Tres puntos y una pésima imagen
El Real Jaén sumó los tres puntos frente al débil UD Maracena, pero no despeja los fantasmas del pésimo juego que viene desarrollando durante toda la temporada
El Jaén vence, pero no convence.
De pena. Este es el resumen perfecto del encuentro de hoy pese al marcador cosechado. El conjunto dirigido por Emilio Fajardo volvió a hacer un encuentro desastroso en todas las líneas de juego. Sin control en el centro del campo, sin llegada, y sin capacidad de cortar con seguridad las jugadas de contragolpe de los visitantes. Usando términos unamunianos, Venció, pero no convenció
Sólo dos jugadas aisladas de las bandas del Jaén, con centros de Joseliyo y Óscar Lozano, llegaron con claridad al nuevo delantero jienense Carlos Fernández, que fue capaz de atravesar la portería del ex cancerbero lagarto David García. El resto del encuentro, lo de siempre. La posesión y las jugadas más claras fueron para los granadinos, que incluso dispusieron de la más clara al inicio del encuentro con el remate de Raúl Fernández. Se llegó al final de los 45 minutos con el conjunto blanco encerrado en su área, aunque todavía sin un claro peligro del Maracena.
En la segunda parte volvieron a aparecer los fantasmas que acompañan al equipo durante toda la temporada. El miedo a tener el balón en los pies, hizo que los granadinos se volcaran en la portería de Javi Sánchez, y en una de tantas llegadas, fue Somavilla, hijo del mítico jugador del Real Jaén, el que acortara distancias con un gran remate desde la frontal.
Pese a los intentos de Fajardo de mover el avispero realizando algunos cambios, fue el Maracena el que estuvo más eficaz en estos movimientos y sus modificaciones tácticas, con la entrada de Neskes, las que generaron más peligro en la portería local, hasta el punto de pedir un penalti en los últimos minutos del encuentro.
El resumen es sencillo, y viene siendo la tónica de la temporada. Un equipo muy débil mentalmente, que se encuentra a años luz de lo que prometía el entrenador a principios de temporada (sin mencionar lo que se vio en La Victoria la pasada campaña) y que, todo apunta a que lo que queda de temporada, se va a hacer muy cuesta arriba para conseguir el objetivo del tan ansiado ascenso.