Damos portazo a la marca que deja el bañador, a San Miguel y ya me gustaría a mí, a esta actualidad cada vez más cuarteada y rota, para adentramos de puntillas en otoño, como cuando de jóvenes llegábamos a casa de madrugada para que los oídos felinos de los padres no nos detectaran.
A diferencia de la calmada ciudadanía, los políticos que no paran de hacer ruido, una vez iniciada oficialmente la temporada de caza del voto se pasean por este octubre, que nos alarga la vida una hora, taconeando por la provincia haciéndose notar en esta luenga caminata hasta las elecciones andaluzas, anunciadas por el Presidente Moreno Bonilla, para junio del 2026.
Primer reto importante del nuevo secretario general del PSOE provincial Juan Latorre. El espigado mandamás socialista tiene como objetivo devolver el liderazgo en urna, que ha tenido su partido en esta tierra de olivos durante muchos años, liderazgo que arrebataron las huestes "peperas" de Erik Domínguez, de manera apabullante en junio de 2022.
Descabalgar de la pole al PP en la provincia no va a ser nada fácil, por esta razón Latorre, se lanza a tragar kilómetros portando un discurso manido y exagerado sobre la situación de la salud y educación, como si estos servicios públicos estuviesen al filo de convertirse en un erial.
De otra parte el jerarca del PP Domínguez Guerola, en su tour particular, mirando de reojo que le puede restar VOX, de manera sobada y con demasiada pomposidad, narra también con falta de rigor la gestión del Gobierno de Andalucía.
Que poco se habla de la importancia de lo común, vivienda, aumento de precios en la cesta de la compra. Cambian los políticos, pero se mantienen los discursos rancios de siempre.
