Jaén en cifras

Inmaculada Herrador

Tasa de paro prepandémica

La tasa de paro en la provincia de Jaén ha vuelto a los valores que tenía antes de la pandemia de COVID-19. La Encuesta de Población Activa...

La tasa de paro en la provincia de Jaén ha vuelto a los valores que tenía antes de la pandemia de COVID-19. La Encuesta de Población Activa, que elabora el Instituto Nacional de Estadística, la sitúa en el último trimestre de 2021 en un 20,37%, cifra ésta muy similar a la registrada en el cuarto trimestre de 2019 (20,10%) y en el primero de 2020 (20,20%), pero con el matiz de que hace dos años la tasa de actividad (51,50%) era más de dos puntos inferior a la actual (53,90%), es decir, que había menos personas incorporadas al mercado de trabajo de las que hay en el momento actual. En cifras absolutas, en el cuarto trimestre se han contabilizado 284,1 mil activos en la provincia de Jaén, once mil más que en 2019, y estaban ocupadas 226,2 mil personas, ocho mil más que hace dos años.

Por sectores, el que vuelve a “dar la nota”, es el sector agrario, pese a ser el cuarto trimestre uno de los que más trabajo genera en el campo, por la recolección de la aceituna. En concreto, la tasa de paro en el sector primario ha sido del 24,44%, frente al 6,57% del sector industrial, al 8,02% de la construcción o al 12,74% del sector servicios.

Aunque los valores que muestra la EPA de nuestro mercado de trabajo no son malos, aún registramos una tasa de paro alta, si nos comparamos con la de la media española, que se ha situado en el 13,38% en el cuarto trimestre, y ligeramente superior a la de la media de Andalucía, que está en un 20,18%.



Sin embargo, el dato que más nos debe llamar la atención y preocupar no es el diferencial entre nuestra provincia y su entorno, sino el que existe entre los hombres y mujeres jienenses. En el cuarto trimestre de 2021 la tasa de paro masculina en Jaén fue del 14,81% y la femenina del 27,60%, casi el doble, y ello a pesar de que el diferencial de tasa de actividad es de más de 15 puntos. De cada 100 hombres en edad de trabajar 61,46 se habían incorporado al mercado de trabajo y en las féminas solo 46,39 de cada 100.