Mediodía en la provincia de Jaén

Fernando Calahorro

Ideología o caos

La opinión de Fernando Calahorro


Tal vez desde Jaén, lo que más nos concierne en este teatro ritualizado de los Aranceles de Trump es el futuro de las exportaciones de aceite de oliva al mercado norteamericano, dado que importan el noventa y ocho por ciento del aceite que consumen, siendo España junto a Italia su principal proveedor. El arancel lineal del 10% a todas las mercancías y el posible del 25% a los productos agroalimentarios, serían un golpe importante a este sector y a nuestra provincia. Y habrá que empezar a calcular la participación en las ayudas anunciadas por el gobierno de españa, y en su caso la respuesta a este disparate, para mitigar las posibles pérdidas.

Aquí podría acabar este comentario, más aún, tras el anuncio de la "pausa" de 90 días sobre estos aranceles tan groseramente anunciados y explicados. Ha sido una rectificación en toda regla del autoinducido castigo que Trump infringe no solo al mundo, sino a la economía de su propio país.



Sería deseable revisar también otras actuaciones aún más graves para la propia sociedad estadounidense y para el resto del mundo; es lo que ocurre con la suspensión de la Agencia Americana de Ayuda al Desarrollo (USAID), que representa el 40% de la ayuda mundial, con la deportación masiva y caprichosa de inmigrantes o con el despido de mas de 150.000 empleados públicos en Estados Unidos. Y más globalmente con la retirada de los Acuerdos del París sobre el Cambio Climático, con la comprensión y apoyo a Putin en la invasión y guerra de Ucrania, o con la descarada alianza con Netanyahu en el sangriento exterminio de Palestinos en Gaza. Es patético ver al otrora adalid de la democracia votando en la ONU junto a Corea del Norte, Rusia, Israel o Hungría, y despreciando al Tribunal Penal Internacional.

¿Y qué decir de la cacareada anexión de Groenlandia o Canadá?, todo se convierte en un ataque a los principios y reglas de las democracias occidentales en su conjunto, son decisiones aún peores que su errática e ignorante política comercial. Representan una decisión de conformar un mundo plegado a los deseos codiciosos de una tecno-oligarquía a la que le sobran las regulaciones y el control democrático.

Son por ahora 100 días, pero los demócratas deberíamos de organizarnos para evitar esta deriva de nuestra civilización.