El hueso de aceituna de Jaén

Andalucía es una de las principales regiones productoras de productos del olivar a nivel mundial, es decir aceites de oliva y aceituna de mesa, contando con un entramado agroindustrial compuesto por 830 almazaras, 211 entamadoras y 38 extractoras de aceite de orujo. Como consecuencia de la actividad de este sector se genera una cantidad elevada de subproductos. Estos subproductos comprenden principalmente el hojín, el alperujo, el hueso de aceituna y el orujillo.
En una campaña media se producen en España cerca de seis millones de toneladas de aceituna, el 80% en Andalucía, 50% en Jaén. Entre las industrias de aderezo y las extractoras de aceite de oliva, que deshuesan la mayor parte de la aceituna que procesan, se obtienen cada año más de 450.000 toneladas de hueso de aceituna a nivel nacional, de las que se comercializan 323.500 toneladas. La comercialización del hueso de aceituna como biocombustible genera un negocio de 50,7 millones de euros anuales.
Cabe recordar que la aceituna está compuesta por un 85% de pulpa y un 15% de hueso, que una vez molido y extraído el aceite de oliva, los restos del fruto del olivo pasan por una planta de limpieza, calibrado y secado en donde se obtiene el hueso limpio, separando en seco el hueso de a esta fuente de energía está cogiendo cada vez mejor reputación, ya que es respetuosa con el medio ambiente, tiene un gran poder calorífico (4.500 calorías por gramo) y es muy económica (llegando a ahorrar un 70% respecto a si consumimos gasolina o gasoil).
El hueso de aceituna como combustible sólido tiene un rendimiento muy elevado. De hecho, solo se necesitarían 4,47 kilovatios por hora para calentar de manera eficiente una habitación, pues con 2 kg de hueso es posible calentar de forma equivalente a lo que hace un litro de gasolina.
En España, el 78% de las instalaciones que utilizan agrobiomasa para generar energía térmica, lo hacen con hueso de aceituna. Además, según la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa, en 2018, el hueso de aceituna se utilizó mayoritariamente como biocombustible en más de 100.000 hogares, principalmente de Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, y solo con el hueso producido en la provincia de Jaén, se podría dar energía elecgrica a todo el sector primario andaluz, o a la totalidad de hogares de la comunidad, durante un año.