Diciembre va de ritos. Puente de la Constitución Inmaculada; acueducto, por demasía, en Andalucía. Sin escapada ni compras exprés, creyente o pagano, no eres nadie. Oremos. Misa de reapertura de Notre Dame, cónclave de dignatarios de la cristiandad, un lustro más tarde de aquel espectacular incendio al que asistimos, todos, en directo. Magna procesión, Sevilla, un rato después, domingo de purísima y oro, en la clausura de un congreso internacional de hermandades. Religiosidad popular frente al fantasma de la secularización. Hágase la luz. Del 3 al 4, sucesivamente, del martes al miércoles, como si estuvieran coordinados, Diputación y Ayuntamiento encendieron, en Jaén, sus iluminaciones navideñas extraordinarias. Mera casualidad, en una relación definida por la mutua desconfianza. Estuvieron a punto de liarla, recuérdenlo, en septiembre, a resultas de la deuda consistorial pendiente con la administración provincial por el tratamiento de la basura y, ahora, cuando Diputación, como en otros ayuntamientos, podía asumir la recaudación por vía ejecutiva de los impuestos locales, el gobierno de coalición PP-JM+, puestos a elegir, prefiere ceder esa gestión a la Agencia Tributaria. Una entente inconcebible hasta que Ayuntamiento y Diputación vuelvan a ser del mismo signo. Afanes disolventes en dirigentes eructantes.
Tras el Día de la Bandera, la exigencia de Rojas Marcos para subarrendar su alma andalucista al presidente Moreno Bonilla, llega la semana -miércoles y jueves, 11 y 12- del debate sobre el estado de la comunidad autónoma (“La vía andaluza para avanzar”, subraya Juanma, en tanto sus detractores insisten en el deterioro de una sanidad pública que se apoya, sin disimulo, en la colaboración privada), siete días antes de las dos últimas sesiones parlamentarias del año -18 y 19-, destinadas al debate final y aprobación del proyecto de presupuestos 2025. Auténtico vía crucis para un líder del principal grupo de la oposición, Juan Espadas, cuestionado insoportablemente de puertas adentro, que tiene que afrontar, además, dos fechas claves en la preparación del congreso regional del 22 y 23 de febrero, en Armilla: ejecutiva andaluza, este martes, 10, y comité director, 20 de diciembre, viernes, posiblemente en Jaén. El encastillamiento de Espadas, pues, ha dejado de tener sentido. El respaldo explícito de Ferraz se resiste, al igual que la adhesión, individual o colectiva, de los secretarios provinciales. “El único, que ha dicho de presentarse, soy yo”. Poco más puede hacer y decir, salvo asumir lo inevitable. Presentación de candidaturas, primera semana de enero. En caso de concurrir más de una, 1 de febrero, elecciones primarias.
Mientras los críticos, a cara descubierta, BAS, aún no han concretado la identidad de su cabeza de cartel (Luis Ángel Hierro lo fue y María de los Ángeles Jiménez Samblás es su máxima responsable en la provincia), los otros críticos, los oficialistas, los peores para la subsistencia del líder actual del PSOE-A, cuña de la misma madera, airean, erre que erre, la opción del bedmarense Juanfran Serrano, adjunto de Santos Cerdán en la secretaría federal de Organización, en el marco de una operación, a año y medio vista, en la que el jiennense ejercería de heraldo de María Jesús Montero, la más que probable rival socialista de Juanma Moreno, allá por junio de 2026. Bien es cierto que, así las cosas, entre calés -sanchistas, todos, al fin y al cabo-, no cabría la buenaventura. Es decir, Espadas tendría que dar el paso al lado antes de comerse el turrón, o el marrón, o lo que sea, con tal de tragar y callar. No crean, hoy por hoy, desde luego, que Juanfran arde en deseos de bajarse a Sevilla. Asentado, política y familiarmente, en la Villa y Corte, la nueva etapa estaría plagada de desafíos e interrogantes, en la ardua tarea de recomponer, en pos de una victoria plausible a medio plazo -solo a medio plazo-, una organización territorial, conformada por 40.000 militantes, que, en buena medida, desconoce. Un cambio, de zona de confort a campo de minas, de retaguardia a primera fila, que pondría enfáticamente a Juanfran Serrano, 36 años, en el punto de mira.
Toda la tensión inherente a la nueva semana política, de manera unívoca, desembocará, el viernes, Santander, al fin, en la esperadísima -más de dos años sin convocarse- Conferencia de Presidentes. La primera oportunidad que tiene el PSOE de trasladar a gobernantes de otros partidos el contenido (in)inteligible de su reciente acuerdo congresual de Sevilla para una mejor financiación de todas las comunidades (La bilateralidad entre el Estado y las autonomías, así como la federalización de la Agencia Tributaria) , o sea, la reforma consensuada del modelo de financiación ante la progresiva salida de Cataluña del régimen común, cupo catalán, tras el controvertido acuerdo suscrito entre PSC y ERC. De la Conferencia de Presidentes al Consejo de Política Fiscal y Financiera, en aras de la normalización. Una suerte de alta política nacional que, en las vías muertas de Jaén, suena a tacones lejanos. Cetedex, tranvía y demasiada ducha fría…
El viernes 13 de la Cumbre de Santander, la Plataforma ‘Campiña Norte contra las megaplantas solares’ ha convocado una concentración ante el Ayuntamiento de Lopera. El parque fotovoltaico ‘Guadame III’, el primero de los tres proyectos análogos promovidos por Greenalia en la comarca, entre Lopera y Arjonilla, lleva ya arrancados 4.000 de los 30.000 olivos que desaparecerían en esta fase inicial. Unos movimientos de tierras y talas de árboles, por cierto, según el colectivo contestatario, que carecen de cualquier autorización o supervisión por parte de los dos ayuntamientos concernidos. Campaña oleícola. La liturgia de los primeros tiritones. La irreflexiva pulsión decembrina, en tiempos de abundancia, de tirar los precios. Operaciones de aove, en origen, por debajo ya de los 5 euros/kilo. Los subterfugios especulativos de quienes manejan el mercado surten los efectos (in)deseados. No aprenderemos jamás. Hoy es ayer. ¿Conoce usted mucha gente que muriera en el lecho de su padre? Pues aquí la tienen, de cuerpo presente.