Valga este primer asalto para, desde un punto de vista de economista, que no de ingeniero, poner el foco largo en la situación actual de las infraestructuras de la provincia de Jaén, gracias a Extra Jaén, una plataforma mediática a la que estoy profundamente agradecido de que cuente conmigo para abordar ciertos temas, que entiendo son claves para el desarrollo económico y social de nuestra tierra. Espero que mis amigos los ingenieros de caminos, canales y puertos, con los que he trabajado muchos años, no vean en esto intrusismo profesional. Como dice el dicho “La cabra tira al monte” y yo tiro al mundo que me apasiona y que reza en el título de este artículo.
El mundo asiste a un proceso de cambio acelerado que se percibe claramente en el ámbito tecnológico, en la globalización de la economía y en el impacto medioambiental. Las nuevas tecnologías, principalmente la digitalización y la automatización, acompañadas de nuevas sensibilidades socia-les como la sostenibilidad ambiental.
En el sector de infraestructuras principalmente, esas tendencias se concretan en la aparición de nuevos modelos de movilidad, basados en el desarrollo de una conectividad entre personas, vehículos e infraestructuras viarias, y de soluciones que favorecen la descarbonización, a través del creciente uso del vehículo eléctrico y de la movilidad compartida, tanto en el ámbito privado, como profesional.
La innovación debe ser un instrumento de acción estratégica para adaptarse a esta nueva realidad y un eje dinamizador que afronte con eficiencia los retos de nuestra provincia en los próximos años en todos sus ámbitos, incluido el tema que nos ocupa.
Ya lo decían los agentes sociales jiennenses, donde expresaban la necesidad de apostar por aprovechar al máximo las oportunidades que aparecen, como el Pitma de la Junta de Andalucía. Por desgracia, en él se puede ver que no se incluye un estudio pormenorizado de las infraestructuras de la provincia, muy necesario. El CES provincial tendría mucho que decir, le lanzo la propuesta.
Creo que conociendo en profundidad nuestra red de carreteras podríamos priorizar las exigencias a cada institución.
Un ejemplo claro de lo que ha supuesto la puesta en servicio de una infraestructura de gran capacidad lo tenemos en la conexión de Úbeda y Baeza con el núcleo turístico de la Costa del Sol a través de las Autovías del Olivar y A44. Esas conexiones de vías de gran capacidad han supuesto una mejora ostensible en la captación de turistas a través de los tour-operadores, donde priorizan en control de tiempos de viajes turísticos.
Este sería el mejor ejemplo de inversiones en materia de infraestructuras que tienen un efecto multiplicador sobre el desarrollo económico provincial. Pero hay que ir más allá, tenemos que diseñar una correcta planificación de las grandes infraestructuras pendientes en la provincia. Tenemos que ser conscientes que teniendo una posición geoestratégica con respecto a Andalucía y España, pre-sentamos un déficit de infraestructuras fácilmente palpable.
La provincia de Jaén presenta carencias estructurales en cada uno de los cuadros macro en los que aparece. En la mayoría de ellos no salimos bien parados, por lo que creo que la colaboración institucional, unida a una presión social adecuada, es clave. Estamos en una provincia que constante-mente está perdiendo habitantes (se prevé una pérdida de 45.000 jiennenses en los próximos 15 años), este dato nos debe de hacer reflexionar, sobre todo a los que tenemos hijos en edad escolar o universitaria.
Sus infraestructuras son mejorables, lentas en cuanto a su ejecución y escasas en algunos niveles. Además, cada una de esas ellas necesitan importantes inversiones en mantenimiento, sobre todo la red de segundo nivel, la denominada Red Complementaria, donde las inversiones en los últimos años han desaparecido. Acercar nuestros municipios a esas vías de gran capacidad (A-4, A-44, A-32 y Autovía del Olivar) es la piedra angular para el desarrollo económico, turístico y social jiennense. Ahí la Diputación Provincial ha hecho un trabajo ímprobo en su red de carreteras en los últimos años, dando un salto de gigante en esa red comarcal que es de su competencia.
Con ello, además, potenciaríamos un sector industrial cogido con alfileres y facilitaríamos la llega-da de proyectos tractores.
Creo que nuestra provincia necesita en estos momentos una discriminación positiva inversora de la Junta de Andalucía. Y se habla de antecedentes mirando los últimos años a Málaga o Sevilla. Por ejemplo, la provincia no cuenta con comunicación fluida con las provincias limítrofes de Córdoba y Albacete. Además de trabajar en acercar las comarcas de Cazorla (A-315 y A-319) a la A-32 y A-92, de cara a potenciar aún más su hegemonía turística de interior. A lo que habría que añadir las conexiones de la A-312 de la Comarca del Condado con estas vías de gran capacidad, para así potenciar el importante sector turístico-cinegético de esta comarca.
Por supuesto, creo que se debería marcar una hoja de ruta clara de las administraciones de todos los ámbitos para/con Jaén. Las anheladas reivindicaciones de siempre no deben de caer en saco roto, como la culminación de la Autovía del Olivar, la conexión de Jaén con Córdoba por autovía e impulsar la finalización de la A-32 y su conexión con la zona del levante español.
Respecto a ésta última recibíamos buenas noticias con la inauguración del tramo Torreperogil-Villacarrillo, la próxima puesta en servicio del siguiente tramo Villacarrillo-Villanueva del Arzobispo y la licitación de los proyectos hasta el límite de provincia. Con esto no solo potenciamos el transporte de mercancías con el Levante, sino que amplificaríamos el desarrollo económico, social y turístico de Segura, donde su principal cliente turístico está en el Levante español. Pero que no se nos olvide que lo que realmente beneficia a Jaén es la consecución de todos los tramos de la A-32 hasta Albacete, no solo hasta el límite de provincia.
Hay que crear una red de infraestructuras viarias para que Jaén sea atrayente. Nuestra provincia tiene un potencial muy importante, pero hacen falta infraestructuras que la refuercen. Fondos como los NextGeneratión-REACT-EU deben ser nuestro trampolín. Tenemos que tener en cuenta que los territorios cada día son más competitivos y los que no tienen buenas comunicaciones e infraestructuras cuentan con un déficit que puede condicionar su futuro. Por ello, si Jaén no despeja sus incertidumbres en esta materia tendrá un problema en el futuro generacional.
Ya me lo decía una de las personas con las ideas más claras que me he encontrado en esto de la gestión institucional. La ex-consejera de Obras Públicas Concha Gutiérrez que, en un tono académico, me cogía de la solapa de la chaqueta y exponía: “Delegado si queremos que Jaén avance necesitamos sacar para adelante todas las obras de infraestructuras viarias que podamos. Por nuestra geolocalización necesitamos conectar Jaén con el exterior, pero, sobre todo, su interior con estas vías de gran capacidad”. De lo que me contaba sobre movilidad metropolitana, logística y vivienda pública lo dejo para otro artículo de opinión...
Termino parafraseando al cineasta Wim Wenders “Jaén, tan lejos, tan cerca”.