“Supo la historia de un golpe, sintió en su cabeza cristales molidos”. Nunca merecerá la pena si “lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida”. El vinilo con ‘El elegido’ de Silvio Rodríguez susurraba lamentos viejos antes de que la dirigencia de base del PSOE, el sábado, arropara a la cúpula de Ferraz en su desesperado intento de que Pedro Sánchez no la dejara con la brocha en la mano mientras a sus pies desaparecía súbitamente la escalera. ‘¡Pedro, quédate!’. El presidente, antes de escribir su carta, ya habría tomado la decisión, por lo que el periodo de reflexión, anunciado el miércoles, no representa más allá que la mínima cortesía de espera que se estila para no ser acusado de precipitarse y actuar en caliente. Es lo que tiene situarse 7, 8, 9 años, ininterrumpidamente, en el ojo de huracán frente a propios y extraños. El escándalo de una jauría histérica, alborotada por los algoritmos. Sánchez hizo referencia en su misiva pública a las diligencias abiertas contra su mujer en un juzgado madrileño por la denuncia del pseudosindicato Manos Limpias y reafirmaba que su pareja “defenderá su honorabilidad y colaborará con la Justicia en todo lo que se requiera para esclarecer unos hechos tan escandalosos en apariencia como inexistentes”. Manos Limpias no ha interpuesto querella, sino denuncia. No se ha personado como parte acusadora. “Para que la causa prosiga, en algún momento alguien tiene que formular acusación”, precisaba atinadamente el paisano Miguel Pasquau Liaño, magistrado del TSJA, en un artículo de opinión. Es más, Manos Limpias se limita a compilar una serie de titulares periodísticos, sin entrar a valorarlos, en los que se atribuiría a Begoña Gómez la comisión de un hecho delictivo (cartas de recomendación firmadas por la investigada, junto a no menos de una treintena de entidades y personas, en expedientes de contratación públicos, es decir, transparentes). El juez ha decretado el secreto de sumario, sin razón de urgencia ni solicitud del Ministerio Fiscal. Y hasta que no se levante el secreto de sumario, podrían ser meses, todo será un reguero de especulaciones interesadas. Precisamente Pasquau Liaño concluye que “el secreto está en el secreto” y que, así las cosas, “ni la investigada ni quienes están interesados en que se declare su inocencia tienen medio eficaz de defenderse”. El delito denunciado no es grave, es decir, tiene una pena de entre seis meses y dos años y, tras la toma de declaración a los directores de los medios que publicaron los supuestos hechos delictivos, podría producirse el archivo de la causa sin llamar siquiera a declarar a la mujer de Pedro Sánchez. La Fiscalía pide el archivo de la causa contra Begoña Gómez por tráfico de influencias y corrupción. La hija de Juan Carlos Peinado, el juez de Madrid que investiga el caso, es concejala del PP en el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón. Aten cabos o desátenlos. Hace cuarenta días, en una sesión de control al Gobierno, a propósito de las tramas entrecruzadas por la compra de mascarillas en plena pandemia, de Koldo García a Alberto González, y tiro porque me toca, Alberto Núñez Feijóo advertía proféticamente a Sánchez sobre la que se le avecinaba: “Si cree que ha dado carpetazo a lo que ha pasado en su casa, se equivoca (…). Habrá una investigación específica a los asuntos que le afectan de más inmediato, seguro, y también judicial si es necesario". “Por cada golpe recibido, dos de vuelta”, recordaba MAR, Miguel Ángel Rodríguez, director de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, a Jon Sistiaga, en Cuatro, el domingo pasado. Decíamos ayer. Lawfare, o el uso de la justicia contra el adversario al margen de lo estrictamente legal.
No merece la pena, pues, claro que no, bajo ningún concepto, de ninguna de las maneras. Se instala el pesimismo en el entorno más cercano: “No está fácil porque han tocado su punto débil”, apunta el ministro Óscar Puente. ¿Y si Felipe González y Alfonso Guerra, hoy, silentes, recuperasen su estrategia fallida de 2017, cambiando oportunamente el cromo de Susana Díaz por el de Emiliano García-Page? Mejor un PSOE subsidiario que un PSOE impredecible. Cargada de versos, la nomenclatura del PSOE jiennense palpa la efimeridad de la gloria, la fugacidad de los afectos y las adhesiones. La hipotética renuncia del líder dejaría en el aire la continuidad del núcleo duro del aparato, en cuyo seno se mueve ya con madrileña desenvoltura el bedmarense Juanfran Serrano. El eje delantero del socialismo andaluz, conformado por Sevilla y Jaén, con Jacinto Viedma dirigiendo la oficina de San Vicente y Juan Espadas en la portavocía socialista del Senado, a bote pronto, tampoco tendría garantizada su continuidad. ¿El relevo en la presidencia del Gobierno, automático y provisional antes de la investidura formal, de María Jesús Montero? ¿El influjo incontestable del ex presidente Zapatero en la concreción de la nueva hoja de ruta?
Pendiente del horizonte de sucesos inminente por el inesperado agujero negro, Paco Reyes preside la tarde de este lunes la comisión institucional de la candidatura ‘Paisajes del Olivar en Andalucía. Historia milenaria de un mar de olivos’ a Patrimonio Mundial. Recuérdese el reciente acuerdo por unanimidad de la comisión de retirar la candidatura si persistía la oposición de los agricultores de la Campiña, y nada hace indicar que el colectivo concernido haya modificado un ápice su postura renuente. Es más, cuesta una enormidad hasta retomar meramente el diálogo. Por unanimidad, asimismo, el viernes, el pleno del Ayuntamiento de Jaén aprobaba una moción de JM+ para reimpulsar el proyecto de construcción de la estación intermodal, así como el soterramiento de las vías del tren, reclamando que las administraciones central y autonómica coordinen esfuerzos en esa dirección. Después de la última ‘cobra’ a Jaén en el bosquejo de un nuevo trayecto/trazado Almería-Madrid, a partir del próximo mes de noviembre, que dejaría de pasar/parar por Linares-Baeza, y de la apatía manifiesta en el respaldo de la Junta a los proyectos del Cetedex o el Paisaje del Olivar, una sincera colaboración institucional entre los gobiernos de España y Andalucía a favor de Jaén, en incontenible crescendo, seamos realistas, se antoja quimérica. Más ayes e imprecaciones.