Luis Planas, enfundado en ese alivio de luto, comparecía discretamente, con pena pero sin gloria, por la feria jiennense del aceite de oliva. El día anterior, en el marco de Expoliva, principiando su campaña electoral en Jaén, Juanma Moreno Bonilla había reclamado el destino de fondos europeos de recuperación Next Generation, en aras de la concreción de las inversiones hídricas más acuciantes. Urge un gran pacto político por el agua, apunta el sector, una política hidráulica que auspicie los trasvases entre cuencas, de norte a sur, aumentando como Israel la cantidad de agua disponible a través de la desalinización, y que el caudal del Guadiana, mera justicia redistributiva que debiera acordar por las buenas la entente ibérica, también contribuya a alimentar el sueño productor de la oleicultura española.

Nuestra oleicultura, conclusión vital de esta recién clausurada Expoliva, se ve abocada a una crisis sin precedentes si no caen 150 litros por metro cuadrado concentrados entre mayo y septiembre. El advenimiento de un tiempo de escasez en todos los sentidos, definido por la falta de jornales e inevitables ERTEs en almazaras y fábricas. El mundo del aceite de oliva funciona como un reloj en la abundancia, pero cuando no hay harina, todo es mohína. Nunca en una Expoliva vimos menos bolseros y más olivareros, con el gesto torcido y el pozo seco, en busca de respuestas. Y el otro gran asunto de rabiosa actualidad aceitera que coincidió con la celebración de Expoliva: la sismicidad generada en el mercado por la oferta blend de Acesur, La Andaluza, girasol mezclado con aove picual, a menos de 21 euros la garrafa de 5 litros. ¡Hasta ahí podríamos llegar! La denuncia de UPA y del ente que agrupa a las denominaciones de origen surtió el efecto deseado: los grandes envasadores presionaron y la partida blend del Grupo Guillén se retiró de los lineales. La previsión de enlace de campaña '0' forzaría a reducir en un 40 por ciento el consumo mundial, advierten los gurús, para no toparse con el desabastecimiento a 30 de septiembre. Los precios en origen de las existencias restantes de virgen extra vuelven a superar, hoy, la barrera de los 6 euros/kilo.

26 de mayo, asamblea de Cooperativas Agroalimentarias de Jaén, renovación de cargos en la cúpula. Cumple etapa de dos mandatos, 6 años, Higinio Castellano (Sta. Eulalia, Úbeda, DCOOP) y le suplirá José Manuel Espejo (Domingo Solís, Martos, DCOOP). La secretaría será ocupada por Carmen Barrios (Vgen. de Guadalupe, Úbeda, JAENCOOP). Equilibrio, a todas luces, armonioso. La familia Vañó emite un comunicado para subrayar la solvencia de su compañía aceitera ante el daño reputacional que le está haciendo la confusión fonética con Explotaciones Bañón, en concurso de acreedores desde hace unos meses. Paco García, artífice de la Guía Iberoleum, fiel continuador de la saga que lideró hasta su reciente fallecimiento el gran Manolo García Fernández, su padre, alma mater de Fertinez e Infaoliva, en el acto de entrega de sus premios con motivo de Expoliva, entre pasillos, deja caer que en la severa selección de los mejores aoves de la campaña que ha hecho, algunos de los certificados por la IGP no pasaron el corte. ¡Santa Brígida, que estás en los cielos!

28-M. Juanma, como prometió, se reprodujo y multiplicó, panes y peces, y aprovechando su visita a Expoliva, vísperas del inicio de la campaña, grabó, a tutiplén, mensajes de vídeo personalizados para cada candidato/candidata de pueblo grande: Miniyos de Moreno Bonilla por doquier, "Todos somos Juanma", con parecido o sin él, ¡Qué más da!, el fin justifica cualquier parecido razonable. Martes, 16, cara a cara entre Julio y Agustín en la APJ, dos moderadoras, Ana Sola y Manuela Millán, dos candidatos confrontando programas de lavado y centrifugado para un Ayuntamiento arruinado: los aspirantes, a priori, no se soportan. Pese a ello, primará la contención. "Yo soy más moderado que usted". Hipótesis plausible que manejan, tirios y troyanos, por lo bajini: Julio, que ganaría las elecciones, subiendo incluso un concejal, en resumidas cuentas, miraría desesperado la noche de autos hacia su izquierda, en busca de la cuadratura imposible del círculo de la gobernabilidad, porque, muy posiblemente, a la hora de pactar, Agustín lograría gobernar en coalición junto a Vox y JM+. La Diputación sería otra cosa. El PSOE podría perder un par de diputados en los partidos judiciales de Jaén y Úbeda, incluso el actual de Cs terminaría engullido por el PP, pero la mayoría absoluta del PSOE, apretada, parece, a catorce días del recuento, una opción verosímil. Erik y el PP-A lo barruntan. 14-13 ó 14-12-1. Cambio nutria por marmota. Esta semana que viene lloverá, lloverá en la sedienta Jaén. Y se alegrarán los campos. Y se vestirá al fin de domingo el mar de olivos. Y las rogativas y las prédicas habrán tenido sentido bíblico. Y mayo hará cruces con sus flores persignadas. Y sabremos si el nuevo rector de la UJA es Nicolás Ruiz, el favorito, o Juan Manuel Rosas, el delfín. Y los sobres de papeletas para el voto por correo -cuya solicitud finaliza este jueves- se llenarán inopinadamente de billetes de 50, que es esperanza gatopardiana en cambiar cosas para que en el fondo no cambie nada. Y nos restregarán a la cara que es culpa nuestra. Y nos iremos a cualquier otra parte del mundo, contrariados, para volver a cenar puntualmente a casa esa misma noche.