Mediodía en la provincia de Jaén

María de los Ángeles Jiménez Samblás

De la conmoción a la reflexión

La opinión de María de los Ángeles Jiménez Samblás


En Jaén estamos de luto. Este fin de semana se nos han ido dos jóvenes mujeres de 15 y 16 años que fueron encontradas muertas en el parque de la Concordia de la capital. Según la información publicada el caso se encuentra bajo secreto de sumario, pero las primeras averiguaciones y la hipótesis inicial sobre la que trabaja la Policía Nacional se dirige hacia un posible suicidio.

Tan sólo unos días antes, otro joven adolescente de 16 años se quitó la vida con un disparo en su vivienda del barrio del Bulevar de Jaén.



Unas noticias que nos hielan el alma y nos conmocionan. Me uno al dolor de sus familias. Aún con la debida cautela dado el estado inicial de la investigación, estos trágicos y dolorosos sucesos tienen que conducirnos a una profunda reflexión colectiva sobre cómo mejorar los mecanismos de detección, de prevención y apoyo, sobre todo teniendo en cuenta que el suicidio ya es la principal causa de muerte por causas externas entre la juventud de 15 a 29 años en España, superando a los accidentes de tráfico, tendencia que también se confirma en Andalucía y en Jaén.

Un problema serio y complejo que, más allá de la importancia de la necesaria dotación y formación de profesionales sanitarios y educativos en la detección precoz, la valoración del riesgo y el seguimiento, requiere de la comprensión y la concurrencia de toda la sociedad en su conjunto. Si el estigma social es la principal barrera con la que se encuentran las personas afectadas y sus familias para pedir ayuda, alguna responsabilidad colectiva tendremos.

La prevención del suicidio empieza por el respeto y la empatía hacia el dolor ajeno, porque como dijo Robert Louis Stevenson “No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices”