Mediodía en la provincia de Jaén

Marian Adán

Érase una vez ...

La opinión de Marian Adán


Cuento viene del latín "cuenta" y de fábulas y recuentos, Jaén está a la altura de Don Saturnino Calleja. Por mucho que he abusado de ChatGPT para no llamar a "El Banco" proyecto, no he encontrado sinónimo recatado que resultase apropiado; y es que a mí llamarlo así me da lache, que dirían los chaveas a los que doblo la edad.

Cuando por suerte nos asignaron, por cupo eso sí, un consejero o consejera por provincia, algunos creían que entre sus funciones corresponsales estaban las de hacer llegar necesidades y demandas provinciales. Retirada al descanso verde, después de ordenar lo sanitario, nuestra jimenata, aparece poco para los menesteres citados. Esboza media sonrisa, eso sí, en cada opereta, cuando se le emplaza en el lugar que ocupa en la santa misa el mismísimo Cristo del Paño; en el centro, arriba, bajo el foco más gordo y con el respaldo más alto, venidos días cálidos, ya le estorba a Doña Catalina el paletó.



Lo dicho, desencantados de las narrativas de las nuevas "Marías Sarmiento", en plena efervescencia de la Inteligencia Artificial, aquí confiamos los cuartos a la Inteligencia casera. Cuando Málaga y Sevilla navegan el metaverso, aquí nos mandan una Olivetti Leterra 35 y de segunda mano.

Me gustaría contar de lo que va El Banco, pero no se sabe. Es un secreto guardado al estilo de la fórmula de Coca-Cola, con la única diferencia de que aquí, quienes conocen los componentes, sí pueden viajar juntos. Un sinsentido, con una apuesta económica, que se ajusta a las sobras que nos despacha La Junta. No creo que ya nadie espere que en un Huevo Kinder venga un Lexus a estrenar, aquí pasa lo de siempre: Hay provincias a las que se les pone la mesa y otras a las que se les echa de comer. Ni la promotora de la invención atina a describir al vástago, parece ser que vino al mundo como Gila, se vino el parto cuando su madre no estaba en casa. De un intelecto, liberado al 100% a golpe de 3500 al mes, se esperaba mejor legado, o al menos alguno, señora Moreno. Del descuido, desconocimiento de quien aún se mueve por Jaén con GPS, bien está la productividad, si la cobija le procura las lentejas para un tiempecico.

Pero hablemos del nasciturus (me niego a llamarlo Proyecto), ese ente revolucionario que pondrá a Jaén a la cabeza de la tecnología más puntera, nos dicen los titulares galácticos. Un despropósito incalificable, algo más evolucionado que un salón de futbolines, pero sin llegar a cibercentro...Se le viene competencia a Silicon Valey. Entre liderar el panorama del biogás, y la producción de componentes informáticos, o desarrollar el plan de modernización agrícola más ambicioso del mundo, no sé cómo nos quejamos por ir a Córdoba por un camino más lento que una vereda de cabras, cuando Juanma ya mismo nos fleta microaviones de hidrógeno.

Seguramente no tendremos ciudad sanitaria, ni fondo de convergencia, ni quemará rueda el tranvía, pero siempre podremos decir que vivimos en un cuento sin fin.

Colorin colorado, otra vez nos la han colado.