Dejamos atrás el ocio del verano, el !ay, que caló¡, las luces de feria -ya solo queda por esta tierra San Lucas- y nos metemos en otoño de manera tranquila, como se juega a las cartas y dominó en los pueblos.
Otoño además de la cruda realidad cotidiana con el bolsillo más vacío, el cambio de hora, las hojas que caen en calles con pésimo barrido y de discusiones sobre el tiempo, también nos trae el inicio del curso político.
Nuestra provincia, más concretamente Linares, se ha visto agraciada con el premio que supone iniciar la temporada 2024-25. En la ciudad minera el PP andaluz, con el objetivo de mostrar músculo donde entienden que hace falta, reunió a lo mejor de cada casa en las III Jornadas Parlamentarias.
Moreno Bonilla, don Juanma, que cumplirá dos trienios como presidente a lo largo de este curso, volvió a ser bastante plano en su compromiso con esta provincia, no aportando prácticamente ninguna novedad de futuro, tan solo destacar lo ya anunciado hace meses, el compromiso que trajo tras su viaje a China de instalar en Linares, quizás el año próximo, una empresa de componentes automovilísticos en parte de los terrenos que ocupó en su día la desaparecida Santana.
Mientras Juanma Moreno, se mostraba estupendo desde su púlpito abrazado al recurso patético del postureo y a la cansina rutina de la promesa, Jaén ofrecía su realidad con centenares de olivareros movilizados para que la Junta de Andalucía pare la expropiación de terrenos de olivar y no se instalen en los mismos plantas fotovoltaicas. Junto a esto, volvíamos a ser sacudidos por los datos negativos que frenan de manera endémica nuestra provincia, el aumento del paro y la bajada de cotizantes a la seguridad social en el mes de septiembre.
