Mediodía en la provincia de Jaén

Juan Antonio Siles

La memoria de pez del sector olivarero con los precios en origen

La opinión de Juan Antonio Siles


Doscientos setenta millones, quinientos cuarenta o seiscientos. Da igual la cifra, porque cuando pasa de cien ya es demasiado. Lo que más me preocupa es lo ilógico de la situación. Los olivareros están perdiendo mucho dinero en sus cuentas de resultados. Mucho dinero porque a algunos lumbreras, que los hay y saben bastante, se les está ocurriendo tirar los precios en origen por no sé qué razonamiento de que hay mucho aceite y va a venir mucho más la próxima cosecha. Para bien o para mal todo el mundo se conoce en el mundillo del aceite de oliva. Sí, todo el mundo sabe lo que hace el vecino de al lado, pero no pone remedio a los desames que se producen. Como si no fuera con ellos.

UPA denunció el mes pasado que los olivareros perdieron en marzo 270 millones de euros si sólo el precio en origen hubiera estado dos euros más arriba de lo que estaba. Después llegó COAG y calificó de desfase incomprensible lo que estaba ocurriendo con los precios del aceite. Incluso el Consejo Provincial del Aceite ha elaborado un informe en el que se refleja la cruda realidad, que no es otra que, analizadas las ventas producidas desde octubre de 2024 a marzo de 2025 y la media de precio en origen de esos meses, que rondaba los 4,50 euros, un euro por debajo del precio estimado en el estudio, los olivareros han dejado de percibir 626 millones de euros por una distorsión del mercado.



Tiene guasa la cosa. ¿Se imaginan ustedes que pierden en su empresa seiscientos millones de euros en seis meses? Yo, que si en mi cuenta bancaria hay un descuadre de solo diez euros ya me preocupo, no quiero ni imaginarme lo que estarán pasando los olivareros de la provincia. Seguro que están de movilizaciones, seguro que protestan por esta ilógica situación, seguro que han conminado a sus cooperativas a que no vendan aceite para intentar remontar el precio. Qué iluso soy. Nada de eso está ocurriendo, ni ha ocurrido ni ocurrirá. Como suele pasarle al ser humano, que no aprende de la historia, nuestro sector productor tampoco aprende de las campañas pasadas y se deja arrastrar por unos expertos gurús a los que no le mueve el interés general sino el suyo particular. Y, como el ser humano está obligado a repetir la historia, volvemos a las andadas con unos precios en origen ridículos.

Y las señales son claras. Hay aceite, sí, más que la campaña pasada y que la anterior, pues claro, este año la producción ha sido buena. Pero con la marcha del mercado se va a vender todo lo producido y volveremos a estar con escaso stock entre campañas. Y se vende más porque hay más aceite, no porque los precios están bajos. Porque, tengo que recordar, cuando el aceite de oliva estaba a siete y ocho euros también se vendía. Es más, se vendió todo lo que se produjo en las campañas 2022/2023 y 2023/2024. Pero, claro, el ecosistema olivarero tiene la memoria muy corta.