Yo llevo viviendo en Jaén 35 años. Desde siempre he escuchado que somos la última
provincia, que nuestra capital es menos capital que otras, que no somos reconocidos y que no se
nos tiene en cuenta, cosas así. Y tengo que decir que escuchaba todo esto con desazón y cierta
rebeldía ante lo que siempre percibí como manifestaciones derrotistas y que escondían una
cierta condescendencia ante la falta de emprendimiento y de ambición en una tierra muy
dependiente de los bienes raíces.
La nuestra es una gran provincia, la conozco bien, con muchas capacidades como territorio, y los y las giennenses debemos creerlo, puesto que solo bajo esa premisa, podremos planear, proyectar, ejecutar y alcanzar, una provincia mejor con oportunidades tangibles. Con valor y sin miedo.
Y nuestra capital, Jaén, la ciudad en la que he vivido todos estos años, necesita de esas valentías, porque lo vale y lo merece. Es una ciudad que ha sufrido en sus equipamientos, en sus servicios, en su planificación, lo peor de los enfrentamientos políticos entre administraciones, los errores de bulto en la gestión, y hasta la mala suerte, arrastrando hoy el tremendo lastre de una deuda insoportable. Y yo seguramente soy parcial, pero hay que reconocer el trabajo, la valentía, la ilusión y hasta la fe, de un equipo de personas, con el Alcalde Julio Millán al frente, que pelean a diario afinando la gestión para que nuestra ciudad sea mejor, sea más capital, sea más moderna, aunque a veces las actuaciones requieran cierta pedagogía para ser aceptadas de buen grado por la gente.
Así que en estos días en que se andan debatiendo cuestiones que van a afectar muchísimo a la fisonomía y al desarrollo de nuestra ciudad, en el centro, pero también en sus barrios, a mi me resulta ilusionante y estimulante. La apuesta definitiva por una ubicación acertada de la estación de autobuses, y su conjunción con la estación de ferrocarril, junto a la puesta en marcha del tranvía, transformará la movilidad y dará una nueva vida al centro. El redimensionamiento de los aparcamientos públicos, con la adecuación de tarifas para que el equilibrio en las plazas disponibles en parkings y zonas azules favorezca a los residentes y reduzca el tráfico rotatorio, mejorará nuestra sostenibilidad y repercutirá muy positivamente en la salud y las condiciones de habitabilidad de la ciudad y de los barrios. El avance del imprescindible NUEVO PGOU que dote de seguridad y oportunidades al desarrollo urbanístico es ya una realidad, así como el inicio en la aplicación del Plan de Vivienda Municipal. Todas estas y algunas más son propuestas de vital importancia en las que todos hemos de estar implicados porque condicionarán lo que va a ser nuestra ciudad de cara al futuro.
Es una responsabilidad colectiva participar de manera constructiva, y apoyar unas medidas ambiciosas que quizá no resulten perfectas y requieran cambios con el tiempo, pero que harán que Jaén se vaya transformando hacia una ciudad moderna del siglo XXI de la que nos sintamos orgullosos. Merecerá la pena. Vamos!!