Fin de curso, julio acecha, Jaén descomprime y se desestresa. Verano, verano. Erik Domínguez y Paco Reyes tiemplan gaitas a regañadientes. Amenazas cruzadas de judicialización de las dos zapatiestas que involucraron ruidosamente al ex parlamentario de Cs Enrique Moreno en la encarnizada guerra entre socialistas y populares: el audio del avance deferencial de las bases para la cobertura por designación cuasi directa del puesto de gerente del Consorcio de Transporte Metropolitano de Jaén (La Junta de Andalucía, por entonces, noviembre de 2022, había cambiado ya la composición del órgano decisorio de la entidad, arrogándose la mayoría del 51 por ciento) y, más recientemente, la oposición libre a tres plazas de funcionario, grupo A1, de la Diputación, en la que el PP sospecha especialmente de una de las preguntas del segundo y decisivo examen (¿Fecha de publicación en el BOE de la abdicación del rey Juan Carlos I?). Linares. Una concejala del PSOE, Josefa López, se pasa al grupo de no adscritos. El Gobierno en solitario del PP, 12 de 25 miembros corporativos, aprobaba, el pasado 1 de marzo, los presupuestos del presente ejercicio gracias a la inesperada ausencia de tres concejales socialistas (¡¡ ¿?). Ante la inviabilidad del acuerdo ‘natural’, en pos de la gobernabilidad, entre el equipo popular, liderado por el tándem Auxi del Olmo/Raúl Caro-Accino, y los dos representantes de VOX, Alberto Gragera y Marina Martínez, surge sorpresivamente una fisura en el seno del grupo del PSOE, a partir de la inexplicable disidencia de su última concejala electa: la décima en discordia aduce “discrepancias” irresolubles para convertirse en verso suelto, ‘tránsfuga’ a todos los efectos, y ya se verá, en adelante, si aliada potencial del PP, en aras de la ansiada estabilidad, 12 + 1, de la mayoría absoluta.
En el fin de semana de San Juan, con las temperaturas máximas rozando ya los 40, la cocorota de la política provinciana no da más de sí, pide descanso y vacaciones a voz en grito. Que nos quiten lo bailao y no nos pisen lo fregao. Es el tedio de la rutina, de las consignas mil veces repetidas, del registro de microseísmos imperceptibles para el pueblo llano, de inesperadas DANAs a mediados de semana que luego quedan en nada. El PP se resiste, no obstante, a ese bajar la guardia, a esa bajada de bandera con tarifa plana, a ese paréntesis medicinal propio del estío, que supondría darse por vencido en su propósito de alargar el ciclo electoral hasta que el ‘okupa’ Pedro Sánchez abandone definitivamente La Moncloa. Los convulsos y tortuosos seis años de Gobierno de coalición progresista presidido por el susodicho, que se cumplían principiando el mes, en contraste con los relativamente apacibles diez primeros años de reinado de Felipe VI, que celebramos esta semana con brindis al sol que menos achicharra y guiños cómplices paternofiliales. En términos de cuestionamiento obcecado de la legitimidad democrática de sus respectivos mandatos por parte de sus más furibundos detractores, ni puto punto de comparación, con perdón. Monárquicos y republicanos, en pie de manifiesta desigualdad, asisten al ceremonial madrileñísimo y españolísimo en que se sublima el cumplimiento estricto del deber constitucional de uno de ellos, en tanto el otro se estaría aferrando al poder ignominiosamente, a costa de poner en riesgo la indisoluble unidad de la Patria. En este punto, en efecto, las comparaciones resultarían ociosas, odiosas, pecaminosas, en un escenario inflamado artificiosamente donde nada es casual. Esto es, el presidente argentino, Javier Milei, de vuelta a la capital de España, recibió galardón extraordinario de la Comunidad presidida por su correligionaria ultraliberal Isabel Díaz Ayuso, pero no consumó -dada la deriva actual en las relaciones diplomáticas entre ambos países, a raíz de una inadmisible escalada de descalificaciones entre el mandatario sudamericano y el ministro Óscar Puente- su anhelo de ser recibido oficialmente por el rey. ¿Ven la diferencia? Mientras en el enfrentamiento partidista vale casi todo, con tal de jorobar y meter el dedo en el ojo del adversario, los protocolos institucionales están regulados constitucionalmente y no se los salta un galgo. En la misma senda, Euskadi tiene ya nuevo lendakari, Imanol Pradales, como consecuencia de la prórroga de la colaboración entre PNV y PSE-PSOE. El president del Parlament, Josep Rull, pone en marcha la cuenta atrás para repetir elecciones el 13 de octubre si un candidato con apoyos suficientes no se presenta a la investidura antes del 26 de agosto. ¿Financiación singular para Catalunya, en detrimento de Andalucía? ¿Cambalaches? Simple y lisamente, normalidad institucional.
El PP-A de Juanma Moreno saca pecho a propósito del supuesto y progresivo cumplimiento de las promesas de la Junta con Jaén. Café para todos. El consejero José Antonio Nieto, ayer, comprometía para Cádiz, como hiciera a principios de mayo en el caso de Jaén, “La Ciudad de la Justicia que se merece”, merced a pasos adelante “irreversibles”. ¿Cómodos, largos y polvorientos? Más madera. En la gala del martes, en Jaén, de entrega de los ‘Premios a la gobernanza local’ de la FAMP, presidida por el presidente Moreno Bonilla, los tres concejales capitalinos de JM+ no hicieron acto de presencia, en protesta por el incumplimiento del ‘Acuerdo por Jaén, 100 + 1 medidas’ que, recuerdan, “valió/vale una alcaldía”. La defensa a ultranza que hizo Erik Domínguez, horas antes, de la gestión del Ejecutivo autonómico, sin concretar ejecución alguna en Jaén, enervó más si cabe a unos provincialistas que se vieron barridos en las urnas el 9-J y, salvo en lo referido a liberaciones y dedicaciones exclusivas en los consistorios que gobiernan conjuntamente con los populares, ven que el socio incumple y el tiempo corre en su contra. “Jaén no puede, ni debe, esperar más”, verbaliza el edil Luis García Millán en los perfiles de redes sociales del partido. ¿Que el lobo asoma, de nuevo, las orejas? Verano, verano. A otro perro con ese hueso.