Acepta ocho años de cárcel por corromper a menores en una red social
El joven, de 27 años, se declaró culpable en la Audiencia de Jaén y deberá pagar además una multa por posesión de pornografía infantil
Foto: EUROPA PRESS
El acusado delante del tribunal que le ha juzgado
Un joven de 27 años se ha declarado culpable y ha aceptado ocho años de cárcel por corrupción de menores a través de una red social. Además, deberá abonar una multa de 900 euros por posesión de pornografía infantil.
El acusado, que se encuentra en prisión provisional desde noviembre de 2023, ha llegado a la Audiencia de Jaén conducido por agentes y con el rostro y la cabeza cubierta por la capucha de una sudadera. Ante el tribunal, y a instancias de la presidenta del tribunal, el joven ha descubierto su rostro para admitir los hechos y mostrar su conformidad con las penas solicitadas por el Ministerio Fiscal.
Aunque inicialmente desde Fiscalía se le reclaman 12 y medio de prisión, finalmente, en aras a lograr la conformidad, se ha reducido la pena a ocho años de prisión y multa de 900 euros. En concreto se le ha condenado por dos delitos de agresión sexual a menores y por posesión de pornografía infantil.
Con su conformidad, el acusado ha admitido que pervirtió a dos menores, de 11 y 9 años, con los que contactó a través de un perfil falso en una conocida red social donde se hizo pasar por un menor de edad.
Los hechos, según la calificación del Ministerio Público, recogida por Europa Press, se remontan a 2023 cuando el acusado, tras hacerse pasar por un menor en TikTok, propuso a un niño de 11 años obtener monedas virtuales que solo podían emplearse en el juego Roblox. Para ello, el menor y su hermana, de 9 años, "tenían que participar en diversos retos de contenido pornográfico que serían grabados por el acusado".
Los retos consistían en superar un total de cinco pruebas, todas ellas de carácter sexual más o menos marcado y que tenían que ser grabadas por el acusado. Los menores, "embaucados ante la posibilidad de conseguir esas monedas para jugar al referido juego y en la creencia de que interactuaban con una persona de su misma edad" accedieron y cumplieron las pruebas.
En la última de las pruebas fueron sorprendidos por un tío y abuela de los menores. Los pillaron encerrados en la habitación cuando "mantenían una videoconferencia con el acusado por teléfono" y éste grababa a los dos pequeños.
De esta forma, se interpuso la correspondiente denuncia y la Guardia Civil, tras la autorización judicial del volcado de los datos de los teléfonos móviles del acusado, localizaron un total de 130.000 imágenes de contenido sexual con menores, así como 3.000 videos y 7.000 audios del mismo contenido.
Además de la pena de prisión, la condena a este joven incluye once años de libertad vigilada y 16 años de prohibición de acercarse o comunicarse con las víctimas. También se pide que se le imponga la inhabilitación especial durante 15 años para cualquier profesión, oficio o actividad, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad.
En concepto de responsabilidad civil se le condena a indemnizar a la tutora de los menores en la cantidad de 1.000 euros para cada uno de ellos por los daños morales causados.