En cierta ocasión, Jesús Quintero le preguntaba a Antonio Gala que le citase tres cualidades imprescindibles en un político. Gala respondió: “previsión, previsión y previsión”, tal cual. Y es que la diferencia entre las políticas proactivas, las que adelantan escenarios y prevén acontecimientos, siempre son más adecuadas que aquellas que solo reaccionan cuando algo sucede.
Con todas las reservas, la sanidad pública venía siendo uno de los espacios en los que la previsión se hacía hueco lentamente de la mano de programas para la detección precoz de enfermedades que en su desarrollo posterior son devastadoras, como es el caso del cáncer.
El caso de los miles de mujeres que, en la sanidad pública andaluza, no han sido avisadas del resultado de sus pruebas radiológicas es tan demoledor como paradigmático, por cuanto representan el abandono como prioridad de las políticas de prevención en materia de salud.
Los distintos modelos de gestión de lo público tienen mucho que ver con esto. No estamos ante un error puntual, ni siquiera ante miles de errores puntuales, como pretende hacernos ver el gobierno andaluz, con su presidente a la cabeza.
De todos es sabido que la derecha siempre ha optado por reducir el peso de lo público y así ampliar espacios de negocio para las empresas privadas. Un modelo de liberalismo económico con trampa, porque lo que se busca al final es que unos cuantos hagan negocio al amparo de los presupuestos públicos.
Volvemos de nuevo al mismo escenario, tantas veces repetido, en el que quienes administran la cosa pública están minando la confianza de los administrados y en este caso en algo tan sagrado como es la salud de miles de personas.
Ahora, han sido las pruebas de cáncer de mama, pero quien nos dice que no pasa o ha pasado igual con las de cáncer de colon o con algún o algunos etcéteras más.
Es necesaria una investigación exhaustiva, para conocer el alcance real de lo que ha pasado y así ponerle coto a un desvarío que si lo hubiésemos conocido por “las redes” lo habríamos achacado a las maquinaciones de algún negacionista venido a más.
Juanma Moreno ha pedido disculpas y ha contado que se enteró tarde, pero la serenidad con la que lo cuenta no me genera más confianza, sino todo lo contrario. Entiendo que en política los gestos tienen que ser medidos, pero no cuando varios miles de mujeres se acaban de enterar que les detectaron un posible cáncer hace más de un año.
Políticos que llegan y se enteran tarde y respuestas que ignoran la gravedad de lo que sucede van en el sentido contrario a la previsión. No, no tenemos previsión y visto lo visto, ni reacción.
Antonio Gala que estás en los cielos!! o en su defecto, donde proceda.

José Moral Jaenes
Mediodía en la provincia de JaénAntonio Gala que estas en los cielos
La opinión de José Moral Jaenes