El Expositor

Manuel Expósito

La Salud es lo que importa

Crónica política de la semana de Manuel Expósito Moreno

 La Salud es lo que importa

Paco Reyes y Ángeles Férriz, juntos tras la pancarta.

Bilbainadas de Copa en Sevilla y bodorrio de lux en Madrid. Un antiguo olor a alcanfor entre reyes y bailes de celebración. 40 años de polvo, sangre y virtud. La España de pandereta, hoy, es la de los conseguidores, reyes eméritos y parentela, presidentas consortes y amigotes de  cabecera, que siempre se arriman al sol que más calienta. En este país, con la política a cuestas, definitivamente, sin perdón, se sopla y se sorbe a la vez. Los seguidores del Athletic pueden, a la postre, pitar al himno nacional en la final de una competición que lleva el nombre del jefe del Estado ‘opresivo’ y sacar, a continuación, su gabarra para que vuelva a surcar la ría de Nervión-Ibaizabal. Malvivimos transigiendo, soportando al de enfrente, sumidos en la sempiterna víspera del todo y la nada, de la feria de abril a las elecciones vascas.

La dimisión, en diciembre, del viceconsejero de Salud de la Junta, Miguel Ángel Guzmán, tenía gato encerrado: su inmediata incorporación a la aseguradora Asisa, a la que adjudicó contratos por valor de 44 millones de euros. Analizado el texto de la ley andaluza de incompatibilidades, Guzmán no podrá empezar en su nuevo destino laboral antes del próximo 29 de julio, que es cuando se cumplen 2 años desde su cese como gerente del SAS. Luego se convirtió en el número ‘2’ de la Consejería de Salud, pero ello no viene al caso en el ámbito estrictamente legal del escrúpulo moral. De la letra al espíritu de la norma, de la ética de un nombramiento a la estética de una puerta giratoria, dista el abismo interpretativo de la Inspección General de Servicio de la Junta de Andalucía: "Constituiría un incumplimiento de la normativa de incompatibilidades de altos cargos siempre y cuando la misma se produjera antes del 29 de julio de este año". Caso cerrado.



Horas después, este mismo domingo, la consejera del ramo, Catalina García, flanqueada por su viceconsejera y su delegada territorial, María Luisa del Moral y Elena González, respectivamente, participaba en Jaén, saliendo de la plaza de toros, en la XXVI Carrera Popular por la Salud. 7 de abril, Día Mundial de la Salud. Un rato más tarde, partiendo de la plaza Jaén por la Paz, se desarrollaba una manifestación en defensa de la sanidad pública, promovida por el movimiento de las mareas blancas, a resultas del “desmantelamiento de la atención primaria”, reclamando “eliminar y revertir las privatizaciones, reducir las listas de espera, priorizar al paciente y no a las empresas con (una) Salud Responde pública, garantizar las coberturas sanitarias todo el año, mejorar la atención de la salud mental, eliminar la precariedad laboral y actualizar las bolsas del SAS”. Viernes y sábado, en Úbeda, tenía lugar un congreso estatal de medicina rural en el que se puso de manifiesto la dificultad extrema para garantizar accesibilidad y equidad en la asistencia sanitaria, independientemente de la zona geográfica donde residan los pacientes.

Omnipresente, la viceconsejera Del Moral, en su línea de no negar lo evidente, reconocía: “Este reto es cada vez más complicado debido a la escasez de profesionales sanitarios. Este déficit es aún mayor en las poblaciones rurales dispersas y es prioritario establecer mecanismos para resolver su deficiencia, así como para hacer más atractiva, a los médicos, la atención en las zonas rurales”. Entelequia o quimera, se trata del más difícil todavía. Dar pasos inequívocos hacia la externalización, pero sin dejar de lamentar, cínica u honestamente, que no cabe otra alternativa real. No renuevas contratos tras lo peor de la pandemia, mantienes niveles salariales inferiores a los de otras comunidades y países de la UE, favoreciendo un círculo vicioso que sólo conduce a la concertación privada, y, aun así, reiteras paradójicamente tu compromiso con la sanidad pública y los usuarios más alejados de hospitales y especialidades.

El dueto jiennense que dirige el departamento sanitario de la Junta, conformado por Catalina García y María Luisa del Moral, sosteniendo la bondad  del discurso sobre tamaño equilibrio imperfecto -más gasto público, el mayor presupuesto sanitario de la historia autonómica andaluza, a partir de una mayor gestión indirecta-, se completa en la corta distancia con la secretaria general del PP de Jaén, Elena González, a la sazón delegada territorial de Salud, para alardear del esfuerzo inversor del Gobierno de Juanma Moreno durante el último lustro, más de 100 millones de euros en la construcción y reforma de centros de salud y consultorios, además de nuevos equipamientos tecnológicos: “Vamos a seguir trabajando en solucionar una herencia recibida por parte del PSOE (…), para terminar con esas listas de espera quirúrgicas y en consulta”, subrayaba, al tiempo que reclamaba al Gobierno de España “la ampliación del número de plazas MIR para poder ir solucionando, poco a poco, la falta de profesionales”.

Paco Reyes y Ángeles Férriz juntan codos, después de mucho tiempo, portando la pancarta ‘Por una sanidad pública y de calidad’. Una marea blanca, con el respaldo del PSOE, en cada capital de provincia. La estrategia socialista para poner de relieve los incumplimientos de la Junta del PP con respecto a Jaén se centran, asimismo, en el tortuoso arreglo de carreteras de titularidad autonómica con preocupantes TCA (tramos de concentración de accidentes), caso de la A-315, Torreperogil-Baza, y la A-311, Jaén-Fuerte del Rey-Andújar, que para más inri paralizó su adecentamiento ante la necesidad de un reformado/modificado al proyecto en los 8 kilómetros que conectan Lahiguera y Andújar, auténtico punto negro.

María del Mar Moreno obtiene el Premio Andaluz de la Crítica de Novela por su obra ‘Dicen que te quise tanto’, ex aequo con ‘El querido hermano’ de Joaquín Pérez Azaustre. Mar, escritora de éxito, ex política, jurista, apura sus últimos años de actividad laboral en un Consejo Consultivo de Andalucía que renovó sus miembros electivos hace 13 meses, y su puesto en concreto, por 5 años más, a propuesta directamente del Consejo de Gobierno de la Junta, es decir, del PP de Moreno Bonilla. ‘Dicen que te quise tanto’ podría estar referida a la trascendental experiencia de la autora en la cúpula del PSOE, pero lo cierto, a decir del jurado, es que se trata de “una propuesta valiente que muestra la Andalucía profunda desde la perspectiva del amor entre dos mujeres de disímil condición socioeconómica incardinado en los tiempos oscuros de la dictadura y que se prolonga hasta el siglo XXI. De la obra, aparte de la fortaleza en la construcción de los personajes (primordialmente de una de las protagonistas, Isabel), destacan la habilidad de Moreno para la descripción minuciosa, para el retrato claro de la sociedad rural franquista -cargada de clasismo y tabúes- y para recrear la atmósfera correcta de lo que implicaba la represión de cualquier tipo de actitud o comportamiento que se saliera de la norma establecida”. La Carolina, pongamos que hablo.