Hay momentos en los que la realidad puede resultar tan grotesca e inverosímil que algunas ocurrencias parecen un esperpento. Es lo que ha ocurrido con la última malsana idea del presidente de la Diputación de Granada (del Partido Popular) que ha propuesto eliminar el nombre de Jaén del aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén.
No tenía bastante el PP de Andalucía con dejar la inversión pública en infraestructuras para Jaén bajo mínimos, que ahora se permite el desahogo de aflorar de su mensaje político que el nombre de Jaén desaparezca de la denominación oficial del aeropuerto. La excusa peregrina es la falta de colaboración de la Diputación de Jaén en su promoción, obviando por supuesto el dineral que la Junta de Andalucía gasta en insulsas campañas de propaganda y autobombo y sin rechistar.
¡Ya está tardando el PP de Andalucía en pedir disculpas a Jaén!
A lo largo de la historia y, hoy en día, los retornos entre Jaén y Granada son incontables, pero por aterrizar en el flujo de viajeros, algo tendrá que ver que recientemente haya salido a la luz la publicación del prestigioso medio británico The Times que sitúa a Jaén en el segundo puesto de su ranking de los destinos españoles más hospitalarios y tolerantes con sus visitantes, destacando a la capital del Santo Reino por tranquila y auténtica. Amén de la obvia aportación del sector turístico jiennense en el progreso del aeropuerto. Como dijo José Saramago “Si hay que buscar el sentido de la música, de la filosofía, de una rosa, es que no estamos entendiendo nada”.
Queda claro que la funesta idea de este relevante miembro del PP andaluz, además de mezquina, no hace justicia con la profunda afinidad social y cultural que siempre ha existido y sigue existiendo entre estas dos provincias hermanas. El mejor exponente lo tenemos en el universal
García Lorca que en su carta a su amigo Melchor Fernández Almagro dejó escrito que “El que está
en Jaén puede decir que ha llegado al corazón recóndito y puro de Andalucía la alta”