El Expositor

Manuel Expósito

El campo y la calle

La nueva realidad pospandémica se desperezaba, desnortada e incrédula, timorata y condescendiente, el fin de semana pasado, por los pasillos de Ifema...

La nueva realidad pospandémica se desperezaba, desnortada e incrédula, timorata y condescendiente, el fin de semana pasado, por los pasillos de Ifema, por las terrazas climatizadas y los revividos botellones del centro. Asumir el riesgo de vivir, titubeantes y enmascarados, sí, pero con unas ganas inmensas de volver: a viajar, a interactuar, a equivocarse en primera persona del singular. Enero, que concluye en una semana, fue el suspiro del ‘quiero y no puedo’, una madeja de sueños y propósitos de año nuevo demasiado enredada cómo para ponerse a tejer nada a ciencia cierta. Los positivos se amontonan en relevos desordenados de 7 días, mientras la clase política gobernante le va poniendo fechas a las reválidas electorales y los olivareros de Jaén retoman las protestas a resultas de una PAC que asoma sus orejas de lobo.

La nueva Política Agraria Común, que entrará en vigor el 1 de enero de 2023, solivianta sobremanera al sector, aferrado a su cuadratura de círculo del agua y la subvención. No cae una gota y, para más inri, las ayudas europeas, con la dichosa convergencia interna, tenderán irremisiblemente a la baja. Los derechos históricos, vinculados a la producción de finales del siglo pasado, forjaron unos pagos básicos que en la reforma de 2014, para 50 regiones agrarias españolas, sostuvieron unos sustanciosos complementos de renta que ahora mermarán. Con solo 20 regiones, la integración de las comarcas de olivar de Jaén –la que más ingresa, La Loma, podría compartir pago básico con las Campiñas Norte y Sur, Mágina y la Subbética cordobesa- se traduciría en un recorte del 15 al 40 por ciento. El pago básico, en el total de las ayudas directas europeas, pasaría del 56 al 50 por ciento, el pago verde (22 + 3), que llegaba a casi todo quisque, se transforma en ecoesquemas, subiendo al 29 por ciento aunque discriminando positivamente solo al olivar tradicional menos productivo (en pendiente y de secano). El tope del monto a percibir se sitúa en 100.000 euros/año por persona física, 200.000 en las jurídicas (hoy por hoy, algunas sociedades agrarias jiennenses dedicadas al olivar reciben al año más de 500.000€).

El recorte por arriba compondría la dotación de un fondo redistributivo, 10 por ciento del total, destinado a los pequeños productores. El cacareado pago específico al olivar en el marco de la nueva PAC, cuyo anuncio por parte del ministro Luis Planas generó tantas expectativas, no alcanzará ni los 30 millones de euros anuales para el conjunto del olivar de nuestro país. A partir de 2023, los perceptores que superen los 5.000 euros anuales en ayudas tendrán que cumplir el requisito de que al menos el 25 por ciento (20%, en la actualidad) de sus ingresos provengan de la actividad agraria. Hasta 60.000 euros no habría tijera. De ahí en adelante, deducciones en escala, del 25 al 85 por ciento. Decenas de millones menos cada campaña. La oleicultura provincial se revuelve en bloque contra una reforma de la PAC que, sean cuales fueren finalmente los reglamentos y decretos de aplicación, va a tocarle el bolsillo. Así, a la dirigencia del PSOE, que en esta batalla no conserva en su trinchera ni la adhesión otrora inquebrantable de la UPA, le hace falta más que el comer un alarde corajudo de pedagogía por los pueblos. Municipio a municipio, cooperativa a cooperativa.




Ayer domingo, con menos precisiones y más trazo grueso, la asociación Alma Rural (medio millar de colectivos respaldados políticamente, por este orden, por Vox, España Vaciada, PP y Cs) convocaba en Madrid a la gente que vive de un campo “que se ve atacado de forma sistemática por intereses económicos e ideológicos que ponen en peligro su subsistencia”. Violación del principio de preferencia comunitaria. Tratados comerciales de la UE con países extracomunitarios con costes laborales, impuestos y restricciones fitosanitarias mucho más bajos. No limitación de cupos de exportación. Eliminación de los aranceles compensatorios. En suma, competencia desleal que hace caer los precios en origen por debajo de los costes de producción. Europa nos roba. El 20 de marzo, más madera, otra manifestación, en defensa específica de la caza. Tractor, fanegas, escopeta y perro.
A la irrefrenable tendencia de la calle, el PSOE andaluz antepone el discurso del colapso sanitario en la atención primaria. Las encuestas siguen sin ofrecer verosimilitud a la alternancia en la Junta. Juanma Moreno Bonilla convulsionó la apertura del pabellón de Andalucía en Fitur con la posibilidad cierta del adelanto electoral. ¿Disolución y convocatoria inminentes? La estratagema de la pinza del Zarrías del PP, Elías Bendodo, alcanza su fase cenital. Se nota en las caras de velocidad y las agendas apretadas de los delegados del Gobierno regional en Jaén. Deprisa, deprisa. Les faltan horas.