Ocho campanillazos en el des-cuento de Navidad. El primero. El de los olvidos y las remembranzas, el de las arboledas y las cortijadas, el de los cerros y las lomas, el de los gallineros y los graneros, el de los pesebres y las sillas de anea con el culo roto. La inconsciencia y la indolencia veinteañeras apurando y vomitando madrugás, al alboreá de Jabalcuz, en María ‘la guarra’, María ‘la del agua’ para que nadie se ofenda. Cielo granítico y coronas níveas por Santa Catalina, ladridos roncos antes del canto del gallo por el Batán. El tiempo entre costuras por los casi 1.200 años de Jaén, que se antoja líquido y luego gaseoso. Diciembre es un eco de añoranzas jahencianas sobre la Natividad, después de presentir la muerte y la derrota en cada tasca y figón. Hacia el veinticuatro de diciembre, el cielo azul aguinaldo del mediodía de la infancia, asfalto húmedo en las primeras nochebuenas aguardentosas de torrencialidad juvenil por un pueblo grande que, palmo a palmo, cuesta a cuesta, nos pertenecía.
El segundo. El del último pleno. Ayto. arruinado, bien aminorado por la endogamia del carné político y el enchufismo zafio. Del Alcázar de Segovia, de aquella desmesura del despilfarro en la época del urbanismo de vino, escarapela y rosas, aún quedan arrestos para colocar a un hijo en el gabinete de alcaldía y promocionar vástagos de la nueva generación en edad de merecer concejalías. La última sesión plenaria del Ayuntamiento de Jaén ha aprobado refinanciar una deuda de 514 millones de euros con Hacienda, a cambio de medidas tendentes a la contención del gasto y el aumento de los ingresos, vía impuestos -IAE e ICIO-. Los votos del PSOE, solidarios en la incapacidad compartida, se suman a los del PP y JM+.
El tercero. El de la operación ‘Pandilla’. De la Magdalena, la picaresca repetida a favor del que gobierna o pueda volver a hacerlo, el lumpen del tironeo clientelar, barriobajero por naturaleza. Donde las dan, las toman. Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra contra la urna hasta hacerla añicos. ¿El montaje de un buscavidas? ¿El ofrecimiento chapucero, motu proprio, de un artista del hambre y del alambre? Dicen que siempre se hicieron apaños, en pos de nuclear voluntades dispersas en los arrabales del sistema, sobre la tierra movediza de la prisa o pasando antes por el Casino de Artesanos. ¿Objetivo, hoy, tras el fiasco/archivo de la denuncia del PSOE en la jornada de reflexión? Ni que decir tiene, matar políticamente a Julio Millán. En el staff de San Clemente, el coach enviado por la dirección regional, Rafa García, en su papel de psicólogo que muestra el camino hacia el gobierno futuro de la Diputación, ata cabos a beneficio de inventario.
El cuarto. Otrosí. El del caso ‘Aniche-Anso’. El portavoz popular en la corporación provincial, Chiqui Camacho, formula pregunta por escrito sobre las empresas (7) gestionadas por el cabecilla de la trama, Anso, que habrían solicitado ayudas a la Diputación. Sólo 3, responde, en tiempo y forma, la vicepresidenta Pilar Parra, recibieron incentivos por un valor total de 17.000€. Porca miseria, pese a las insinuaciones. El PP provinciano focalizaba sus sospechas en Bedmar, donde Anso intentó infructuosamente liderar dos proyectos empresariales, porque en su corporación municipal coincidieron dos destacados dirigentes del socialismo jiennense, mentor y discípulo, Paco Reyes y Juanfran Serrano. No es la primera vez que la mano derecha actual de Santos Cerdán se convierte en víctima propiciatoria de la invectiva de los populares. En plena campaña de las últimas elecciones generales, 23-J, cuando Juanfran, número 1 del PSOE de Jaén al Congreso, esperaba el nacimiento de su primogénita, Carmen, el PP se cebó con él a resultas de fotos de una comida del grupo parlamentario socialista en las que Serrano, rodeado del resto de diputados del PSOE, aparecía cerca del ‘Tito Berni’, Juan Bernardo Fuentes Curbelo, inculpado por el denominado caso ‘Mediador’. Intenso acoso mediático, mientras el susodicho acompañaba a su mujer en el paritorio. Pasado el trance, por cierto, no faltaron las felicitaciones del PP jaenero a la feliz pareja. Nada personal, mire usted, cortesías e hipocresías al margen.
El quinto. El del 75 aniversario de la ‘Declaración Universal de los Derechos Humanos’. A rebufo de la efeméride, distintas asociaciones humanitarias y cívicas solicitaron el uso del Museo Ibero para la celebración de un acto conmemorativo este 13 de diciembre. Respuesta lacónica denegatoria de la delegación territorial de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta: “No haber coincidencia con los objetivos de la institución ‘Museo Íbero’, ni suponer una proyección institucional del mismo”. La retahíla de christmas prenavideños en el politizadísimo belén jaenita resulta incesante, mareante, asfixiante, insufrible...
El sexto. El de los alardes de compatibilidades. Obras y clases, grúas y recreos, soplar y sorber, en el IES Vgen del Carmen. ¿Prevención de riesgos escolares? Onda Jaén resucita. Sería solo en radio, al parecer, con la patente de la marca alquilada al avispado publicista que la registró y la licencia municipal del Ayto de La Carolina. Miguel Segovia, genio y figura, tras su efímera y frustrante experiencia al frente de esRadio en Jaén, volvería a la carga. Segovia, catedrático emérito de la UJA y abogado en ejercicio, esposo de una diputada nacional y padre de una concejala capitalina, se desvive en la explicitud del apoyo desinteresado que profesa al proyecto del PP autóctono.
El séptimo. El de un pan con dos tortas. La iniciativa ‘Puerta de Andalucía’, el sueño reindustrializador de alcaldes y alcaldesas de la A-4 y su entorno, encabezados por Raúl Caro-Accino desde el pasado mandato municipal, a falta de puertos secos y centros intermodales que la Junta no ha construido todavía, se substanciaba el otro día en una reunión de propaganda con el presidente de la autoridad portuaria de Motril para “explorar nuevas vías comerciales”. Eufemística y metafóricamente como un tranvía en hangares. La Junta aprueba la extinción de la Cámara de Comercio de Jaén, sin liquidar sus deudas, y asigna sus funciones a las de Linares y Andújar. ¿Para cuándo otra camarilla de privilegiados, como aquélla de la majestuosa sede de la calle Hurtado, con sueldos despampanantes de 3.000 euros por media jornada laboral de idas y venidas a cafeterías y tiendas del centro? La Cámara de los horrores y de los errores, con sus generosas pinacotecas privativas nacidas del acaparamiento de prebendas.
El octavo. El último toque por contraste. El de una provincia que pierde aceite y población. Jaén como problema. Será mejor que les refresque la memoria. Jaén palmó más de 3.500 habitantes durante 2022. Ya sólo somos 620.000. Menos almas y más estrellas Michelín, eso sí. El hundimiento moral que un día u otro había de sobrevenir, vivificado por los campanillazos admonitorios de la Navidad. Bendita sea la Natividad de Dios en la carne del Señor, a base de mentiras piadosas, actos de contrición y golpes de pecho. El Niño, en su cuna de Gaza, sin piernas, entre ríos de sangre y desesperanza. Y, aquí, mientras, salvo honrosas excepciones, la perduración de las ilusiones perdidas, la musa apática que ofrece laurel al poeta local de bronce, ajena a cualquier gran drama de la humanidad, de los Cañones al Puente Tablas.