Mediodía en la provincia de Jaén

David Avilés

A vueltas con el precio del aceite de oliva

La opinión de David Avilés


Nos las prometíamos muy felices los olivareros jiennenses con el precio alcanzado por nuestro aceite en las dos últimas y menguadas campañas, pero tras la última, espléndida, hemos vuelto a la cruda realidad: en años normales, producimos más aceite del que demanda el mercado. Es así. Y no solucionaremos el problema hasta que asumamos la realidad, esta cruda realidad.

Podemos seguir culpando de la caída de precios a los intermediarios, a las grandes superficies, a la Junta de Andalucía y, por supuesto, a Pedro Sánchez. Y en no pocos casos no nos faltará razón. Pero tendríamos que hacernos una pregunta muy simple: ¿Por qué en las dos anteriores campañas hemos vendido el aceite a diez euros? ¿No habrá sido, ante todo, porque la producción ha sido escasa?



Los problemas no se solucionan si no se diagnostican adecuadamente y seguidamente se afrontan. Pero así, de entrada, tal vez nos iría mejor si produjéramos menos cantidad y más calidad (ahí tenemos la exitosa experiencia de los aceites verdes). También sería importante que se aumentara el consumo interno en hogares y restauración en nuestro país, donde hay amplias zonas, sobre todo en la mitad norte, en las que es muy bajo. Tampoco estaría mal que los aceites de menor calidad se destinaran a usos no alimentarios como se hace, por ejemplo, con los vinos.
Tal vez ninguna de estas cosas, por sí solas, solucionaría el problema, pero sí de forma agregada. Y, desde luego, sin olvidarnos de potenciar la exportación con la apertura de nuevos mercados, tarea esta que se está manifestando más dificultosa de lo esperado.

Pero, reitero, lo más importante es un cambio de actitud del sector oleícola. Tenemos en nuestras manos uno de los productos alimenticios más prestigiado y mejor valorado. Dejemos de lamentarnos y de buscar culpables. Busquemos, más bien, aliados.