El pasado sábado pudimos asistir en el auditorio del Antiguo Convento de Sabiote al preestreno del documental ‘Somos, estamos’ que la productora giennense Cárabo Producciones ha realizado bajo la dirección de los hermanos Álvaro y Pablo Montes. En él se muestran en primera persona los testimonios de una familia sabioteña golpeada por el cáncer. Es el padre, Alfonso Salido, el que padece la “avería”, tal y como él se refiere al cáncer de colon que le diagnosticaron hace ahora tres años.
No es que el caso de este sabioteño difiera extraordinariamente de los miles de casos que desgraciadamente truncan las vidas de aquellos que lo sufren, pero sí lo es la fortaleza, la entereza y el ánimo con el que Alfonso lo vive y que muestra en sus reflexiones plasmadas ante la cámara.
La lección de vida que este paisano nos ofrece en el documental no es la de quien se aferra a la vida con entusiasmo y coraje, con ilusión y afán de superación, sino de quien vive en el día a día sintiéndose agradecido por todo eso que tiene y que anteriormente al cáncer pasaba en él inadvertido.
La palabra que más repite es gracias. Gracias cada día al acostarse y gracias cada mañana al levantarse, porque eso significa estar vivo, decía. Y aunque parezca fuerte decirlo así, Alfonso daba gracias al cáncer, porque le ha permitido darse cuenta de los nimios detalles de la vida que a todos se nos pasan por delante sin darnos cuenta y que él valora ahora extremadamente. Y que gracias al cáncer está viviendo experiencias que nunca antes pudiera haber imaginado, nos confesaba.
Como por ejemplo participar en pruebas internacionales de ciclismo. Y es que ese entusiasmo, ese coraje, ese tesón del que hablábamos lo ha podido experimentar encaramado en lo alto de una bici. El apoyo incondicional de una familia que encontró en el ciclismo el nexo de unión y la tabla a la que aferrarse.
Ahora el documental participará en varios certámenes y posteriormente podrá visualizarse en las diferentes plataformas. ‘Somos, estamos’ despierta nuestras consciencias y nos agita para pisar el freno de nuestras desenfrenadas vidas.
