Noventa quebrantahuesos han nacido en una década en el centro de Cazorla
Un total de 90 quebrantahuesos ha nacido desde el año 2015 en el Centro de Cría Guadalentín, ubicado en Cazorla

Foto: María José López / E. P.
Una pareja de quebrantahuesos en el Centro de Cría Guadalentín.
Un total de 90 quebrantahuesos ha nacido desde el año 2015 en el Centro de Cría Guadalentín, ubicado en Cazorla y que se ha convertido en un "referente mundial en la cría en cautividad de la especie".
De los pollos nacidos en esta década, 88 salieron adelante. De ellos, la gran mayoría se ha soltado en los diferentes puntos de liberación de la especie en Europa y algunos permanecen en cautividad para mantener el 'stock' reproductivo cautivo, según han informado a Europa Press desde la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente.
Los últimos nacimientos se han producido entre el 25 de febrero y el 25 de marzo de 2025. Han sido siete y está previsto que dos de ellos sean transferidos a la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ); mientras que otros dos serán liberados en Vercors (Francia) y tres, en Cazorla.
El centro Guadalentín "se ha convertido en referente mundial en la cría en cautividad" de esta ave necrófaga que se extinguió en la comunidad andaluza en 1986. En primer lugar, por "el elevado número de pollos que nacen anualmente en sus instalaciones", que representa entre el 25 y el 40 por ciento de todos los nacidos en la red de cría internacional. En 2024, batió el récord de nacidos en un año, con once ejemplares.
A ello se une que todas las parejas del centro cazorleño están capacitadas para realizar adopciones dobles de pollos. Algo que "ha desembocado en que, además de los pollos nacidos aquí, también se crían pollos procedentes de otros centros de cría europeos cuyas parejas no pueden criarlos por cualquier motivo".
Junto a los pollos nacidos en el centro Guadalentín, la Consejería ha aludido a otros siete cedidos por el Gobierno de Aragón a través de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), procedentes de la población pirenaica.
Es posible gracias al convenio de colaboración firmado hace dos años entre los gobiernos aragonés y andaluz, la FCQ y la Vulture Conservation Foundation (VCF) para el intercambio de pollos con el objetivo de aumentar la diversidad genética de las poblaciones liberadas en Andalucía y Picos de Europa.
El proyecto de reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía se inició en 2006 con aves criadas en cautividad y en el marco del Programa Europeo de Especies Amenazadas EEP (European Edangered Species Programme). Desde esa fecha, se han liberado en la comunidad 90 ejemplares nacidos en diferentes centros adscritos a este programa europeo, incluido Guadalentín.
SISTEMA DE LIBERACIÓN
El programa que desarrolla la Consejería pretende conseguir una población autónoma y estable en la región mediante la liberación de jóvenes ejemplares por el sistema de la cría campestre o 'hacking'. Con esta técnica, originalmente utilizada en cetrería, se persigue lograr que el ave asimile el área de la suelta como su lugar de nacimiento y, por tanto, regrese a ella para asentarse y reproducirse.
De este modo, aunque durante los primeros años pueden llegar a realizar grandes desplazamientos, cuando alcanzan la edad reproductora --que es tardía, entre los siete y diez años--, regresan a sus orígenes y se fijan al territorio, "donde con un poco de suerte formaran pareja y tendrán descendencia".
El 'hacking' consiste en liberar a los jóvenes ejemplares en un nido habilitado en altura en una oquedad o pequeña cueva, simulando las características naturales de los nidos que los quebrantahuesos construyen en la naturaleza.
Se liberan con aproximadamente 90 días de edad, aún les quedan cerca de un mes para empezar a volar, pero ya son capaces de alimentarse por si solos. La comida se les deposita en las cuevas a través de unos tubos de modo que no tienen contacto con el ser humano.
En la naturaleza, un quebrantahuesos puede llegar a vivir 40 años (bastantes más en cautividad) y aunque a veces ponen dos huevos por nido sólo sobrevive uno de los dos pollitos. La reintroducción se ha centrado en estos años en los parques naturales de las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) y de Castril (Granada).
A la espera de la campaña de suelta de este año, en 2024 se llevó a cabo la decimonovena y hasta ahora última. Con ella se planteó el inicio de una nueva fase y ampliar territorios de suelta para lograr recuperar todas las zonas históricas donde está especie estuvo presente. En concreto, el año pasado se liberaron siete pollos, cuatro en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas y tres en el Espacio Natural de Sierra Nevada.
Aparte de las sierras donde se ha venido desarrollando la reintroducción --los citados parques de Cazorla, Segura y las Villas y Castril--, la especie cada vez se distribuye espacial y temporalmente por más territorios. Así, ya frecuente observarla en Sierra Nevada, Sierra Mágina, Sierras Sur de Jaén, Sierra Arana y Sierra de Huétor Santillán y en las limítrofes Albacete y Murcia.
POBLACIÓN SILVESTRE
La población silvestre de quebrantahuesos en Andalucía ha sido estimada en 65 ejemplares. Es "una cifra considerable, que cada año aumenta gracias a la introducción de ejemplares procedentes de los centros de cría y a los nacimientos de la población silvestre que cada año aumenta".
En este ámbito, cabe destacar que han sido 16 los pollos nacidos en la naturaleza desde 2015, cuando nació el primer pollo en libertad en lo que supuso "un hito en su conservación", pues desde que se extinguió en 1986 en la comunidad no había vuelto a criar libremente.
Junto a los esfuerzos realizados en la cría en cautividad, en la liberación de ejemplares y de su seguimiento, "gran parte del éxito del proyecto se debe a los esfuerzos que la Consejería viene realizando desde 2002, año en que se empezó a aplicar la Estrategia Andaluza para la Erradicación del Uso Ilegal de Cebos Envenenados".
Y es que la extinción en Andalucía de esta ave necrófaga que se alimenta fundamentalmente de huesos se produjo en los años 80 del siglo XX como consecuencia, sobre todo, del uso del veneno.