Europa, en la mitología griega era una princesa que fue raptada por Zeus, metamorfoseado en un toro blanco, que la llevó a Creta. El mito ha sido inmortalizado por pintores como Rubens, Tiziano o Rembrand entre otros. Da nombre al continente que representa – o representaba- el mayor espacio de paz, progreso y democracia de la tierra, siendo un faro para las aspiraciones de muchos pueblos. Pero en las recientes elecciones, si no raptada, ha estado marcada por el olvido y el desinterés.
Por el olvido porque se ha silenciado lo obvio. Representa el 6% de la población mundial, el 18% del comercio internacional, pero el 48% del gasto en provisión de bienes públicos y esto explica su importancia como espacio de cohesión social. Pero se han producido cuestiones importantes como la guerra en Ucrania, la falta de medicinas y material sanitario que nos atropelló con la pandemia y la necesidad de incrementar nuestra autonomía frente a la dependencia energética y alimentaria. Al mismo tiempo hay que acelerar la transición ecológica y digital y la reindustrialización del Continente, que emplazaba a amplios y documentados debates y reformas que no se han producido.
Las elecciones en España han estado dominadas por dos asuntos: Por una parte el aviso ante la emergencia de la ultraderecha, que se ha visto confirmado por los resultados (en Jaén capital el desconocido grupo SE ACABÓ LA FIESTA, ha obtenido más votos que Sumar y Podemos juntos). Y por otra parte la ficticia creación del caso “ Begoña Gómez” como argumento –único argumento- electoral en el declarado afán de “echar a Pedro Sánchez” y conminarlo a convocar elecciones a ver si salta a liebre.
Más allá del análisis de cada formación, lo que ha predominado es el desinterés en forma de abstención, ya que no ha votado ni la mitad del electorado.
Creo que es necesario repensar y reformular la Unión Europea, la mayor creación colectiva de la humanidad en el último siglo y hay documentos que proponen serias reformas como los informes de Enrico Letta o el de Mario Draghi. Ya se han terminado las elecciones, ¿hablaremos al fin de la realidad de Europa?