Celia Rico reivindica el valor de lo cotidiano en el cine en la UNIA

La directora sevillana destacó la influencia de la infancia y los gestos mínimos como claves de su proceso creativo en el encuentro 'El cine por dentro'

 Celia Rico reivindica el valor de lo cotidiano en el cine en la UNIA

Foto: UNIA

Celia Rico, directora de cine y ponente en el encuentro "El cine por dentro: La verdad de la mentira"

La cineasta sevillana Celia Rico ha reflexionado sobre la fina línea entre verdad y mentira en la creación cinematográfica y el papel decisivo que juega lo cotidiano en la construcción de relatos audiovisuales. Reconocida por películas como 'Viaje al cuarto de una madre' o 'Los pequeños amores', ha participado en el encuentro "El cine por dentro: La verdad de la mentira", de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en la Sede Antonio Machado de Baeza.

«Me interesa observar la vida diaria, los gestos mínimos, los silencios familiares. Lo doméstico, lo no épico, puede ser profundamente revelador y tener un gran potencial cinematográfico», señala la directora, que ha subrayado cómo la atención a los detalles comunes le permite conectar con lo universal. Rico realizaba estas afirmaciones en su intervención "Voy a mentar lo que sucedió", inspirada en una cita de la escritora Clarice Lispector.

Durante la misma, ha explicado que su proceso creativo parte de una acumulación de recuerdos, frases, imágenes o lecturas que conforman una suerte de «mapa emocional». Ese archivo personal, afirma, «se va depurando hasta convertirse en una narración más minimalista, capaz de conmover desde la sencillez».



Destaca, además, la importancia de la mirada de la infancia y los vínculos familiares como elementos que marcan de manera indeleble la sensibilidad artística: «La mirada que nos marca es la primera, la que nos viene del contexto familiar. Esa mirada acompaña a toda la obra creativa».

Para esta artista del audiovisual, el cine no consiste en buscar épicas lejanas, sino en atender lo cercano: «No hay complicación en representar lo cotidiano. Lo que me rodea ya tiene una potencia que sólo requiere atención y tiempo para emerger».

Su propuesta, añade, busca transmitir al público una ternura transformadora, capaz de suavizar la dureza del día a día. «Me gusta pensar que, al salir de una de mis películas, alguien se lleve un poquito de esa mirada más humana, más habitable, sin negar las injusticias, pero bajando las defensas que a veces nos hacen demasiado duros», ha finalizado.