Mediodía en la provincia de Jaén

María Inés Casado

A vueltas con la ganadería

La opinión de María Inés Casado


En estos últimos días se está hablando mucho de ganadería, pero ¿Qué sabemos realmente de este tema?

Muchas mujeres trabajan cada día desde hace millones de años en una actividad que consiste en el manejo de animales domesticables para producir productos que serán aprovechados en alimentación principalmente, como la carne y la leche.



Y lo hacen de forma extensiva aprovechando pastos, pastizales, prados, hierbas etc, para alimentar al ganado, lo que conlleva sacarlo a pastorear.
Muchas de esas mujeres ejercen de pastoras al igual que lo hacen los hombres.
En esta forma de producción hay que destacar el reducido consumo de energía que conlleva, además ayuda a mantener los ecosistemas naturales, previene la erosión del suelo produciendo así, alimentos de mejor calidad, sabor, textura…es decir cuida el medio ambiente y da calidad a los productos que después comemos todos.

Estas mujeres y hombres pasan horas y horas de sus días dedicados con cariño y esmero al cuidado de sus animales.
Obviamente necesitan un sueldo acorde a ese trabajo, una rentabilidad para sus explotaciones, una garantía de que sus productos se venderán a un precio razonable que les permita cubrir el resto de las necesidades propias y de sus familias.
Cuando nos llevemos a la boca un vaso de leche, un filete de carne, una tarrina de mantequilla, pensemos en esos hombres y mujeres que dedican su vida a cuidar a esos animales que después nos servirán de alimento.

Esas mujeres que se levantan al alba para limpiar, alimentar y ordeñar, a sus vacas, ovejas o cabras, pensemos en lo duro que resulta su trabajo y en el mérito y la importancia que conlleva en el día a día su esfuerzo.

Los precios de la venta de esos productos no compensan su trabajo, las ayudas de la UE no son suficientes, nuestro deber es apoyarles, ayudarles comprando productos que nos garanticen seguridad alimentaria y nos aseguren el cuidado del entorno natural en el que vivimos.
Apostemos por la ganadería extensiva, por los hombres y mujeres que la ejercen.
Por nuestro entorno y por la calidad en la alimentación de nuestra familia.