El Expositor

Manuel Expósito

Decíamos ayer

Crónica política de la semana de Manuel Expósito

 Decíamos ayer

Foto: EXTRA JAÉN

Centro asistencial privado frente al hospital ‘Ciudad de Jaén’.

El eterno retorno sobre la hispánica comprensión, consagrada recatadamente en la Constitución republicana de 1931, se apodera de nuevo de nosotros, erigiéndose en basamento de la gobernabilidad de las Españas para los próximos cuatro años. Decíamos ayer. Esa es la gran diferencia entre el primero y el segundo, entre el que ganó las elecciones insuficientemente el 23-J y quien está predestinado a retomar el desafío federal que enterró en fosa común la dictadura franquista. En el marco de tan reñida discusión, hace 91 años, Ortega y Gasset recomendaba al gran Estado español, en su renacimiento, que evitara atropellarse a sí mismo: "Cuando alguien es pura herida, curarle es matarle. Pues esto acontece con el problema catalán. En cambio, es bien posible conllevarlo. Llevamos muchos siglos juntos los unos con los otros, dolidamente, no lo discuto; pero eso, el conllevarnos dolidamente, es común destino, y quien no es pueril ni frívolo, lejos de fingir una inútil indocilidad ante el destino, lo que prefiere es aceptarlo (...) y, sin ambages ni eufemismos, invertir los términos: en vez de pretender resolverlo de una vez para siempre, vamos a reducirlo, unos y otros, a términos de posibilidad". Como es lógico, el arquitecto del nuevo tiempo, Manuel Azaña, conceptualmente, iba más allá, incluso antes de la proclamación de la II República, marzo de 1930, dirigiéndose a los propios catalanes, a propósito de la raíz insoluble del conflicto: "Unión libre de iguales en rango (...), sin pretensiones de hegemonía ni predominio de los unos sobre los otros. Para vivir en paz, ilustrando el nombre común hispánico que no es despreciable. He de deciros también que si la voluntad dominante en Catalunya fuese algún día otra, y resueltamente quisiera remar sola en su barca, sería justo pasar por ello, y no habría sino dejaros ir en paz, con el menor destrozo para los unos y los otros (...) Hemos de crear un Estado nuevo, dentro del cual poder vivir todos". Extinguirse, esto es, para volverse a crear. Hoja de ruta que suscribe, en este punto de partida, el lehendakari Íñigo Urkullu al reclamar un pacto territorial que reinterprete la Constitución. El debate acerca de la España plurinacional vuelve a escena, hoy por hoy, virulentamente, desde luego, por exigencias del bifurcado guion de la investidura que viene. ¿Logrará esa cuadratura del círculo orteguiano, o azañista, salvando las distancias, el popular Alberto Núñez Feijóo, líder de la fuerza más votada en las pasadas elecciones generales? Evidentemente, no. Empero, a renglón seguido, podría conseguirlo el segundo en liza, el socialista Pedro Sánchez, presidente en funciones y, no se olvide el dato, cartel electoral del partido con mayor respaldo en Catalunya en las tres citas más recientes con las urnas. Si le diesen los números, si le salieran finalmente las cuentas, si le aupara la aritmética parlamentaria, asistiríamos, no les quepa la menor duda, a una cruda campaña de deslegitimación por cualesquiera de los medios al servicio del trumpismo patrio.

En las horas previas al inicio de tal sesión de investidura condenada al fracaso, protagonizada por el presidenciable del PP, 26 y 27 de septiembre, en los ayuntamientos nacidos de los comicios locales del 28 de mayo, se habrá cumplido el socorrido y saludable plazo de 100 días de cortesía que tradicionalmente se otorga a los gobiernos de nuevo cuño, en tanto en cuanto pillan el paso. No sucedió así, como es bien sabido y sufrido a resultas de la tragedia escénica anabelenesca de Romeo y Julieta, en el Ayuntamiento de la capital del Santo Reino. A María Espejo, concejala del ramo, ciertamente, el affaire/embrollo le sirvió de lección impagable sobre la inconveniencia de dejarse llevar/asesorar antes de conocer el paño de primera mano. Principiando el mes, es decir, anteayer, se reunía la comisión de seguimiento del 'Acuerdo por Jaén', que rubricaron PP y JM+ a fin de otorgar verosimilitud a la investidura del alcaldable del segundo partido en número de votos, Agustín González Romo. Segundones y nacionalistas localistas, confabulados para impedir que gobierne la lista más votada. Parecidos razonables, oigan. Consejos vendo que para mí no tengo. Una suerte de estilo Jaén, versión condicionada, que condena al vencedor en las urnas, sin mayoría absoluta, sea Julio Millán o Núñez Feijóo, a chupar rueda en la bancada opositora. A ese respecto, González Romo y Sánchez Pérez-Castejón, son tal para cual. Absolutamente inobjetable. La revisión del pacto de Jaén se antoja todavía, cuestión de plazos, un paseo por las nubes. ¿La vía peatonal a Ifeja? ¿Prórrogas en la ejecución de los proyectos contenidos en la estrategia europea DUSI? ¿La peatonalización de la plaza de la Constitución, con fondos Next Generation? Juanma Camacho, presidente de Jaén Merece Más, que acusa de vender humo al anterior ejecutivo municipal, PSOE-Cs, cuando anunció in extremis intervenciones urbanísticas como la de la plaza de las Palmeras, subrayaba la trascendencia de un punto del acuerdo que aún duerme el sueño de los justos: la creación, y dotación financiera por parte de la Junta, de un fondo de equilibrio territorial y convergencia socioeconómica del conjunto de Jaén. Las cuentas del Gran Capitán y el chocolate del loro, toda vez que ya conocemos en cada Consejo de Gobierno andaluz celebrado en la provincia con qué alegría engorda el caballo el amo de San Telmo. Partículas de la nada en suspensión. Gases de efecto invernadero. Otrosí. A la comisión de seguimiento asistió, invitada estelar, la consejera de Salud. Encima de la mesa, el PET-TAC de detección precoz de tumores (para finales de este mismo mes, anuncia) y la lavandería de la futura Ciudad Sanitaria (primera actuación enmarcada en el complejo, de la que se viene hablando desde hace meses y que será una realidad, como pronto, en el primer trimestre del año próximo). Pero el SATSE, sindicato al que estaba afiliada Catalina García, erre que erre, en su papel, reitera estos días su exigencia de un equipo de traslados (hacia el hospital 'San Agustín' de Linares) para la vasta zona básica de salud de Santisteban del Puerto, así como un segundo equipo de urgencias (volatilizado en 2012, por mor de la crisis financiera) en Andújar y Mancha Real. "A día de la fecha -sentencian-, nadie ha movido un dedo para solucionar el problema". Decíamos ayer.