Ya ha pasado un año, sin apenas darnos cuenta y de nuevo estamos en tiempos de carnaval, un carnaval diferente al anterior, sin restricciones, con una pandemia a la espalda y viviendo frenéticos tiempos convulsos.
En este tiempo, Don Carnal nos invita a vivir, disfrutar, que ya llegará Doña Cuaresma donde deberemos guardar las formas, sacar los sentimientos más profundos y dedicarnos a vivir de nuevo la Pasión de Cristo.
Estos planteamientos, que cada vez son más ajemos a la sociedad, siguen estando presentes en nuestros calendarios, aunque ahora Carnaval y Semana Santa sean sinónimos de diversión, aunque eso sí, de distinta índole.
Lo que sí ha comenzado es el tiempo de pasión, vía crucis, penitencia por esos caminos de las distintas opciones políticas que, una vez definidos sus candidatos, empiezan el peregrinar diario de convencer a la ciudadanía de que son la mejor opción para sus municipios durante cuatro años.
Como vemos la vida sigue, los ciclos son estables y nos hemos adaptados a ellos, independientemente de nuestros quehaceres diarios.
La provincia de Jaén sigue luchando por salir del vagón de cola donde nos colocaron, no sabemos muy bien porqué y que por desgracia muchos se conformaron.
Iniciativas empresariales y públicas que apoyan al emprendimiento, en distintos puntos de la provincia, apuestan por todo lo contrario, que Jaén tenga futuro y sea un lugar de oportunidades, algo que por cierto todos los candidatos a alcaldes repiten en sus intervenciones. Vamos a esperar a ver si en esta ocasión cambiamos la decepción por alegrías, que ya de una vez las promesas se conviertan en realidades y tras los meses de pasión en los que se han convertido las campañas electorales, llegue por fin un carnaval y un periodo de alegrías que tanta falta nos hacen.
Juan Antonio Mallenco
Mediodía en la provincia de JaénTiempos de don carnal
La opinión de Juan Antonio Mallenco