No es cuestión de ponerse más trascendentales de la cuenta, pero, en siete días, así como el que no quiere la cosa, volvemos a jugarnos los cuartos en las urnas: el futuro de las políticas sociales y los proyectos estructurales. El 28-M irrumpe en nuestra cotidianeidad con la fuerza purificadora de la lluvia en tierra seca, de un chaparrón de votos en domingo que confirmará lo que había, dándole continuidad y consistencia, o trastocará inercias y planes previstos hasta configurar el panorama de la gobernabilidad de la casa de todos para los próximos cuatro años. El domingo que viene, para bien o para mal, entre pitos y flautas, banderolas y carteles, anuncios pagados y caretos retocados, fanfarrias y oropeles, pondrá a cada cual en su sitio. Y comoquiera que Jaén no importa menos que Huelva, o Sevilla, o Cádiz, Juanma Moreno, marca sólida y palmito refulgente, arribará este martes a la capital del Santo Reino, concentrando a todas sus huestes de la provincia en el acto central de la campaña, dispuesto a pegar ese arreón final que no sólo corrobore el triunfo de las derechas en la ciudad de Jaén, sino que aliente un cambio sustancial en la distribución de escaños en la Diputación. Julio Millán y Paco Reyes, desde luego, niegan públicamente la mayor, por más que la procesión vaya por dentro, cuando los sondeos aventuran que el 28-M no será un calco del 19-J, adquiriendo verosimilitud incluso un triunfo apretado del PSOE -sobre el PP- en el conjunto andaluz. La imbricación rural del socialismo en la región cuenta mucho, porque no es lo mismo que el alcalde/la alcaldesa pida el voto para sí, defendiendo lo que piensa y lo que realmente le importa, que lo haga en favor de un nuevo líder territorial al que estrechó la mano, si acaso, en fila india, una tarde en Ifeja. Hace once meses en los pueblos de Jaén, infinidad de popes locales desarrollaron una campaña al ralentí que ahora, sin embargo, se torna frenética. Ahí reside la diferencia que seguramente se traduzca en la revalidación de una mayoría suficiente en el hemiciclo del Palacio de San Francisco (Los 8 diputados provinciales del partido judicial de Jaén, así como los 3 + 3 de Andújar y Úbeda, se antojan decisivos). Otra cosa, bien distinta, es el voto urbano, las ciudades medias y Jaén capital, la suma barruntada de PP y Vox, incluso de Jaén Merece Más/Jaén Existe, en caso de tornarse compleja la cuadratura del círculo. El saludable e impostado alejamiento de los populares de la ultraderecha en la política autonómica, merced a su holgada mayoría absoluta en el antiguo hospital de Las Cinco Llagas, dará paso, tras el 28-M, en diversos ayuntamientos, a un reencuentro nada forzado entre antiguos conmilitones de casino y partido. No sé si me explico.
La coincidencia de agenda del jueves, 25, de la grabación del debate de Canal Sur con los alcaldables jaeneros en Málaga y del estreno (más esperado y, no por ello, menos presuroso) de la segunda fase del centro comercial 'Jaén Plaza' obligará a los candidatos a tomar partido. Pareciera batalla estratégica inducida, sin embargo Julio Millán niega influencia por su parte en la fecha elegida por Alvores, en tanto Agustín González se decanta, de antemano, por acudir a la convocatoria de la RTVA. Todavía cabría, no obstante, enmienda negociada para que los dos máximos aspirantes a ocupar el despacho de alcaldía durante el cuatrienio venidero compartan foto en ambas citas. Resta otro 'cara a cara' en el Foro Jaén de Opinión y Debate, moderado por el maestro Antonio Garrido. La ligera ventaja que otorgaba en enero al PP, 13-12, respecto al PSOE, el barómetro Centra, dependiente de la Consejería de la Presidencia, podría invertirse o igualarse merced a factores emocionales, como la evolución satisfactoria del embrionario proyecto Cetedex o la composición final de la candidatura electoral de cada cual. La esperanza de Millán se localiza precisamente en votos ajenos (del mundo de la empresa y sus contornos) al respaldo tradicional de los socialistas, mientras a González Romo le solivianta el supuesto desapego de la vieja guardia pepera hacia una lista en la que no se reconoce. Julio no es un recién llegado a la gestión de lo público, lleva más de veinte años ejerciendo cargos, ni Agustín un tecnócrata independiente que llegó casi por casualidad al Gobierno de la Junta de la mano de Cs, puesto que reconoce su militancia en el PP desde mucho antes de ser nombrado, en febrero de 2019, secretario general de Empleo de la Junta.
A falta de sólo una semana, la suerte no está definitivamente echada por cuanto el sprint final aún servirá para rebañar los restos de cocientes necesarios para pescar uno o dos concejales del caladero conformado por los indecisos y los abstencionistas potenciales. "Vóteme, por lo que más quiera, que me juego, el domingo, bastante más de lo que usted se imagina". La extrapolación de los más de nueve mil votos en Jaén capital de JM+ en las elecciones autonómicas de junio pasado, bajo el liderazgo hoy del profesor Manuel Carlos Vallejo, se traduciría en 5 concejales. ¿Quién engullirá, en mayor medida, con permiso del bueno de Gabriel Soria, los 4 ediles naranjas de hace 4 años? Que las dos listas a la izquierda del PSOE no tengan garantizadas las dos actas que obtuvo en 2019 una de ellas (cuando Podemos e IU concurrieron conjuntamente); que el inopinado ascenso del disciplinado segundo de a bordo del grupo municipal de Vox, Manuel Ureña, al primer puesto, tosiriano por tosiriana; unido al carácter plebiscitario y de primera vuelta de las elecciones generales (contaminado por alusiones a pactos con bilduetarras y aprovechados comisionistas de la pandemia) de una convocatoria de comicios locales y autonómicos (en doce comunidades), confieren al 28-M tintes enigmáticos.
Mientras, maldita sea, sigue sin llover como Dios manda y sus santos humanizados imploraban en rogativas inútiles. "Maldito sol, malditas entrañas secas, maldito sueño perdido. Maldita pasión dormida, maldita tregua sin paz, maldito trecho no recorrido. Maldito pozo, maldita piedra, maldito vacío. Maldigo el camino del que no vino, yo te maldigo, sediendo desatino". Y si lloviera a cántaros, de aquí al domingo, ¿a quiénes beneficiaría más la buena nueva? ¿quiénes cambiarían gustosamente, así, agua por votos, babas por mocos?