Mediodía en la provincia de Jaén

David Avilés

¿Otra ganadería es posible?

La opinión de David Avilés


No quiero hablar hoy de la ganadería en España, ni de las famosas y manoseadas declaraciones del ministro Garzón al respecto. No quiero… pero no puedo dejar de hacerlo.

España es uno de los principales consumidores de carne, per cápita, del mundo. El
primero en la Unión Europea. También estamos a la cabeza en producción y exportación
(junto a otros que nos costaría imaginar, como Alemania o Dinamarca).
Pero, a poco que profundicemos, vemos que la carne que nos llevamos a la boca es,
de forma abrumadoramente mayoritaria, la de ave y la de cerdo blanco, no el ibérico. La
más barata. Y producida en granjas, de mayor o menor tamaño, con animales estabulados,
en total cautividad. El ovino, el caprino, el vacuno y el cerdo ibérico, más aptos para el
manejo extensivo, son minoritarios en nuestra ingesta.



Esta es la realidad y no otra. ¿Puede nuestro país cambiar de modelo?

Desde mi absoluta posición de defensor de esta otra ganadería, la tradicional, la
extensiva, el pastoreo y obviando otras consideraciones, las ambientales, que merecerían
capítulo aparte, pero también desde el rigor, no puedo dejar de hacerme una serie de
preguntas:

¿Se puede satisfacer de este modo la demanda de carne de los españoles? ¿Cuántas hectáreas de tierra serían necesarias para el pastoreo? ¿Las tenemos? ¿Habría pastores suficientes para cuidar de decenas de millones de animales? ¿Estaríamos dispuestos o podríamos pagar los españoles unos precios mucho más altos por la carne que consumiéramos?

Creo, honestamente, que antes de plantear el dilema ganadería intensiva/ganadería
extensiva, habría que dar respuesta a estas preguntas. Dejémonos de falsos debates.
Dejémonos de fuegos de artificio. A todos nos irá mejor.


David Avilés Pascual es Presidente de la Asociación Rural Mediterránea