La Subdelegación del Gobierno se convierte en "espacio cardiosaludable"

Tras instalar un desfibrilador automático externo (DEA) en el vestíbulo

 La Subdelegación del Gobierno se convierte en "espacio cardiosaludable"

Foto: EXTRA JAÉN

Personal de la Subdelegación del Gobierno se forma en el uso del desfibrilador

La Subdelegación del Gobierno de España en Jaén se ha convertido en "un espacio cardiosaludable" después de instalar un desfibrilador automático externo (DEA) en el vestíbulo con el que se mejoran también las condiciones de salud laboral.

Este aparato, junto con la formación en reanimación cardiopulmonar (RCP) y soporte vital básico (SVB), juega un papel esencial a la hora de aumentar las probabilidades de éxito al intervenir ante un paro cardíaco, según ha explicado este miércoles la Subdelegación.

En concreto, doce funcionarios han sido capacitados adecuadamente para el manejo de los desfibriladores y están autorizados para su uso. Esta formación "facilita una respuesta más eficaz, permitiendo a cualquier individuo actuar hasta la llegada e intervención de los servicios de emergencia".

Cuando se produce una parada cardíaca fuera de un centro sanitario, la intervención inmediata de personas no sanitarias, pero capacitadas en técnica de reanimación cardiopulmonar y en la aplicación temprana de desfibrilación, "constituye un componente esencial para mantener la cadena de supervivencia".

En este sentido, en una situación de emergencia, la disponibilidad de un desfibrilador de acceso público puede marcar una gran diferencia para la persona afectada. La presencia de este dispositivo, junto con personal capacitado para su correcta utilización, puede salvar la vida del paciente gracias a una respuesta rápida por parte de quienes están presentes en un momento crítico.

Finalmente, se estima que la supervivencia tras una parada cardíaca puede triplicarse cuando ocurre en un lugar con acceso a un desfibrilador y personal con conocimientos básicos sobre cómo actuar ante esta situación, ya que las probabilidades de supervivencia de una víctima decrecen drásticamente con cada minuto que transcurre sin tratamiento.