El Expositor: Luces de bohemia y Navidad

Crónica política de la semana de Manuel Expósito Moreno

 El Expositor: Luces de bohemia y Navidad

Luces de bohemia y Navidad.

Si la Navidad es sinónimo de esperanza, no existe tierra tan necesitada de esperanza navideña como Jaén. Ni los cantos de sirena romera de la primavera ni los septiembres de ferias que solo conmemoran ya el viejo apogeo de las cosechas que fueron y que definitivamente se nos fueron. El tiempo de Jaén, auténtico, propio, autóctono, es este que acaba de estrenar el puente de la Constitución Inmaculada, con el encendido, casi al unísono, del alumbrado extraordinario en el conjunto de sus ciudades y pueblos. La esperanza prendida, contenida, comprimida, en cada una de las bombillas ‘led’ que recorren la fisonomía de una provincia ávida de buenas nuevas y golpes de fortuna, justo cuando se apresta afanosamente a recoger su sustento vital, particular maná del cielo, el complemento de renta que sostiene su economía rural, arrancado, no obstante, como siempre sucede por estos pagos, a base de palos. La Navidad, con su preñez de magia y milagrería, de regalos y lotería, de esperanza y esperpento, desde luego, nos define como pueblo. No es cuestión de que, en justicia, nos corresponda, porque, en España, ya lo denunció Valle-Inclán, en ‘Luces de bohemia’, “El mérito no se premia”.

En Jaén, habitaba la Navidad anticipadamente, cuando el bipartidismo, cohabitación de asimetría gobernante, de Sevilla a Madrid, confluía, el viernes pasado, en las instalaciones de la frankensteinizada Santana para oficializar la puesta en marcha de una planta de ensamblaje de vehículos, marca propia, patente tecnológica china, merced a suculentos incentivos europeos Next Generation. En los prolegómenos, la tensión preelectoral, a 16 días del comienzo del ciclo electoral en Extremadura, se expresaba gráficamente en un cruce de descalificaciones sobre lo poco que hace el adversario por Linares y la provincia entre el presidente autonómico, Juanma Moreno Bonilla, y la vicepresidenta primera del Gobierno de España y candidata andaluza del PSOE, María Jesús Montero. Allí se vieron, sin mirarse a la cara. No dejaba de ser una puesta de largo, puesto que los todoterrenos, nueva gama de 4x4 diésel e híbridos enchufables, por ahora, se fabricarán fuera. Santana Motors, la sociedad limitada propiedad del empresario-milagro argentino Edu Blanco, proveniente de Ebro, 14 años después de la defunción de Santana a lo Max Estrella, pese a la ostentosa parafernalia desplegada, se limita a firmar un acuerdo estratégico con Li Hui, CEO de la compañía china BAIC Automotive Group (conjunción estratégica, fundada en 1958, entre las empresas asiáticas Zhengzhou Nissan Automobile y Anhui Coronet), para el ensamblaje en Linares y la comercialización en el mercado nacional y continental, desde mediados de 2026, de una gama de todoterrenos -en principio, los pickups llamados Santana 400D y Santana 400 PHEV-. La inversión inicial, avanzada en su día, no superaría los 5 millones de euros, en tanto la generación de empleo, luces largas, se dispara teóricamente hasta los 200 puestos de trabajo. Dios proveerá. La primera unidad, gesto simbólico, se asigna a la Cámara de Comercio e Industria de Linares.



No hay nada más saludable y terapéutico, en resumidas cuentas, que lanzar las campanas al vuelo, alimentando una ilusión consustancial a la Navidad europeizante de Santa Claus. “Yo era ateo, pero ahora creo”, que entonaran a dúo catedralicio C. Tangana y Nathy Peluso. Fe y esperanza. De ello va esta vaina de Santana Factory: la expansión inversora china en el sur de Europa, por más que el gendarme mundial Trump anuncie, huraño, hogaño, su propósito de reeditar la doctrina Monroe en ‘su’ jardín de América Latina mediante, entre otras medidas, la neutralización de las inversiones del gigante asiático en la región. The Boss Donald, recuérdese, reprendía reiteradamente durante el año que se nos va al Ejecutivo español por no aumentar el gasto en Defensa al 5 por ciento del PIB. Aun así, hace once meses, María Jesús Montero, estrenando en Jaén capital su condición de aspirante a San Telmo, revelaba que la empresa armamentística Escribano (Escribano Mechanical & Engineering, EM&E) se instalaría en las antiguas naves de CAF del complejo industrial de Santana. ¿Quién hizo, históricamente, más, o menos, por Linares? Es decir, al socaire del CETEDEX, la reactivación industrial de Linares adquirirá verosimilitud en el corto plazo. Se trata del soniquete del PSOE y Gobierno central, manual de estilo, la sinergia del CETEDEX, el CETEDEX lo resume todo, piedra filosofal filosocialista, el discurso posesivo y paternalista de Juanma Moreno respecto a la reactivación linarense. “Que no son ellos, que somos nosotros”. Y, sin embargo, por mucho cacareo promocional, con Linares como telón de fondo, a la hora de la verdad, en materia de presupuestos públicos de la Junta, mañana de Reyes Magos, las sempiternas abarcas vacías de nuestro inmortal hijo adoptivo, Miguel Hernández. ¿Y el Puerto Seco? ¿Y la terminación del ramal ferroviario? ¿Y ‘la playa de vías’ de Santana? ¿Y la apertura del edificio principal del Geriátrico? ¿Y el plan de recuperación del patrimonio minero? ¿Y la modernización del Hospital San Agustín? ¿Y el aplazamiento hasta el próximo curso, en el campus de la UJA, del grado de Biomedicina? Luces de bohemia y Navidad, Linares y Jaén, bipartidismo y bipolaridad, esperanza y esperpento… “El ratón saca el hocico, intrigante, por un agujero. Zaratustra: ¡No pienses que no te veo, cabrón! El gato: ¡Fu! ¡Fu! ¡Fu! El can: ¡Guau! El loro: ¡Viva España!”.