Los renglones torcidos de Dios en Jaén

Cualquier creación, partiendo del remoto comienzo, sumida todavía en el caos cosmológico de la inexistencia, de la cual proviene, oscuridad absoluta, confiere a su primera sustantivación la cualidad suprema, portentosa e inexplicable, de sublimarse a través del casual encuentro con el verbo, que en primera instancia la concreta y luego la dota de acción para que a plena luz se desarrolle: el principio de toda individualidad, única e imprevisible, predestinada a trascender desde el momento mismo en que se produce su particular big bang. Pudiera afirmarse, por lo tanto, que el remoto origen de cada cosa, de cual, de cada universo vital, prologa el relato personal de un hacedor en potencia, nada pretencioso respecto a la suerte y a la extensión de su propia obra. Cetedex ha irrumpido inopinadamente en nuestro incierto panorama socioeconómico y sociopolítico, el de una provincia harta de esperar sin boleto el gordo de la lotería, donde la única expectativa cortoplacista, humilde y plausible, era que al fin lloviera, dotando de verosimilitud la hipótesis de una campaña oleícola 2023-2024 medianamente buena, y que el tramo de autovía A-32 Villacarrillo-Villanueva del Arzobispo se pusiera en servicio antes de acabar el año en curso. Los presupuestos 2023 del Estado y de la Junta pasarán, ya lo verán, sin pena ni gloria, amontonados en esa suma apilada de papel mojado que ni siquiera sirve, cuando se seca, aventada por debates inútiles y pueriles, para avivar la llama de la esperanza en un mañana mejor. Seamos honestos: si nada nuevo esperábamos de Juanma Moreno (¿En qué cabeza cabría, como se hartó de proclamar en los últimos meses su aparato de propaganda, que haya destinado ya 1.700 millones de euros a la provincia desde que gobierna?), ni de Pedro Sánchez (Cuantas promesas difusas lanzó en Jaén, al aire/socaire de las últimas precampañas electorales, se las llevó el viento), ¿qué perderíamos, pues, aferrándonos al clavo ardiendo de Cetedex?

La palabra del Ejército, del Ministerio de Defensa, está por medio, palabra dada, palabra empeñada, y ello tiene el valor que tiene, ni más ni menos. Un protocolo de intenciones para abrir boca, que es abrir fuego, aunque primigeniamente sea de artificio, en términos estrictamente castrenses. "El presente Protocolo General tiene carácter administrativo y le será de aplicación el régimen previsto en el artículo 47.1. 2º párrafo de la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público. El presente Protocolo General no es jurídicamente vinculante ni supone la formalización de compromisos jurídicos concretos y exigibles entre las partes". El párrafo de marras, tan real y tan usual en este tipo de preacuerdos entre administraciones y entidades privadas, declaración de intenciones en la fase preliminar del compromiso contractual firme, al fin y al cabo, es utilizado con machaconería desde el mismo 2 de diciembre por quienes cuestionan la viabilidad del proyecto. He repasado varios protocolos suscritos por los ministerios de Defensa e Interior, incluidos aquéllos que a finales del siglo pasado y principios del actual, alentaban la reapertura de la Academia de la Guardia Civil de Úbeda, y en todos figura esa cláusula de salvaguarda que exonera al Estado de responsabilidades en caso de eventualidad, incapacidad o imponderable. Nada nuevo bajo el sol inclemente de una batalla aún por dirimir.

Por eso, para ahuyentar esos fantasmas, Paco Reyes avanzaba que esta semana, pasada la de los puentes de diciembre, sin más demora, tendría lugar la primera reunión en Madrid para delimitar los terrenos del Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación de Jaén: "Dar los pasos necesarios, declaraba a Ideal, para que el Cetedex sea irreversible". Al presidente de Diputación le extrañaba que Moreno Bonilla se alegrara de los proyectos del Gobierno de España para Córdoba, Sevilla y Cádiz, y no hiciera lo propio con la buena nueva del Cetedex para Jaén. El máximo responsable de los populares jiennenses, Erik Domínguez, le replicaba ipso facto: "Querido Paco, pues cuando entre otros muchos claroscuros del asunto, pase de ser un protocolo de intenciones no vinculante jurídicamente a algo tangible o se explique qué hacías tú allí y por qué la Junta no estaba invitada (casualmente la única que no es del PSOE)". La presencia de la consejera de Salud, Lina García, en primera fila, convidada de piedra, le supo lógicamente a poco. El Ayuntamiento capitalino, el equipo de gobierno de Julio Millán, exigía al grupo municipal del PP "una actitud leal" en aras del interés general. El alcalde de Córdoba, José María Bellido, PP, felicitó a su homólogo de Jaén, al tiempo que subrayaba la complementariedad del Cetedex respecto a la base logística del Ejército de Tierra en la capital cordobesa. En pleno fin de semana, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, poniendo cordura, respondiendo a Reyes y corrigiendo a Domínguez, en declaraciones a la prensa provincial, desfacía el entuerto: "Una magnífica noticia para Andalucía, pero sobre todo para la provincia de Jaén". El primer mandatario de la Comunidad saludaba con idéntica satisfacción el anuncio del Cetedex jaenero como el recientísimo otorgamiento a Sevilla de la Agencia Espacial Española. "Juntos se llega más lejos". Dice bien. Enfrente, no obstante, de bruces, las cruces de Granada. Paco Cuenca, regidor granadino, PSOE, revelaba que las instituciones y entidades que apoyaban la candidatura de Granada como sede de la Agencia Española de Inteligencia Artificial contemplan la impugnación de la decisión por la que este organismo se ubicará en La Coruña. "Queremos transparencia, no nos conformamos". Transparencia reclamaba precisamente Julio Millán al Ministerio de Defensa cuando el Colce fue a parar a Córdoba y la corporación municipal de Jaén, por unanimidad, interpuso sendos recursos contencioso-administrativos en la Audiencia Nacional para esclarecer los criterios de adjudicación. Con el advenimiento del Cetedex, Millán confirmaba la retirada de ambas denuncias judiciales. "Nos lo solicitaron los grupos que querían ruido y confrontación, pero ahora ya no tienen sentido". La concejal no adscrita, María Cantos, ex socia de Julio Millán cuando la ilusión Colce tornó en fiasco, emulando al alcalde de Granada, tampoco se conforma y sentencia: "Otra traición más a Jaén". ¿Antigua herida que todavía supura o colaboración institucional a partir de otro punto de partida? ¿Nuevo tiempo o viejas cuitas? ¿Esperanza retomada o resentimiento sempiterno?

Hubo un tiempo, no tan lejano, 2006 (“Programa de medidas de activación, Jaén XXI”, aprobado en el consejo de ministros de 20 de enero de 2006), con el PSOE asimismo en el Gobierno de España, en que los desvelos hacia la provincia orillada que quitaba el sueño en la Villa y Corte acuñarían un plan de discriminación positiva, el Activa Jaén. El presidente de entonces, José Luis Rodríguez Zapatero, convocó una cumbre en Casería Las Palmeras con grandes empresarios de la época, Ros Casares y César Alierta, entre otros patronos de referencia. De aquellos compromisos, nada vinculantes a bote pronto, por cierto, nacería un centro de atención de Telefónica en Jaén capital, Atento, y estuvo a un tris de materializarse el Parque Empresarial 'Innovandújar' en la recta del Sotillo. La iniciativa de Andújar, liderada por el grupo valenciano Ros Casares, podría haberse agilizado si el agente urbanizador hubiera sido la Epsa de la Junta en lugar del Ayuntamiento presidido por el popular Jesús Estrella, hoy delegado del Gobierno de la Junta en Jaén. Acabando 2010, Grupo Ros Casares anunciaba formalmente que desistía en su proyecto de inversión en Andújar, pergeñado a mediados de 2006, después de adquirir 250.000 metros cuadrados de terreno, para la construcción de una fábrica de tubos de acero de gran precisión. La causa principal aducida fue la tardanza municipal en la urbanización del sector 2, sistemas generales y reparcelación. La coyuntura económica mundial tras el estallido de la burbuja inmobiliaria puso la puntilla. La falta de colaboración institucional, el perro del hortelano, las piedras en el camino y la crisis mundial de 2008 hicieron fracasar un anhelo que terminó en concurso de acreedores y liquidación subsiguiente de la sociedad promotora del proyecto, principal obstáculo en los infructuosos intentos posteriores de creación de suelo industrial en Andújar a la vera de su estación ferroviaria y de la A-4. De aquellos polvos, estos lodos. Llueve sobre mojado. ¿Aprendimos la lección? A la vista está: todos, no. Renglones torcidos. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Evangelio de Juan, 1, 1).