José Ríos propone convertir ‘La Victoria’ en un futbolín gigante

El artista jiennense José Ríos, que en unos días comenzará a pintar en Almuñécar el mural más grande del mundo, cuya noticia, adelantada por EXTRA JAÉN, ha sido difundida por medios de todo el país, propone ahora una intervención en el recién remodelado exterior del estadio de “La Victoria” del Real Jaén, propiedad del Ayuntamiento de la capital.

José Ríos ha lanzado la idea de convertirlo en un gran futbolín. “Se trataría de una intervención escultórica que daría la vuelta al mundo y recibiría miles de visitas”, explica. “El futbolín es una adaptación de lo macro a lo micro, del fútbol grade a una interpretación pequeña del juego. Ahora sería hacer lo contrario, convertir el exterior del campo en un futbolín gigante, único en el mundo del fútbol.”, añade.

Entre sus trabajos más recientes se encuentra el mural realizado en el barrio del Almendral, muy aplaudido por los vecinos, y la fachada de la farmacia Ramírez Sáenz, “una apuesta privada arriesgada y valiente, una forma de poner en valor el negocio a través del arte”, que goza de un constante trasiego de público en la calle Martínez Montañés.

Al artista le satisface este tipo de trabajos “mucho más que un cuadro, que lo haces en tu casa y va a casa de otra persona y solo lo disfruta quien lo tenga colgado en su casa, mientras que cuando se hace algo en la calle lo está disfrutando todo el mundo. Ahí te sientes más satisfecho porque tiene más público”, explica José Ríos.

Recientemente, en Mengíbar, ha realizado una recreación del Arco de Augusto, uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de los últimos años, de grandes dimensiones, y que en su día sirvió de frontera entre las provincias Tarraconense y Bética. La obra de Ríos es esquemática y se encuentra instalada en la rotonda de entrada a la localidad “para que la gente tenga una idea de las dimensiones que tenía. Era un monumento espectacular que se veía a kilómetros de distancia en su época”, explica.
La obra se acompañará más tarde con un pedestal que incluirá una moneda romana con la ciudad de Iliturgi grabada en una de las caras y el dios Jano, el dios de las puertas, de la transición, a quien estaba dedicado el arco, en la otra.