El Expositor

Manuel Expósito

La Marimorena

Crónica política de la semana de Manuel Expósito Moreno

 La Marimorena

Juan Espadas se dirige al Comité Director.

En un abrir y cerrar de ojos, Nochebuena. Para los amantes de las vísperas, los días crepusculares del inicio solsticial del invierno mantienen el sarpullido del enfrentamiento fratricida entre las dos Españas, en juzgados, redes sociales y sede parlamentaria, a flor de piel. Pica y rasca. Tinieblas espesas. Ojalá reviente el enemigo justo antes de que nazca el Niño Dios. Ande, ande, ande… El jerezano Antonio Sanz, consejero de la Presidencia, sobre el cajón, y el diputado Jorge Saavedra y el jefe de seguridad de las Cinco Llagas, Jacinto Cruz, a la guitarra, pusieron el compás. El presidente Juanma Moreno Bonilla no cabía en sí de gozo. Tras aprobar los presupuestos andaluces 2025, PP y Vox, el jueves, ante el parón navideño, cerraban las sesiones parlamentarias recuperando la tradición, enterrada por la crisis del ladrillo y los desahucios hace 12 años, de hacer coro entre escaños interpretando villancicos aflamencados, empezando por La Marimorena. Los tres grupos de izquierdas, refrendadas unas cuentas que -a su parecer- no revierten el creciente deterioro de la sanidad y la educación públicas, nada que celebrar, hicieron mutis por el foro. Ni deseos impostados de buena voluntad, dadas las fechas, ni leche frita. El líder del Partido Popular jiennense, Erik Domínguez, apasionado de la Torá judía, cara de circunstancias, tocaba las palmas. “Una estrella se ha perdido y en el cielo no aparece”. El pleno de capitales andaluzas con alcaldía del PP, nacido de las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023, sufre la pérdida de la única de ellas donde los populares no fueron la fuerza más votada. Tanto fue el cántaro a la fuente que, casi sin agua con la que saciar JM+ su sed histórica de inversiones insatisfechas, terminó hecho añicos en los prolegómenos de la Navidad. Una política deshumanizada que dejará sin empleo a una decena larga de gerentes y cargos de confianza del PP, a muy pocas horas de la llegada de sus majestades los Reyes Magos. Viernes, último pleno ordinario, apenas un cuarto de hora, para aprobar un nuevo Plan de Vivienda y Suelo y el protocolo consistorial con el Consorcio del Transporte Metropolitano, así como dar conocimiento del cese en sus competencias de los tres concejales de JM+ y de la carta enviada por el alcalde González Romo, henchida de frustración y rabia, a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por la prometida refinanciación de la deuda municipal a partir de la moción de censura, y no antes. Agustín, desabrido, aludió en su intervención al conocido poema que Rudyard Kipling concibió para aconsejar a su hijo en situaciones especialmente adversas, como la suya, ése que asevera “Si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho, tergiversada por bribones para hacer una trampa a los necios, o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu vida”, ése que mete asimismo el dedo en su propia llaga, “Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor todos la pierden y te echan la culpa; si puedes confiar en ti mismo cuando los demás dudan de ti, pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda”, en proceso de reinvención hacia el día después del 2-E.

Mañana agitada de viernes, del efímero pleno de la amargura agustiniana, en el Ayuntamiento, al Comité Director del PSOE-A del discurso de cuasi despedida de Juan Espadas ("Esta Ejecutiva da paso y peso a la militancia. Es el momento de la renovación de este proyecto para hacerlo más fuerte"), en el hotel HO, protagonismo máximo para un regidor renacido, Julio Millán. Todas las cámaras centradas en él y en el gran hacedor en la sombra de la moción de censura, Juanfran Serrano, a la sazón la gran esperanza panciverde para la reconstrucción del ‘Estilo Jaén’, en el marco zozobrante de un socialismo andaluz que no progresa adecuadamente como principal alternativa opositora. El 7 de enero se empezarán a registrar las precandidaturas y, de concretarse más de una, primarias fijadas el 1 de febrero, 21 días antes del XV Congreso del PSOE-A, anunciado en Armilla. El alma de la dirigencia sigue creyendo que las mejores primarias son las que no se celebran. Por eso, los rostros circunspectos de la primera fila, mientras Espadas se dirigía a los 230 miembros presentes -sobre un total de 421 que lo conforma- del máximo órgano entre congresos, quorum justito, mostraban la trascendencia jeroglífica de un envite que parecen adivinar todos menos el secretario general. Se quiera enterar del mensaje cifrado o no, Juan Espadas, el proceso ya está irreversiblemente en marcha. La construcción del relato de Ferraz sitúa al Gobierno central volcado con Jaén, reducto de poder del PSOE, de la alcaldía capitalina a la Diputación, de Úbeda a Martos, en su reconquista de Andalucía. La consumación de la moción de censura de Jaén no requirió de concreciones en torno a la reducción de una deuda a refinanciar que parte de casi 600 millones de euros. ¿Cómo, cuánto, cuándo y de qué manera? En lo sustancial, daciones de terrenos en pago y recorte de la plantilla de personal -tasa de reposición muy inferior a las jubilaciones que se vayan produciendo-. La recaudación en ejecutiva, otrosí, podría pasar a ser gestionada por la Diputación y, en el reparto de concejalías, María Espejo no está dispuesta a renunciar a Cultura. Tiras y aflojas. Ellos, también, los de JM+, se saben muy bien, al dedillo, la versión más coloquial de la letra de La Marimorena: “En el portal de Belén, hay un cochino colgado, el que quiera carne fresca, que vaya y le tire un bocado…”. Pues eso, a ver quién se come el marrano.