Comienzan las visitas guiadas a los trabajos en las ruinas de San Miguel
"La filosofía de este programa es que la gente pueda visitar los avances en la intervención mientras se sigue actuando en los restos", ha explicado Higueras
Foto: EXTRA JAÉN
Primera visita a San Miguel con el programa 'Abierto por obras'.
El programa de visitas guiadas 'Abierto por obras' para conocer los trabajos arqueológicos de las ruinas de San Miguel, en el casco antiguo de Jaén, ha comenzado este martes. Se trata de una iniciativa anunciada hace cinco meses, cuando comenzaron las intervenciones para poner en valor los restos de esta antigua parroquia -Bien de Interés Cultural (BIC) y en la Lista Roja del Patrimonio de la asociación Hispania Nostra-, que están "arrojando espectaculares hallazgos" sobre el mismo edificio y la historia de la ciudad.
El alcalde, Julio Millán, y el concejal de Cultura, José Manuel Higueras, han acompañado al primer grupo que ha participado en estas visitas, formado por miembros del comité multidisciplinar de técnicos y expertos que asesora al Ayuntamiento en este proyecto y representantes de asociaciones culturales y colectivos vecinales.
Los visitantes han conocido de primera mano los trabajos ejecutados hasta el momento en una iglesia que estaba abandonada y que en los últimos meses "está siendo redescubierto" conforme avanza la intervención arqueológica, tanto en la antigua iglesia como en las cinco viviendas que fueron adosadas a la misma ocupando parte del templo original.
Por ello, para hacer partícipe a la ciudadanía de los hallazgos y de la historia que el edificio ha encerrado durante siglos, el Ayuntamiento ha organizado durante este mes de abril una serie de visitas guiadas para grupos reducidos de diez personas por turno.
En concreto, se ha programado para el lunes por la tarde, a las 17,00 horas, y otros dos turnos el viernes por la mañana, a las 11,00 y 12,00 horas, respectivamente. Para participar hay que inscribirse previamente llamando por teléfono a la Oficina de Turismo (953 190 455) y como máximo, sólo se podrá realizar dos reservas por llamada.
"La filosofía de este programa es que la gente pueda visitar los avances en la intervención mientras se sigue trabajando en los restos, siempre dentro de un plan de seguridad aprobado y con todas las medidas de prevención, por eso las visitas no pueden ser muy numerosas y tienen que estar muy controladas", ha explicado Higueras.
ESTUDIO
El edil ha subrayado la importancia de que la sociedad conozca este tipo de intervenciones, sobre todo, al tratarse de una actuación que es duradera en el tiempo "porque hay que ir analizando paramento por paramento acompañado del estudio documental".
Al hilo, valorado que los trabajos "están dando resultados fantásticos", como el hallazgo de restos de frescos góticos y otros posteriores renacentistas que siguen en estudio por si pudieran ser identificados los autores, una vez que el Ayuntamiento ha digitalizado para su análisis los libros de fábrica de la Iglesia que hace referencia los siglos XVI-XVIII.
"Poco a poco vamos desengranando un lugar que en el futuro queremos que sea una ruina arqueológica visitable, incorporado al barrio como un espacio público y un atractivo turístico y cultural más", ha dicho. Además, el concejal de Cultura ha apuntado que se está estudiando la posibilidad de volver a recuperar la portada, ahora en el Museo Provincial, mediante una réplica en 3D.
De esta manera, a largo de este año 2023 continuarán los trabajos tras esta primera fase de estudio arqueológico que está siendo la más duradera y trabajosa por el estado en el que se encontraba el templo, abierto al culto hasta 1874, cuando se procedió a su posterior venta y demolición parcial. De hecho, una buena parte de sus vestigios quedaron embutidos en las viviendas del entorno que se salvaron de este proceso.
ARCOS, MÉNSULAS Y FRESCOS
Entre lo rescatado hasta el momento, hay también arcos apuntados y ménsulas labradas del siglo XIV y XV sobre las que descansaban las bóvedas del templo, tras el desescombro coordinado y sistematizado realizado por los arqueólogos y técnicos municipales.
Igualmente, se han identificado nuevos frescos y decoraciones de yeso en las capillas que han surgido de las viviendas, además de parte del altar y el ábside de la iglesia. Son decoraciones que coinciden con la época de mayor esplendor de la iglesia, probablemente de los siglos XVI y XVII.
Los técnicos han detectado además restos de construcciones de mucho tiempo atrás que con cautela hay que estudiar. Se trata de sillares tallados, columnas y diversos elementos que hacen pensar al equipo de arqueólogos que pudo existir un edificio previo de época romana sobre el que se edificó en parte la iglesia de San Miguel.
La documentación que existe sobre la iglesia de San Miguel la sitúa abierta al culto en el siglo XV, con una influencia gótica notable. Ya en el siglo siguiente se produce su ampliación y se convierte en templo de referencia. En la documentación extensa que acompaña a este proyecto en licitación se detalla que el templo tenía una factura similar a las iglesias de San Bartolomé y San Andrés con planta basilical y tres naves.
Tras su demolición parcial a finales del siglo XIX, una buena parte de sus vestigios quedaron embutidos en las viviendas del entorno que se salvaron de este proceso. Entre ellos, sobresalen restos del ábside, el muro de la sacristía, una capilla y cripta laterales y el arranque de una de las torres.
San Miguel es un Bien de Interés Cultural que se asienta en uno de los barrios más antiguos de la ciudad, dado que se levanta en lo que fue la antigua Aurgi romana, lo que hace pensar a los expertos que puede haber restos de esta civilización en el subsuelo.
Del mismo modo, y al igual que ocurre con otros templos jiennenses, como la Catedral y la Magdalena, muy cercana a San Miguel, es plausible que bajo lo que fue el templo cristiano en el que se intervendrá, se localicen testimonios de un lugar de culto musulmán, una mezquita, como ocurre con la aljama sobre la que se edificó la seo.