El Expositor

Manuel Expósito

El bullebulle preelectoral

La política, como la vida, es cíclica. Un ciclo que se repite siempre, pero con distintos escenarios y protagonistas. Nacer, crecer, reproducirse y morir...

 El bullebulle preelectoral

Foto: EXTRA JAÉN

Febrero de 2018. La forzada reunificación del PP de Jaén en torno a Juanma Moreno. En un discretísimo segundo plano, a la derecha, Erik Domínguez.

La política, como la vida, es cíclica. Un ciclo que se repite siempre, pero con distintos escenarios y protagonistas. Nacer, crecer, reproducirse y morir. Así surgen, y devienen, por generación espontánea, los liderazgos en los partidos de nuestros pueblos. Así es la vida de un político provinciano. Véanlos en su entorno más cercano: reyezuelos que se rodean de una cohorte de cortesanos, aduladores en su mayor parte, esforzados colaboradores, incluyendo en lugar preeminente a amigos y familiares, que comparten la suerte del number one: en la estrategia y en batalla, en el éxito y en el fracaso, en su progresión y en su declive, en su entrada y en su salida, en la salud y en la enfermedad. Alcaldes y alcaldesas que, desde el mismo momento en que sólo aspiraban a serlo, el día de su anunciación, se hicieron acompañar de un grupo de adeptos, fervientes conmilitones, en cada una de las fases del proceso: de las reuniones sectoriales a las cañas sin tapa, del toma y daca al descanso del guerrero, de la irrupción fulgurante al mutis por el foro. Los alcaldables, que hoy vemos postularse en los municipios de Jaén, por lo general, excepciones honrosas al margen, arriban al proyecto amparados en un clan de gente sin experiencia política que se afilia al partido sobre la marcha y deja de pagar las cuotas cuando ya no pinta nada. Si el timonel se consolida en el poder, a la hora de promocionar y convertirse en diputado provincial, delegado de la Junta o parlamentario, acostumbra a dejar sustituto, de su entera confianza, en principio, para que sostenga la pujanza de la sucursal y todos sigan comiendo perdices. Entonces, eterno e inevitable retorno, reaparece cuantas veces se hace preciso, como si no se hubiera ido, portador de mensajes provenientes de la superioridad orgánica, pendiente de cualquier detalle que pudiera pasársele por alto al nuevo encargado del cortijo. Pero en los relevos abruptos, despedidas no pactadas, producto de la hiel de la derrota, los rictus desecanjados, los desaires indisimulados y las salidas de tono abundan en el claroscuro del hasta nunca jamás. Así son los ciclos en la política doméstica: hoy estás en todos los fregados y mañana no asomas ni por casualidad. Así es la vida.

Viernes pasado. 11 de la mañana. Sede del PP de Jaén. Erik Domínguez, inasequible al desaliento, después de pelearse unos segundos con cables y conexiones, transmite por Youtube la buena nueva de Linares: Auxi del Olmo será finalmente la cabeza de lista y Raúl Caro-Accino la secundará, aceptando -¿a regañadientes?- ir de número 2, incorporándose ipso facto a la militancia y a la dirección provincial en el puesto de coordinador económico, el área donde José Agustín González Romo ocupa la vicesecretaría, el departamento preministerial que controla en Génova 13 el mentor de ambos, Juan Bravo -¡Bravo por Juanele!-. Solución balsámica y salomónica. Sí, pero no. Erik sale airoso, y Juan Lillo -valedor de la candidata-, y el aparato, incapaces de soportar que alguien sin trienios en el partido y que, pese al ruego y la insistencia, abandonó el barco al consumarse el cambio de gobierno, se saliera con la suya. Sin embargo, el asalto al poder en el Ayuntamiento de Linares para todos los contendientes en liza, empezando por el PP, se antoja complejo. Del 5 de julio a esta parte, las opciones del socialista Javier Perales, Santana Jones -y el templo maldito de la moción de censura- han crecido exponencialmente: estable relación con los socios de IU, mano izquierda con CILU, presupuestos aprobados, omnipresencia en los distritos, micropolítica de barrio, Leroy Merlin en camino... Las encuestas internas que manejan los dos grandes, a todas luces impublicables, avalarían la hipótesis de la reedición del PSOE como fuerza más votada. Juan Fernández, Linares Primero, cuentan, erre que erre, se empecinará en ser nominado, aunque luego un juez impidiera su proclamación. El reciente destino laboral en Madrid de Javier Bris, líder de CILU, complejiza aún más el porvenir de la formación localista, entre dos fuegos desde el desalojo de las derechas. El coordinador local de Vox, Alberto Gragera, runrún de bares, estaría intentando convencer al ex dirigente andalucista Fran Aguilera Moreno-Aurioles, que acaba de jubilarse. Pedro Cintero, el más feroz crítico del ex alcalde Caro-Accino en el seno de Cs, competirá para que el respaldo naranja en 2019 no se trasvase plenamente al PP. Panorama preelectoral linarense, pues, abierto e incierto.



Salvar al soldado Ryan cuenta la historia de un paracaidista lanzado tras las líneas enemigas durante el desembarco de Normandía. Juanma Moreno Bonilla sabe positivamente que su soldado Ryan en Jaén tiene nombre y apellidos: Erik Domínguez Guerola. No era suyo, sino casadista, pero, sin desfallecer, está poniendo el máximo empeño en conseguir el más difícil todavía: la Diputación de Jaén. La demoscopia inconfesable de este tris, minuto y resultado, mantendría el 28-M al PSOE de Paco Reyes en su palacio de invierno del convento de san Francisco. En el mejor de los supuestos, calcula el núcleo duro de San Clemente 15, rascarían dos diputados más en el partido judicial de Jaén, merced al crecimiento en la capital y a la desaparición de Cs -5-3-, y otro en el de Úbeda -pasando del humillante 3-0 de hace cuatro años a perder por un dignísimo 2 a 1-. Es decir, en resumidas cuentas, del 16-10-1 vigente a un apretado  14-13 que, siempre y cuando se recuperen Jaén, Andújar y alguna que otra ciudad más -mayor de de 20.000 habitantes-, salvaría al soldado Ryan de la quema. Erik no figurará en la candidatura electoral de su pueblo, Guarromán, toda vez que el único diputado que suele conseguir el PP en el partido judicial de La Carolina está reservado a Chiqui Camacho, alcalde de Bailén y coordinador general del partido, sino que se presentará por la capital -ya lo avancé hace tiempo-: concejal por Jaén y portavoz de la oposición en la Diputación. Con apenas 40 años, tiene toda la vida, y toda su carrera política, por delante. O no.

La última entrega del CENTRA pinta tan de azul el horizonte municipalista del morenobonillismo que dan ganas de comprarle a la muñeca de Elías Bendodo y Antonio Sanz una camisita y un canesú para que el último domingo de mayo no se constipe y caiga en cama con mucho dolor. El PSOE confía en que, al menos, Julio Millán, Antonio Muñoz y Gabriel Cruz aguanten el tirón en Jaén, Sevilla y Huelva, respectivamente, incluso que corra mejor suerte de lo que se pronostica Paco Cuenca, en la ciudad de la Alhambra, por más que la consejera Marifrán Carazo tenga, de antemano, al conjunto de las derechas granadinas a sus pies -del centro derecha a la ultraderecha-, directa o indirectamente. Por su parte, el bloque de izquierdas a la izquierda del PSOE -Podemos, IU y otras confluencias microbiológicas- antepone lo sustancial, sobrevivir, a lo accesorio, viejas e inextinguibles cuitas -por un quítame allá esas pajas-. La izquierda a la izquierda del PSOE, unida, constituye la única esperanza de coalición postelectoral para los socialistas. Abrir a la diestra se torna quimérico. Y si la llave de la gobernabilidad de cualquier PSOE sin mayoría absoluta en el futuro cercano abrirá inequívocamente hacia la izquierda, subrayan determinados ideólogos de la casa común, no estaría mal -ni de más- que se fuera notando ya, sin más demora, en los ayuntamientos que gestionan. Menos incienso y más política social. O sea. En pos del divide y vencerás más recurrente y oportunista, en el Parlamento, hace 4 días, el PP de Juanma Moreno 'dopaba' a Adelante Andalucía -anticapitalistas, ahora andalucistas de izquierdas- con más financiación, 50.000 euros, a costa de Por Andalucía -Podemos + IU + Más País Andalucía-. ¡Bullebulle! ¡Más madera! Esto es febrero, mire usted, a falta de sólo 3 meses y medio para las elecciones municipales, un san Valentín carnavalero y desvergonzado donde las dan y las toman.