Las lluvias causan daños en el castillo de Villardompardo

La torre norte y un muro interior se han derrumbado

 Las lluvias causan daños en el castillo de Villardompardo

Foto: Extra Jaén

Imagen de los desperfectos

La torre norte y un muro interior del Castillo de Villardompardo (Jaén), cuyo origen se remonta al siglo XIII, han sufrido daños como consecuencia de filtraciones tras las lluvias acumuladas durante el pasado mes de marzo.

Así lo ha indicado este miércoles el alcalde, Francisco López, quien ha explicado que, "debido a las lluvias", se ha derrumbado parte de un muro interior situado en la zona norte de este enclave, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).  "Se ha ido filtrando el agua y se ha venido abajo, de modo que habrá que retirar el material que se ha caído y consolidarlo para que el agua no siga el agua haciendo daño en la muralla", ha comentado.

El alcalde ha matizado, no obstante, que "lo que más preocupa es una grieta que se ha abierto en la torre norte". Se trata de una estructura defensiva junto a la antigua puerta de codillo de acceso al castillo que salió a la luz en el marco de los trabajos que impulsa el Consistorio para recuperar el foso.

Al respecto, ha explicado que, junto a la Universidad de Jaén, se está llevando a cabo las excavaciones arqueológicas del foso, en esta zona norte, en la que no se intervino con la rehabilitación inaugurada en 2021. Ya "en la primera campaña, se colocaron unos puntales" en la torre, puesto que presentaba una "oquedad importante".

"Ahora se ha abierto una grieta de abajo arriba importante y, si no hubiera sido por los puntales, pues seguramente hubiéramos perdido la torre, por lo que hay que actuar también ahí de urgencia y consolidar la base de la torre para no perderla", ha afirmado.

En este sentido y tras aludir a la elaboración de "un estudio de intervención y una memoria valorada", López ha confiado en tener apoyo de las administraciones para hacer frente al coste de estas actuaciones, dados los recursos limitados de los que dispone un ayuntamiento pequeño como el de Villardompardo.

"Creo que, por ejemplo, la Diputación se va a volcar, como ha anunciado en Arjona", ha dicho en alusión al derrumbe que sufrió el pasado domingo parte de la muralla del Alcázar de este municipio y ante el que la Administración provincial ha indicado que estudia fórmulas de colaboración.

CAMBIOS A LO LARGO DE LOS SIGLOS
El origen del Castillo de Villardompardo se remonta al siglo XIII, aunque fue convertido en castillo-palacio en la segunda mitad del XIV y fue nuevamente renovado en la primera mitad del XVI y a finales del XVIII.

En época islámica, Villardompardo no era más que una pequeña alquería que, tras la conquista cristiana en 1245, el rey Fernando III el Santo concedió a don Pedro Aznar Pardo, quien levantaría la fortaleza. En tiempos de Felipe II la villa se convirtió en cabeza de condado y Fernando de Torres y Portugal, conde de Villardompardo, sería el encargado de realizar la transformación del castillo en residencia palacial.

Finalmente, fue incorporado al marquesado de Bélgida, en el que permaneció hasta el siglo XVIII. Fue ya en la década de los 80 del pasado siglo XX cuando el Ayuntamiento logró hacerse con la propiedad de este enclave.

Es un recinto de forma tropezoidal. La torre del homenaje se sitúa en uno de sus ángulos, su planta rectangular y mide unos 20 metros de altura. Presenta cuatro plantas en las que se remodelaron los vanos abriendo grandes ventanales con arcos escarzanos. La fábrica de la torre es de mampostería y las esquinas son de sillarejo.

Su portada del siglo XVI, de gran sobriedad clasicista, es representativa de su uso palaciego: un arco de medio punto moldurado con grandes dovelas despiezadas con ménsula en la clave, apeado sobre pilastras de grandes dimensiones, y sobre él un bello escudo, bien labrado, del primer Conde de Villardompardo, Fernando de Torres y Portugal.