Jaén llora la muerte del pintor José Olivares
Pintor apegado a su tierra y su luz reflejó como nadie el paisaje de Jaén y la hondura del cante flamenco
Foto: EXTRA JAÉN
José Olivares Palacios.
Jaén llora la muerte del pintor jiennense José Olivares, fallecido ayer en la capital a los 80 años de edad. Pintor apegado a su tierra y su luz, reflejó como nadie el paisaje de Jaén y la hondura del cante flamenco. Se va uno de los más grandes de las artes plásticas del siglo XX y un dinamizador cultural durante muchos años, además de un brillante docente que supo transmitir su arte a varias generaciones.
Según recoge la página web 'ArtenJaén' José Olivares (Jaén, 1940) se formó en la Escuela de Artes y Oficios y en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. En 1963 se afincó en Francia. Primero en Grenoble y después en París. En los primeros paisajes de José Olivares dominan los contrastes de luz, los verdes y los trazos rotundos a espátula.
Ya instalado en la capital francesa, sus cuadros fueron vistiéndose de tonalidades más cálidas e imágenes de los paisajes andaluces que tenía grabados en su memoria. Tildado por algunos como pintor de tendencia neo expresionista, en esta nueva etapa introdujo rápidamente los acres y los rojos en su obra.
En 1970, José Olivares se estableció definitivamente en Jaén y realizó sus primeras exposiciones individuales, tanto en España como en el extranjero. En estos años, en los que retoma el contacto con su tierra y compagina la actividad artística con la docencia, vuelve a crear inspirándose en lo natural. La campiña y el olivar centran la temática de muchas obras, cada vez de mayor formato. Es la época del Taller de Grabado «San Andrés”, de los contactos con Somoza y José Luís Verdes o José Duarte, de las exposiciones en Arco o en Intergraphik en Berlín, junto a un grupo de ya reconocidos pintores de Jaén a los que nunca ha dejado de estar vinculado. En su producción más reciente, a la que pertenece su conocida serie sobre cantaores y motivos flamencos, continúa trabajando el paisaje en formatos más pequeños. En sus últimos cuadros se detiene más en los detalles y vuelve su mirada hacia parajes serranos donde predominan los violáceos y las veladuras.
El escritor y poeta Joaquín Fabrellas definió al artista jiennense de este modo en un artículo publicado en su blog en el año 2015: https://lobelloylodificil.wordpress.com/2015/06/12/jose-olivares-pintor/
"La pintura de Olivares transmite el conocimiento heredado de la pintura tradicional y la remoza con la visión de la vanguardia que aprende observando autores coetáneos, porque hay una influencia clara de la vanguardia incluso desde el realismo naturalista, un realismo que procede de las bases del Romanticismo y el tratamiento de los paisajes como nos enseñó Caspar Friedrich y sus inquietantes paisajes desolados, o los paisajes de Turner, pintor muy influyente en la sensibilidad posromántica y visión crítica del realismo victoriano finisecular que decide hacer un apartado trabajo de la ciudad como contrapunto al positivismo cientificista arrogante de comienzos de siglo XX, ese siglo que nos regaló dos guerras mundiales e igualmente desastrosas."