El Expositor

Manuel Expósito

Mi gran noche

Crónica política de la semana de Manuel Expósito Moreno

 Mi gran noche

Juanma Moreno, este sábado, en el Bernabéu.

La vida es corta, pero, especialmente ahora, en verano, las noches pueden ser eternas. Ouyé. Aférrense, consejo de amigo, al milagro de exprimir la vida sin reparar en sacrificios personales. El sábado, en el Santiago Bernabéu, ante 65.000 incondicionales, el cantante onubense Manuel Carrasco cerraba a lo grande en España, tras un intenso periplo latinoamericano, su gira ‘Corazón y flecha’. El triunfito, cuya exitosa carrera corre de la mano de Riff, compañía de gestión musical nacida aquí, en Cazorla, BluesCazorla entre otras marcas y artistas, no da puntada sin hilo: el evento sirvió, además, para presentar por todo lo alto un novedoso instrumento promocional para su tierra, ‘Agencia Destino Huelva’, compendio turístico sobre los encantos de la provincia, al son de ‘Huelva es gloria bendita’, del que el intérprete andaluz es embajador. Ole. Al sarao no podía faltar, genio y figura, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, declarado fan asimismo (‘Lazos de sangre’) del incombustible Raphael. “¿Qué pasará? ¿Qué misterio habrá? Puede ser mi gran noche”. O no. “No fue mi mejor noche”, confiesa cariacontecido Joe Biden después de su devastador debate cara a cara frente a su encarnizado contrincante republicano a la Casa Blanca, Donald Trump. Alegoría siniestra de la trasnochada incapacidad evolutiva de un progresismo moderado que chochea frente a un populismo ultraliberal que cabalga desahogada y eficazmente a lomos del desbocado fenómeno tecnológico digital de la mentira mil veces repetida. “Tampoco la mía”, reconocía hace un rato Emmanuel Macron, al borde del precipicio, al conocerse los resultados provisionales de la primera vuelta de la legislativas francesas, pese a enrolar in extremis en su equipo sin extremos, plagado de insustanciales mediocampistas, a la estrella futbolística Kylian Mbappé.

Julio y agosto se presentan más calientes de la cuenta. Moreno Bonilla, en el marco del debate de política general, celebrado el pasado miércoles en Las Cinco Llagas, deja vislumbrar a las claras que el objetivo principal de su exigencia de un trato fiscal justo a Andalucía pasa inequívocamente por situar en el centro de la reclamación a la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, su más que posible rival en 2026. Un acuerdo con Esquerra de financiación ‘singular’ a Catalunya, en pos de la investidura de Salvador Illa, constituiría una afrenta/ofensa, en toda regla, a la comunidad autónoma más poblada, y la destinataria de la invectiva del mandatario andaluz, en reacción inmediata y fulminante, no podía ser otra que la vicepresidenta primera del Gobierno de España. Siendo la sevillana consejera de Hacienda de la Junta, 9 de marzo de 2018, el BOPA (Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía) publicaba el dictamen encargado a una comisión de expertos: “Los recursos que proporcione a cada comunidad autónoma (el nuevo modelo de financiación) deben estar en consonancia con sus necesidades, independientemente de su capacidad tributaria, para que todas puedan prestar los servicios públicos en condiciones de igualdad, dado un mismo esfuerzo fiscal". Diversidad, en lugar de singularidad. Entre la espada y la pared. En cambio, la decisión del Tribunal Constitucional de anular la mayoría de las condenas por prevaricación y malversación desmonta las tesis que desde hace 13 años sostuvieron la jueza Mercedes Alaya, la Fiscalía, los peritos y la acusación popular en el caso de los EREs. Manuel Gómez Martínez, Interventor general de la Junta entre 2000 y 2010: “La formidable maquinaria judicial que trituró a 52 responsables de la Junta de Andalucía, yo, entre ellos. ¿Cabe imaginar que un juez de instrucción, en sus cabales, encargue una prueba pericial sobre el funcionamiento de las Cortes Generales, el Consejo de Ministros o el Tribunal de Cuentas? Pues eso es lo que, sin aparente escándalo, ocurrió impunemente en la causa de los EREs, en relación con las instituciones equivalentes de la Comunidad Autónoma de Andalucía”. Grupo Joly editorializa: “Calificar el de los EREs como el mayor caso de corrupción de la historia democrática es sólo propaganda política que no se sustenta en la realidad”.



Nadie desde Ferraz aboga por precipitar el proceso de relevo de Juan Espadas, por más que este sea irreversible, en tanto no se despeje antes la incógnita catalana y, a renglón seguido, se den pasos firmes hacia la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado que se adapten al nuevo calendario de subvenciones Next Generation para el segmento III, es decir, el nuevo marco de ayudas a partir del 31 de octubre de 2025. O lo que es lo mismo, una repetición electoral en Catalunya, casi con toda seguridad, traería aparejada una nueva convocatoria de elecciones generales, por lo que cuantos huyan de ese escenario se antojan, a priori, aliados potenciales de Pedro Sánchez. Así, Madrid, a estas alturas/bajuras, lo resume prácticamente todo. Juanma, al tiempo que bailoteaba, el sábado noche, al ritmo de ‘Qué bonito es querer’ en el remozado Bernabéu, repasaba con sus enviados plenipotenciarios a la Villa y Corte, Elías Bendodo y Juan Bravo, la hoja de ruta que sigue al acuerdo histórico para la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Moreno fue el primer barón territorial en felicitar a Núñez Feijóo y, de paso, marcó su impronta con el nombramiento como nuevo vocal del decano de los jueces malagueños, José María Páez. Juanma sería el adversario interno a batir por Isabel Díaz Ayuso, en el hipotético caso de que el gallego fracasara en su segunda intentona de asaltar La Moncloa. Por eso, el gabinete de la presidenta madrileña, cuentan, ningunea e invisibiliza sistemáticamente a la avanzadilla de Moreno Bonilla en la capital del reino.

El riesgo de malagueñización del PSOE-A, o sea, la aceptación normalizada del papel de segundón donde se tuvo, y retuvo, grandes cuotas de poder durante décadas, invita a elucubrar con el desembarco programado en la dirección regional, a ciencia cierta y plazo fijo, del tándem María Jesús Montero/Juanfran Serrano. ¿Cómo, y de qué manera, sin la convocatoria de un congreso extraordinario? Clave de bóveda, equilibrio de tensiones internas. Un medio regional, interesadamente, procura abrir brecha en el dúo indicando que el bedmarense, adjunto al influyente Santos Cerdán, secretario de Organización federal, se postularía en cualesquiera de los casos. “Nada más lejos de la realidad”, refuta el concernido. ¿Quién los quiere enfrentar, confrontar? ¿El mismo que pone a Montero como diana o chivo expiatorio en el conflicto abierto por mor de la financiación ‘singular’? Cuidadito con la levadura de los fariseos. Cae la tarde y Raphael y Manuel Carrasco comparten imaginariamente velada… “¿Qué pasará? ¿Qué misterio habrá? Puede ser mi gran noche. Y al despertar, ya mi vida sabrá algo que no conoce. Caminaré, abrazado a mi amor, por las calles sin rumbo. Descubriré que el amor es mejor cuando todo está oscuro”. Y todos los gatos, miau, son pardos.