Primer fin de semana ‘normal’ de noviembre. En realidad, ha sido el segundo, teniendo en cuenta que el anterior fue el del día 1 de todos los Santos. En qué momento se me ocurre ir un sábado por la tarde al centro comercial a recoger el dorsal para la media maratón de Jaén pudiéndolo recoger antes de la carrera. En fin, es lo que tienen los fines de semana, que cualquier plan menos quedarse en casa es bueno.
Tras más de media hora para poder atravesar uno de los accesos debido al tráfico que colapsa los alrededores, conseguimos llegar. ‘Mira papá, todo el escaparate con adornos de navidad’, me dice Guillermo. Christmas is coming! No se han marchitado aún las flores dejadas a nuestros difuntos cuando la Navidad ya ha llegado, si no a nuestras casas, sí a nuestros bolsillos. Consumismo en su máxima expresión.
Según un estudio de la Asociación Española de Consumidores sobre la pasada campaña de Navidad 2024-2025, se estima que cada jiennense gastó una media de más de 1.000 euros ‘extras’ durante el periodo navideño, incluyendo alimentación, regalos, adornos, lotería… Poco, se le antojará a usted, teniendo en cuenta que cada vez consumimos más y los precios están más caros. De hecho, en octubre de 2025 fueron un 3,1% más altos que en el mismo mes del año anterior (octubre de 2024).
La forma en la que compramos, en la que consumimos, ha cambiado. Los cascos antiguos de las ciudades se van vaciando de comercios tradicionales, que cierran sus puertas en favor de las grandes cadenas que se instalan, las mismas en todos sitios, bien en su lugar, bien en centros comerciales, resultado de la globalización, fenómeno del que se hablaba hace ya más de 40 años. ¿Les suena?
Pero ya no hay que salir de casa para gastar. A golpe de click, podemos acceder al producto que necesitemos, en la época del año que queramos. Un comercio, el online, que está en constante crecimiento, aunque se siga prefiriendo la tienda física. En el caso de la provincia de Jaén, los datos dibujan a un consumidor muy activo online, pero que mantiene hábitos de compra física muy arraigados, dándose un fenómeno en la actualidad híbrido, ya que la mayoría de los consumidores utilizan ambas formas de compra de manera combinada.
Yo confieso que también me decanto por el método híbrido. Buceo en internet en busca de productos que me cuesta encontrar a pie de calle -o de pasillo de centro comercial-, aunque sigo yendo a comprar a la tienda. El sábado tarde, si hace falta. Los mantecados, que ya he encargado, no los compraré por internet. Algún que otro regalo para Reyes, sí.
