Antero Jiménez gana el tercer premio internacional de dramaturgia de México

‘La última esclava de Guadín’ gana el tercer premio del 14º Concurso Internacional de Dramaturgia ‘Víctor Hugo Rascón Banda’

 Antero Jiménez

Foto: EXTRA JAÉN

Antero JIménez.

El jiennense Antero Jiménez ha sido reconocido con el tercer premio del 14º Concurso Internacional de Dramaturgia ‘Víctor Hugo Rascón Banda’, convocado por la Agrupación de Periodistas Teatrales de México, con su obra ‘La última esclava de Guadín’. Ha sido reconocido entre 40 escritores, de los que sólo cuatro eran españoles.


El primer premio fue para ‘La resurrección de la libélula’, de Arturo Amaro; y en segundo lugar, ‘Viola París’, de Gilda Salinas.



Desde la organización se han comprometido al montaje de las obras. “Generalmente sólo se otorga al primer premio, pero por la calidad de los participantes, ayudarán al montaje de las tres ganadoras”, explica Antero Jiménez, agradecido por el reconocimiento.

Antero Jiménez es Premio María Zambrano de Poesía, ha sido reconocido como escritor por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y en 2009 ganó Premio de Cultura del Ayuntamiento de Torredelcampo por su contribución al mundo del Arte y de las Ciencias a través de su amplia obra literaria, didáctica y científica.

Es autor de las novelas ‘El jardín de las ardillas’, ‘La maldición del corregidor’, ‘Los hombres de blanco’ y ‘Tras la cortina de encaje’, entre otros títulos.

La última esclava de Guadín
Según explica el autor en su página web, ‘La última esclava de Guadín’ es una tragedia en dos actos. El tema, por manido, no deja de tener una gran actualidad ya que, desgraciadamente, se repite día a día desde tiempos ancestrales y con diversos enfoques, ha sido tratado por la dramaturgia de todos los tiempos.

‘El Alcalde de Zalamea’ puede que sea la obra más conocida popularmente y seguramente, la más representada debido a que Calderón de la Barca toca en ella, magistralmente, todos los registros del tema, desde la afrenta física y moral a la venganza pasando por lo que podríamos considerar como “la justicia del pueblo”.

‘La última esclava de Guadín’ vuelve a recoger el mismo tema pero sobre hechos distintos y en época también distinta, pero sobre todo, en ella está contado de otra manera de forma que la tragedia, sin diluirse, queda suavizada al ser representada en un escenario en el que prima el espectáculo y las formas: entre lo clásico y lo moderno. No se trata sólo de incidir sobre un determinado tema, sino de estimular en su representación las emociones.

La acción transcurre en el siglo XX, en los años 60, (equivalentes a los años 20 para ese lugar), en una cortijada de Canones, Las Mordinas, situada en la comarca de Bara y próxima a Guadín, en la provincia de Granada.

Mediante una práctica espiritista, la tía Luisa puede contar algo que aconteció casi un siglo antes. A partir de la representación paranormal, hay dos escenarios, el secundario es la continuación en el mismo tiempo de las primeras escenas.

En el escenario principal, la acción es consecuencia de efectos paranormales y transcurre en tiempos pretéritos, unos 90 años antes. Las escenas están impregnadas del ambiente rural de esa comarca.

El personaje central, la tía Luisa es una anciana de unos ochenta años, que, a pesar de haber vivido siempre en el campo, es poseedora de una gran cultura, más allá de la filosofía y del saber popular.

Ha compartido con su difunto esposo la lectura de toda clase de libros y su prodigiosa inteligencia ha sabido asimilarlos creando una filosofía muy personal y optimista… Le gusta el misterio y todo su mundo lo envuelve con un sutil velo de enigma.