Soy mujer, tengo 65 años, con una explotación agraria y no sé que hacer con ella. Mis hijos están fuera, ya no tengo fuerza para seguir con el día a día de la misma. El apego emocional, es grande porque mis padres me la cedieron en herencia. Los olivos que eran un patrimonio, un modo de vida, una forma de ingresos, ahora se ha vuelto un problema, un rompe cabezas para el día a día. ¿ Qué puedo hacer?
La normativa excesiva, el papeleo para todo, el problema para la incorporación de jóvenes al campo, no es atractivo para ellos. Debido a la normativa reglamentaria excesiva, hace que muchas tierras de cultivo se dejen de cultivar y la pérdida de ganadería, es evidente. Nos dejan una provincia con perdida de población y envejecida.
Estamos en un mundo que está en continuo cambio, parte de ello son las nuevas tecnologías en las aplicaciones para la administración, la simplificación administrativa, la red, todo muy idílico. Pero el problema es tan sencillo, como las múltiples consejerías, webs de las distintas administraciones locales, autonómicas, estatales, europeas y redes. Que hacen tedioso saber para el administrado qué papel presentar, anexo VI o documento que falta, DNI, o censo, o
declaración de la renta. Para pedir una plaza de guardería, una subvención, una ayuda de dependencia…
La empatía de la administración europea muchas veces perdida en miles de batallas, no da píe a pensar en la tierra, en los que la cultivan y en sus gentes.
El 28 de febrero será el día de Andalucía, deberíamos seguir el himno de Andalucía: ¡Andaluces levantaos!
Por una administración más social, cercana y menos normativa barroca. ¡Que tengamos buen día!