El Expositor

Manuel Expósito

Indultos, amnistía y tratos de favor

Crónica política de la semana de Manuel Expósito Moreno

 Indultos, amnistía y tratos de favor

1-O, recuento esperpéntico.

Convendrán conmigo, amantes de la cabalística, que, justo unas horas después de la investidura fallida del candidato del PP a la presidencia del Gobierno de España, que supo a moción de censura contra el pérfido presidente socialista en funciones, socio de comunistas, independentistas y filoetarras, asistir hoy a un esplendoroso 1 de octubre, 1-O, con el sol del imperio hispano en todo lo alto de la recalentada cocorota constitucionalista, tiene una carga simbólica inconmensurable. Al rey Felipe VI, así las cosas, no le queda otra -a la fuerza ahorcan, incluso al jefe de un estado de derecho-, a un mes escaso de que su hija mayor y sucesora, la princesa Leonor de Borbón, jure la Carta Magna al cumplir la mayoría de edad ante el pleno del Congreso y el Senado, que encargar a Pedro Sánchez la segunda intentona de configurar una mayoría parlamentaria tras las elecciones generales del 23 de julio pasado. La posibilidad cierta de una nueva ley de Amnistía (RAE: Derogación retroactiva de la consideración de un acto como delito, que conlleva la anulación de la correspondiente pena), junto al compartido empecinamiento de ERC y Junts al aprobar una moción en el Parlament que condiciona la investidura de Sánchez Pérez-Castejón “a trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración del referéndum de autodeterminación”, dotarían de mayor verosimilitud la repetición electoral, el próximo 14 de enero, si no fuera porque “trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración” no se antoja espada de Damocles a plazo fijo, sino condescendencia secesionista retardataria. Continuar navegando, incluso en sentido opuesto, o embarrancar volviendo a las andadas.

Quiero recordar ahora, lo que estaba haciendo tal día como hoy, seis años antes -retroceder, regresar a aquel estado de ánimo colectivo, a aquella conmoción ciudadana, a aquel callejón sin salida-, enfrascado también en la redacción de un artículo de opinión como este, otro domingo 1-O, y los mensajes, y las llamadas, y los comentarios de mi entorno al respecto, invitándome a parar, a detenerme, a dejar aparcada la tarea de arrojar claves sobre el devenir político provinciano cuando el país en su conjunto, mi país, nuestro país, zozobrante, se jugaba al todo o nada la convivencia democrática en esa región que consideraba (yo) tan mía, tan nuestra, al haber sido destino, refugio, bienestar, futuro, de una buena parte de los míos, de los nuestros, de mi familia, de mis tíos y primos. Con independencia de la inevitable aplicación del artículo 155 de la Constitución en la salvaguarda del interés general, ¿seguía siendo más lo que nos unía que lo que nos separaba? ¿Podría erigirse el indeseado acontecimiento en detonante del proceso hacia un modelo federal de organización territorial sobre el que venían teorizando preclaros constitucionalistas? ¿A quiénes pertenece en mayor medida la Constitución, esa que cumple dentro de unos días 45 años, y a quiénes sirve más de coartada, hoy por hoy, cuando alzamos sus banderas cada 6 de diciembre? En el PSOE, que no ganó los comicios del 23-J, pero tampoco los perdió, ¿todavía cabrían/cohabitarían dos Españas, la de Emiliano García-Page (“El Constitucional tendría que suspender la amnistía antes de que entrara en vigor”) y la de Salvador Illa (“si hay que ir a elecciones, iremos a elecciones y que la ciudadanía elija”), que, pese a todo, aún coincidirían en lo sustancial?



Convengamos. Convivamos. Respetemos al que piensa diferente, a la sombra que guía al de enfrente: primero, siguiéndole; luego, precediéndole. La sombra de nuestra Historia. España no se rompe, aunque se denuesta, se mancilla, cuando se la patrimonializa mediante el insulto, el improperio, el escrache. Las imperdonables palmaditas en la cara del concejal socialista Viondi al alcalde popular Martínez-Almeida, las incomprensibles justificaciones del dirigente popular Tellado ante el acoso sufrido en un tren por el diputado socialista Óscar Puente (inesperado portavoz del PSOE en la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo), las hediondas descalificaciones personales en redes sociales que sufren los columnistas de prensa, de esta casa y del resto, aquí o allá, dondequiera y cualesquiera, por ejercer el sagrado derecho a opinar libremente…

A 10 días del inicio de la feria de San Lucas, en Jaén, el tema de la reclamación de 63 millones de euros -dos procedimientos judiciales por separado, 8 millones por un lado y 55 por otro-, a Aqualia, del grupo FCC, concesionaria del servicio municipal de aguas, por “incremento del 310 por ciento en el coste de los servicios que tuvo como consecuencia subvenciones improcedentes, pago de intereses del plan director por encima de los tipos ofertados en el contrato y todo ello al margen del procedimiento administrativo establecido”, que emprendió el anterior equipo de Gobierno PSOE-Cs, con el concejal socialista Francisco Lechuga a la cabeza, ex responsable de Concesionarias, nada casualmente director del área de Servicios Municipales de Diputación -de Acciona a Urbaser, de Somajasa a Resurja, y tiro porque me toca-, y que ha paralizado unilateralmente el actual ejecutivo consistorial, PP-JM+, al objeto de negociar fuera de los tribunales, alimenta recurrentemente la controversia, en tiempos políticos convulsos, a propósito precisamente de indultos, amnistías y tratos de favor. Más vale un mal acuerdo que un buen pleito. Ya sé que las comparaciones y los paralelismos siempre resultan odiosos.

El alcalde, Agustín González Romo, anuncia el inicio inminente de los trabajos de revisión/recuperación del trazado del tranvía: 6 meses, 3,6 millones de euros, con cargo a la Junta. Por lo pronto, multas disuasorias al canto, la permisividad para el aparcamiento ‘momentáneo’ en pleno Paseo de la Estación desaparecerá en un abrir y cerrar de ipads de la policía local. Las concentraciones y los paros de los trabajadores de Alsa del servicio municipal de autobuses urbanos comienzan este miércoles, por mor de reclamaciones salariales que en parte se substancian en una sentencia favorable del Juzgado de lo Social nº 3 que acaba de hacerse pública y que les da la razón, con carácter retroactivo desde el 1 de julio. El contrato-puente de Alsa y el Ayuntamiento finaliza el domingo que viene, por más que la continuidad se garantice entretanto, prórroga automática, por estipulación expresa. Tenso compás de espera.

División de opiniones interna en el PP respecto a la reactivación de Onda Jaén. ¿Cómo y de qué manera? ¿En qué condiciones y con qué grado de externalización? Una patata caliente que cambió de manos: “No sabe bien el PSOE el marrón del que nos liberó”, aseguran que dijo, aliviado, refiriéndose a la cruda decisión del cierre/liquidación de un servicio insostenible en un consistorio arruinado, un ex director del ente público, militante acérrimo del PP desde los tiempos del Alcázar de Segovia. ¿Reapertura simbólica o sanseacabó? Último pleno. La concejala de Igualdad, María Segovia, en avanzado estado de gestación, no se va, ni la echan, cuestionada severamente por el PSOE y once colectivos feministas a través de una moción por su defensa ambigua y timorata de la lucha contra la violencia de género, “calcando los postulados de Vox” (“Las verdaderas víctimas de la violencia de género, al igual que el resto de víctimas, merecen la protección y el respeto, y Jaén ya está en este camino. Al igual que merece respeto la presunción de inocencia de los hombres, y protección a todos aquellos que sufren el escarnio público de falsas denuncias por violencia de género”, afirmó Segovia en sus redes sociales). Vox sumó sus votos a PP y JM+, oponiéndose a la petición de cese. El cacareado tridente preelectoral, a veces, se materializa. O sea. Las denuncias falsas contra hombres, datos oficiales, apenas alcanzan el 0,01 por ciento. Punto y aparte.

Sábado, concentración vecinal en Puente Jontoya contra la instalación de una macroplanta de 3.000 metros cuadrados para el secado de estiércol vacuno. Mientras la regularización de las viviendas duerme el sueño de los justos, protesta el colectivo afectado, el expediente de la molesta balsa se tramitó en cero coma. Veranillo de San Miguel, calor indigesto. Semana de enfática promoción turística en Jaén, merced a los premios ‘Paraíso Interior’, que entrega Diputación, este martes, en el castillo de Sabiote, y a la edición XXI de ‘Tierra Adentro’, bajo el auspicio de Turismo Andaluz, en Ifeja. El destino Jaén, adalid de la calidad y la sostenibilidad del turismo de interior, pese al sempiterno lamento, roza ya con los dedos los 3 días de estancia media. Progresamos, sí, aunque con exasperante lentitud. Camina o revienta.