El Expositor

Manuel Expósito

Obediencia o sacrificio

Crónica política de la semana de Manuel Expósito Moreno

 Obediencia o sacrificio

Foto: EXTRA JAÉN

Encuentro del PP en la feria de Linares.

A falta de mayores solemnidades escenográficas postvacacionales, de aquellos reencuentros cursis de fervor correligionario impostado en casetas de feria prestadas, el inicio de curso político en Jaén de este año se asemeja, en prosaico alarde de realismo mágico, a una etapa sabatina de la Vuelta ciclista que atraviesa fulgurantemente las arrugas de nuestra sedienta cotidianeidad para coronar una extática cumbre de la Pandera desde donde cualquier meta reiteradamente insatisfecha, cuestión de altura y perspectiva históricas, no se antoja tan esquiva, tan escurridiza, tan quimérica como la cruda realidad. La Jaén psoelística, que dejó de ser electoralmente hegemónica el 19-J, se reconstruye a marchas forzadas en estos albores de la temporada que concluirá con la renovación de los ayuntamientos y la Diputación. La clave de bóveda del PSOE de Paco Reyes para la revalidación del poder provincial se focaliza en la recuperación del voto urbano en las seis principales ciudades. No se trata de ganar en las seis grandes, sino de estrechar la diferencia con respecto al PP. Los resultados de las elecciones andaluzas no tendrán nada que ver, no podrán extrapolarse milimétricamente al ámbito municipalista, pero son síntoma de tendencias impostergables. La complementariedad de la geografía rural se da por descontada, desde luego, y en ella jugará un papel fundamental la continuidad al frente del proyecto socialista de los alcaldes y las alcaldesas actuales, la confianza de la ciudadanía de los pequeños pueblos jiennenses en quienes compartieron durante el mandato municipal que termina el drama de la pandemia y el subsiguiente reto de salir del túnel con el menor coste social posible. Resulta vital, por eso, reducir a su mínima expresión el cambio de cromos. Siempre, mejor conocido. Es la consigna a machamartillo de Hurtado 6 que se plasma en la celebración sucesiva, estos días, de todos sus comités comarcales, como el que hoy tiene lugar en Andújar. Alerta activada. Prietas las filas.

La necesidad imperiosa de combatir, a pie de calle, el hostigamiento mediático al presidente Pedro Sánchez y su política económica (cuando, indiciariamente, reputados expertos indican justo lo contrario: “El equipo de economistas para Europa del Bank of America confía en que España evitará una recesión técnica –dos trimestres consecutivos de contracción de la actividad económica- y eleva la previsión de crecimiento al 4,4% en 2022”), así como a iniciativas gubernamentales especialmente impopulares en nuestra tierra como el plan estratégico para la nueva PAC (aprobado ya por la Comisión Europea y que, así las cosas, conduce a su inevitable entrada en vigor el próximo 1 de enero) y el apartado referido a la caza y a sus animales auxiliares en el marco del anteproyecto de ley de bienestar animal, validado por vía de urgencia en Consejo de Ministros el 1 de agosto, sin atender a las múltiples alegaciones formuladas, y que los convocantes de la macromanifestación del 20 marzo pasado tildan de engaño y provocación por parte del PSOE, motivo más que suficiente para retomar las movilizaciones de la #marea naranja. El soniquete recurrente de la traición al mundo rural y a los cazadores, la pertinaz sequía, los disparados costes de producción, la mitad de la cosecha de aceituna/aceite de la última campaña, el millón de jornales que se perderá… Otoño caliente.

En contraste con la mohína consustancial a la falta de harina de los otros, los del PP, hoy por hoy, parecen inmunes al mal de amores. El triunfo apoteósico en los comicios autonómicos, ese mapa provincial plagado de banderitas azules, favorece un clima de camaradería y distensión que la nomenclatura dirigente alienta con desmesura en el proceso de designación de cargos en la estructura de poder de la Junta. Habrá café para casi todos. Atrás quedaron las banderías de cospedalianos, sorayistas, casadistas, demoyistas o morenobonillistas. Pretérito imperfecto. Pasado, enteramente pasado. Ejemplo ilustrativo del nuevo presente, sin duda, la superconsejera de Jaén, Lina García, que incorporó a su gabinete de Salud y Consumo en Sevilla a un propio de su pueblo, joven paisano y pariente, Mikel Sainz García, ex concejal de Jimena, ex presidente de NN GG, uña y carne, disponible 24 horas, sea en casa o en el despacho (pendiente de citas, contactos y agenda no se puede tener a cualquiera, como puede dar fe su predecesor Jesús Aguirre, hoy presidente del Parlamento, tras la experiencia sufrida con un asesor y la polvareda levantada por el ‘caso maletines’), y que completa su equipo de colaboradores con al menos tres directores generales con denominación de origen de Jaén (José Antonio Miranda está y se le espera): José Agustín González Romo (el candidato a la alcaldía de Jaén que Juanele Bravo apalabró con Erik Domínguez), María Luisa del Moral (profesora de la UJA, efímera diputada al Congreso, esposa del metomentodo Miguel Segovia) y Trinidad Rus (delegada territorial de Salud hasta la fecha).

Así se auspicia la unidad, así cicatrizan las heridas, así se aspira a la ubicuidad orgánica y a una larga permanencia institucional. Confirmado Jesús Estrella como delegado del Gobierno, y siendo el continuismo la constante definitoria en el staff territorial del Gobierno andaluz en Jaén, a excepción hecha de los tres de Ciudadanos, esta semana se despejarán incógnitas en torno a los promovidos de nuevo cuño: ¿Agustín Moral? ¿Luis Mariano Camacho? ¿Elena González? ¿Ángela Hidalgo? ¿Mar Dávila? ¿Javier Carazo o Javier Calvente? ¿Obediencia o sacrificio? Samuel 15:22. “¿Acaso el Señor valora más los sacrificios que la obediencia a su palabra? Mira, la obediencia vale más que el sacrificio, y la docilidad más que la grasa de los corderos”. Aplíquenselo, descreídos y menesterosos.

NOTA DE LA REDACCIÓN: En atención al derecho al olvido se ha eliminado el nombre y algunos datos referentes a uno de los investigados.